Eros hijo de Afrodita y Ares es el Dios del amor.
No solo el amor de pareja sino del amor en general.
Sus padres fueron Ares y Afrodita responsables de haberlo elevado a deidad, una de las más importantes del Olimpo.
Según “El banquete de Platón” Eros fue concebido por Poros ( la abundancia) y Penia (la pobreza) mientras se celebraba el cumpleaños de Afrodita, lo que explicaría su dualidad según Dionisio.
En la cultura romana es conocido como Cupido.
No deseo contarte solo una de las cualidades atribuidas a la deidad sino del amor en general es mucho más amplio.
Hay miles de actos de amor que también son representados por el Dios griego, el amor al prójimo que permite nazca la solidaridad, el amor a un niño desvalido, el que se entre hermanos y el más importante que prevalece sobre os ejemplos anteriores, es el amor incondicional entre una madre y su hijo en cualquier lugar del planeta tierra.
Es el más puro, carece de egoísmo.
Se siente y comienza a crecer mientras la mujer está gestando a su bebé.
No es posible adjetivar el sentimiento que nos embarga cuando sentimos llorar por primera vez a ese niño tan esperado.
La lógica natural dice que los niños, adolescentes o adultos ven a sus progenitores envejecer.
Sin los encargados de despedirlos cuando deben partir a su última morada.
Así debería ser siempre.
En ocasiones es la madre quien debe acompañar a las puertas del cielo a su hijo.
Una tragedia que no tiene explicación.
Seguramente como otras mamás fui quien te dio el último beso.
Tarde bastante en volver a la realidad.
Hoy que han pasado más de diez y nueve meses tu muerte no tiene explicación que me traiga algo de resignación, dudo que exista cuando el dolor es tan grande.
Algo entendí cuando tuve durante treinta y nueve días tus cenizas a junto a mí.
Muchas personas me decían que ese acto de amor te impedía elevarte al Reino de los Cielos.
Tengo la certeza que por ser como fuiste tu alma comenzó su ascenso mientras estabas en el sanatorio.
Algún día no lejano en el tiempo me contarás tus experiencias celestiales.
Imagino que tendrías muchas anécdotas para contarme de ese mundo celestial.
Habrás visto a los seres queridos que te antecedieron en el camino a la eternidad.
Seguramente junto a Dios ellos te cuidan para que no sientas el peso de la soledad que abruma, angustia y agobia..
En las tres ocasiones que pude soñarte te veía vital.
Hasta en estado onírico nunca soltaste tu mano de la mía al caminar por los misteriosos caminos de la mente cuando ésta descansa.
Te amo, necesito imperiosamente verte un segundo para darte un beso y mirarme en la maravilla de tus ojos de caramelo.
La espera es tensa y cansadora.
No me queda más remedio que habituarme a ella pues no soy dueña del tiempo.
Mientras esperamos te ruego que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=wcX5i0xrj0A
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