Dionisio era un dios griego venerado por varias aptitudes concedidas por su padre Zeus en nombre del amor que le tenía a su madre Seleme (no confundir con Selene).
Otros estudiosos coincide en que su padre era Zeus y la dios Pérsefone.
Era la deidad que posibilitaba la comunicación de las almas entre los seres vivos y los muertos, también era el protector de la vegetación que existía en el reino natural.
En la cultura romana es conocido como Baco que además de ser quien protegía los viñedos, poseía la facultad de esa conexión tan especial entre seres terrenales y aquellos que han partido como vos a la eternidad.
Temprano recordé a Dionisio.
Sus atributos me llevaron a reflexionar que desde tiempos inmemoriales siempre se pensó que la comunicación entre los vivos y los que habitan en planos estelares es posible.
Como imaginarás adhiero a esa teoría ya que nuestros lazos de amor entre una mamá y su hijo no se desatan nunca.
Sería placentero que hubiera existido una deidad que no solo permitiera la comunicación sino también la visualización del ser que más se amo.
Asumí en contra de mi voluntad que habías partido, también que esa ausencia sería temporal.
Puede ser discutible la teoría que es imposible comunicarse con quienes han perdido la vida.
Cabe la posibilidad de los seres que no creen en nada que nos tilden de locos o estemos a punto de perder la cordura.
No discuto sobre temas tan íntimos.
Puedo afirmar con total lucidez que la conexión de una madre con su hijo muerto no tiene final.
Persiste mucho más allá de la eternidad.
Te siento a mi lado aún cuando no te pueda ver.
Estás presente en cada uno de mis despertares.
Quizás este lenguaje que dictan mis musas no sea normal para las personas que han tenido la dicha de no pasar por instancias similares.
Agradezco desde el fondo de mi alma que es tuya me hayas enseñado a ignorar todo aquello que pueda ser tóxico que sin querer o queriendo lastime mi vulnerabilidad.
Acepto opiniones divergentes, verdades absolutas ninguna puesto que no existen ni aquí ni en donde estás.
El dolor cada día se profundiza más pese a ello sé que sigo en suelo terrenal por tu ayuda y la de todos los ángeles que se adelantaron a tu camino y hoy son celosos vigías de tu bienestar.
Mis manos no son las que te arropan en las noches cuando hace frío, se que otros seres angelicales que te amaron cuidan de vos hasta que pueda llegar a tu lado.
Existen sueños que demoran en cumplirse por más que se piensen con fuerza sobrenatural.
Siendo la parte más importante de mis sentimientos entiendo que comprendés cada letra desordenada que te escribo.
A ello me dedicaré mientras dure mi existencia.
Un ser de luz como vos merece estar presente en cada acto cotidiano.
Quiero que sepas que necesitaré muchas vidas para agradecer todo lo que mi familia chiquita hace por mí.
Sos el pilar fundamental en el que me apoyo cuando las fuerzas quieren decir basta.
Solo una vez pensé en dejarme morir, hoy estoy pagando las consecuencias de ese gran error.
Cuando comencé a reflexionar en medio del abatimiento me dije a mi misma que no te podía fallar a vos, a los ángeles que te antecedieron en el camino celestial.
Mi familia chiquita no se merecía semejante dolor tan parecido a la traición.
No creas que he olvidado remisas fundamentales.
Sucede que la soledad aplasta como si fuera una máquina trituradora.
Por favor no quiero que mis letras te produzcan tristeza.
Mi intención es contarte el día a día aún cuando sepa que desde otro plano no se te escapa ningún detalle.
Quisiera decirte que estoy relativamente bien.
Sabés que no puedo mentir y la palabra felicidad desapareció de mi lenguaje.
Volverá cuanto podamos estar juntos para siempre y como antes.
Te amo, me encantaría conocer la fecha de nuestro reencuentro.
Ninguno de los sabemos cuando se producirá.
Mientras tanto como siempre te ruego que nunca te olvide cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=n3McD-676Jw&t=4524s
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