PASEO IMAGINARIO

Está extenuada, necesita un viaje imaginario para relajarse.
Sabe perfectamente como llegó a ese estado donde la voluntad dijo basta, comprende que ciertas luchas no tienen sentido ni sustento.
No necesitará más que treinta minutos o quizás menos para recorrer los caminos que alguna vez disfrutó.
Las pausas se imponen para no hundirse en la melancolía, melancolía que puede perjudicar a los seres que la rodean, seres que darían todo con el único propósito de lograr encontrara a la persona alegre que alguna vez había sido, época lejana y cercana, parece una contradicción, no lo es.
En algún momento de su vida sintió que las amistades brotaban, el jardín de los sentimientos era un vergel colorido con vida propia, hasta que de pronto el cielo se cubrió de nubes, pesadas, nubes que asfixiaban al poseedor del carácter más templado.
Ella creyó pertenecer a esa especie de humanos que se reponen de todas las actitudes que podrían caratularse como experiencias necesarias para seguir creciendo en el ámbito que quisiera.
Dos palabras cortas y a la vez de gran contenido propiciaron que el mundo se diera vuelta.
Jamás en su vida había hecho uso de ellas, tristeza, desilusión.
Tenía todo lo que quería, las cosas materiales no suplen las ausencias que se alojan en el intelecto.
No necesita demasiado para emprender el viaje imaginario, bastará con evocar los recuerdos.
El horario en que está sola en la casa que habita cerca del mar, permitirá que pueda desplazarse con la mente hacia donde aquella quiera.
Atizará los leños, antes de recostarse en su sillón favorito, el frío implacable hará necesario el uso de una manta para abrigarse un poco más.
Muda cerrará los ojos, en segundos se encontrará en una ciudad soñada, por allí corre el tren de las nubes, un viaje de siete horas para contemplar los más bellos paisajes, cerros pintados con los colores de la naturaleza, donde la vegetación culmina, aparecerán piedras desnudas de diferentes tonalidades.
Podrá desplazarse cual pájaro de alas desplegadas, inmediatamente se montará en una nube para continuar el periplo.
Observará extasiada el paisaje, ríos torrentosos, en su curso llevarán ramitas de los árboles que rodeaban las orillas.
Espejos de aguas quietas y azules serán comparados con el silencio, silencio que abunda en los desiertos, la brisa formará dibujos dorados, inquieta la arena se desplaza de un lado al otro, las figuras se parecen mucho a los fantasmas que necesita imperiosamente desalojar de su mente, buscará un refugio para que aquellos no la atormenten.
Un cactus solitario se inclinará ofreciéndole un saludo, coronado por una sola flor, agitará los pétalos.
El viaje continúa, la tierra colorada le anuncia que detrás del agua majestuosa de las Cataratas del Iguazú, sin pudor se bañan los Vencejos.
Todas las postales están al alcance de su mirada.
Ríos, quebradas, tierra pintada de verde, otra no sabe por qué ofrece el descontento de no haber sido cultivada.
Los copos de nieve le indican que el ansiado viaje está por finalizar, ríe o por lo menos lo intenta acompañar el juego de los niños que arman muñecos con bufanda y gafas.
El sonido del teléfono la trae a la realidad, del otro lado de la línea el ser que más ama repite las mismas palabras, le formula una breve pregunta ¿Estás bien?
La respuesta será repetida, “Sí, no te preocupes, te amo”.
El sueño ha sido delicioso.
Como otras vivencias, ésta la guardará enrejada en su alma.

http://www.youtube.com/watch?v=uTlPPqPod…