CARECE DE SEBTUDI NO TENERTE

No siento comodidad en estas fechas tan especiales para la humanidad.
Tampoco deben sentirse satisfechas cada una de las mamás que ha pasado por instancias parecidas a la mía.
No soy necia ni creo que la única mujer que sufre en suelo terrenal soy yo..
He conocido padres en esta instancia, nunca una mamá.
Para ello debería concurrir a los lugares guiados por terapeutas que intentan enseñar a vivir con la ausencia de nuestra mejor obra,
No tengo disposición para compartir mi dolor con terceros, no es tiempo.
Sería una hipocresía de mi parte aceptar esa ayuda que puede ser valiosa para quienes creen en ese tipo de terapias.
No quiero que nadie pierda su tiempo escuchando el horror que pasé,
Tampoco abusaría de un tiempo en el que no creo.
Distinto es el tratamiento psiquiiátrico.
Tengo la suerte de haber dado con la profesional que sabe escuchar.
Un ser humano excepcional al que muchos médicos terrenales deberían imitar.
Desde el principio me dijo la verdad t ello tiene un valor incuestionable.
Fue quien por primera vez me habló de estas conexiones mágicas que forman parte de mi vida cotidiana.
A los ojos de otros, mis textos resultaban una auto tortura que no me ayudaba.
Elegí apartar de mi mundo a todo aquello que lo perturbaba.
No se puede pedir a quien tiene las heridas abiertas por el peor dolor, que vuelva a escribir como antes, nunca ocurrirá.
Aquella mujer desapareció el día que Dios te llevó a su lado.
Estas semanas son muy difíciles para mí, debo agradecer y devolver los pedidos de felicidad que son habituales en estas fechas.
Sabés que soy sumamente reservada y no puedo compartir este sentimiento desgarrador con cualquier terrenal que se cruza en mi camino.
Sigo con mis caminatas, si es en la ribera de un curso de agua siento placer.
Sueño que en esos lugares me puedo encontrar con vos.
No deseo Convertirme en la asesina de mis ilusiones,
El poeta barroco Calderón de La Bara en su obra “La vida es sueño” decía: Soñar no cuesta nada y los sueños, sueños son.
Ruego que solo uno de los míos se convierta en realidad.
Para ello es necesario que deje de ser una utopía.
Ansío nuestro reencuentro, deseo darte un montón de besos como antes.
Tesoro, te amo por ello sigo pidiéndote que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

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