Wednesday, October 12, 2016

EN LAS PUERTAS DEL CIELO



Camino lentamente por un largo pasillo.
En las puertas de los departamentos observo macetas con coloridas flores haciendo notar que estamos en la estación donde estalla fragancias de coloridos diversos.
Mi deseo es llegar al final de ese pasillo.
No diviso la salida.
A medida que camino el suelo desciende suavemente.
El pasaje está pintado de color blanco.
Mi anhelo es salir al exterior.
El silencio se adueñó de ese sitio tan particular.
No escucho voces, pareciera que a medida que avanzo las señales de vida se debilitan.
Abruptamente el paisaje se transforma, el suelo gris ha mutado al negro.
El follaje de los árboles lastima mis brazos descubiertos.
Miro hacia el universo, pese a que ninguna nube lo cubre las estrellas no titilan, tampoco puedo ver los destellos plateados de la luna.
No tengo miedo sino una sensación que resulta difícil describir con palabras debido a la transformación constante de un pasillo que debería ser como cualquier otro.
No puedo precisar cuánto he caminado.
Los árboles no están solo han crecido malezas desprolijas, lugar elegido por las luciérnagas para obsequiar sus luces efímeras.
Estoy acostumbrada a la soledad.
Nunca pensé que debería caminar tanto para llegar a mi objetivo.
Pienso que si sigo descendiendo no podré salir al exterior.
Los latidos de mi corazón han cambiado su frecuencia, cabalga en mi pecho hasta dificultar la respiración.
Hijo mío en este momento te pienso caminando a mi lado sorteando las piedras que van apareciendo.
Tengo sed, más adelante noto la silueta de un viejo aljibe espero encontrar agua.
Solo me detendré unos minutos.
Un viejo banco de plaza espera que alguien lo ocupe.
La oscuridad me inquieta, sé mi vida que estás vos para cuidarme.
Busco en el bolsillo de mi abrigo un pañuelo para secar mis manos.
Ni el más experto pintor hubiera podido volcar en la tela las imágenes que aparecen como flashes de limitada duración lumínica.
No son distorsiones visuales es algo que está ocurriendo en este preciso instante.
Aparecen sombras definiendo siluetas humanas, comprendo que esas sombras que al principio asustan por su aparición sorpresiva igual que yo buscan la salida.
El vuelo de los murciélagos intenta aterrorizarme.
No lograrán su objetivo.
Ellos no saben que no camino sola en mi alma está la compañía de mi hijo que no permitirá nada me pase.
Por fin diviso la puerta que me llevará no sé adonde.
Es pesada, vanos son mis intentos por abrirla.
No cejaré en mis intentos de transponerla.
Lo he logrado.
La luz que está del otro lado encandila hasta que la mirada se acostumbra.
La vista es majestuosa, jardines por doquier cuidados por manos expertas.
Un portón de doble hoja, reluciente en el dorado de su pintura.
Puedo escuchar el sonido del agua.
Pequeñas cascadas naturales rumorean melodiosamente.
Quiero saber que encontraré al cruzar ese portón exquisitamente bello.
A medida que me acerco manos imaginarias lo van cerrando lentamente hasta dejarlo cerrado de manera hermética,
Una voz desconocida me dice no es tu momento, estas puertas que tanto llaman tu atención son las que permiten el ingreso al cielo.
A continuación me cuenta que estás bien, que ya no sufres.
Imploro que me deje verte unos segundos para decirte cuanto te quiero, darte un abrazo y reanudar el regreso.
Esa voz tan musical vuelve a repetir que no es tiempo de verte, abrazarte o besarte.
Intenta calmar mi llanto con su voz apacible,
Vuelve a explicarme mansamente que en ese sitio viven los seres de luz que Dios ha elegido como compañía eterna.
Hijo de mi vida te tuve tan cerca que me pareció vivir despierta el más bello de los sueños.
Ignoro cuando podré sentarme a tu lado para conversar largamente, mientras espero con ansias que se produzca ese evento te ruego que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=wcX5i0xrj0A

No comments: