TIRMPO DE ROSAS, TIEMPO DE ETERNIDAD

Quienes como yo jugamos con las letras nunca sabemos con anticipación cual es el tema sobre el que construiremos una historia.
Como sabés ayer necesité ir al lugar donde están tus cenizas.
Tu alma no está allí, es algo simbólico que los terrenales tenemos como tradición ancestral.
Imaginé tu rostro incómodo pues te llevé flores blancas a sabiendas que las mismas te gustan en las plantas.
Sé que en tus genes hay algo de esa Señora bonita a la que tanto quisiste y tanto te amó.
Está entre las personas que desplegaron sus alas para recibirte en tiempo de rosas.
Tiempo de eternidad.
No fui sola sino acompañada de un duende que nunca dejará de quererte pese a que no podamos visualizarte como quisiéramos.
Ambos te llevamos adheridos al alma de distinta forma pero idéntico amor.
No te has ido.
Siempre estarás aquí.
Cuando quedé sola empecé a bucear entre los recuerdos.
Tus travesuras arrancan una sonrisa triste, pero sonrisa al fin.
Creo haberlo relatado, comenzaste a caminar incentivado por alverjillas fragantes que sostenía en mi mano.
Pauta sensible que indicaba que amarías la naturaleza en todas sus manifestaciones.
Así comenzó a nacer tu luz, el sentimiento puro hacia aquello a los que otros terrenales no le prestan atención.
Sos distinto a todo lo que conocí.
En ocasiones me gustaría que presenciaras directamente los avances de ti prima.
De ella tenés parecida la sonrisa que ríe con toda la cara.
Recuerdo sus manos entrelazadas y vos diciéndole “Qué linda sos, cuidate mucho.”
Es un sol que podés ver desde otra dimensión.
Quisiera que juntos camináramos como antes, deteniéndonos ante la belleza de los jardines salidos de un cuento.
Sé que los podés observar desde las alturas que otorga la eternidad.
Guardo cada recuerdo como el mayor tesoro.
Algunos los comparto, otros son de nuestra exclusiva propiedad.
No te asustes si no establezco esta conexión mágica que me da vida.
Sabés que soy estructurada con los horarios.
Tiempo para escribir, tiempo para pensarte con un amor difícil de dimensionar.
Detesto las esperas, pero como dicen los chicos no me queda otra.
En algún momento estaremos juntos para siempre.
Ayudame a buscar un rincón para guardar los besos que ahora no te puedo dar.
Tesoro te amo y te pienso con idéntica intensidad.
Te propongo eso que repito como una letanía a diario.
Nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=MmHtHAF_6AI