Saturday, August 24, 2019

MI DERROTERO




Vuelan los sueños hacia caminos desconocidos.
Fatídicamente en todos y cada uno de ellos parecen escaleras.
Deseo lleven al cielo para disfrutar depositando en tu mejilla el beso que espera desde hace mil cuatrocientos cincuenta y seis días.
Intento no se marchite con las heladas del invierno.
No es mi deseo se parezca a la gelidez, de la muerte buscando presas para saciar sus actos maliciosos.
Puedo asegurar sin temor a equivocarme que aparento estar sumida en un sueño profundo.
Es todo tan real que al despertar por esas órdenes que los terrenales y algunos humanos pueden transmitir a su cerebro. En esta ocasión estoy apresada entre la unión de los eslabones de una sutil cadena que impide movimientos con libertad.
Bien preciado por los seres que aman por sobre todo tener aquella para desarrollar realidades que a veces se alejan ondulando en el tiempo.
El estado onírico parece plácido,
Es tan real que temo el hechizo culmine en el instante menos esperado.
Mi estructura física no es la misma.
Desde los hombros o quizás desde la mitad de la espalda aparece una escalera.
Deseo con fervor, la misma me lleve al lugar donde estás.
¿Es el cielo del que tantos hablan y en mi caso aparece impertérrito sembrando más confusiones a las que tengo?
¿Cómo resolverlas si no estás presente para ayudarme?
¿Por qué la vida?
¿Para qué el destino?
¿Es casual mi derrotero?
¿Tiene sentido seguir viviendo cuando debería mirar desde tu horizonte?
¿Por qué no entienden que nada me ata a suelo terreno?
Asciendo cada peldaño de esa exótica escalera.
Me esperan paisajes entre montañas.
Serpenteantes cintas asfálticas, entre los cerros.
No tienen vértigo.
¿Hacía donde se dirigen?
¿Podrán acercarse a las puertas de tu cielo añil?
En este derrotero que no se donde culmina, encuentro flores silvestres.
Quiero detenerme un instante para juntar algunas.
Quizás se parezca a los ramos que llevo al cementerio cuando te visito.
No.
No son blancas.
Los pétalos multicolores alegran el alma.
¿Tengo alma?
¿Quedó algo de ella después de la peor devastación que puede sufrir una mujer que trajo al mundo a su descendiente para que viviera?
¿Estaré mutando a “La mujer rota” de la genial escritora francesa Simonne de Beauvoir.
Soy yo.
La desesperación me ha convertido en protagonista de su libro.
¿No saben que mi deseo es unir cada una de las partes destruidas de mi ser para llegar a vos entera?
¿Cómo se hace para alcanzar los objetivos culminantes de cada derrotero?
¿Por qué siento estar despierta en el momento que estoy durmiendo?
¿Cómo se llaman las fuerzas desconocidas, capaces de cambiar los paisajes?
Sigo ascendiendo por la ruta de las entelequias deseosas de abandonar ese estadío.
Vertientes de agua clara saciarán la sed que aparece cuando emprendemos un viaje sin destino cierto.
Ahuecaré las manos para tener un poco de agua clara para beber.
¿Cómo se hace para beber la vida?
¿Por qué en este mundo tan complicado es difícil explicar los sentimientos?
¿A qué se debe, me señalen por llorarte muerto?
¿No comprendieron que te quiero vivo a mi lado?
Continúo el ascenso por este paisa que cambia de manera continua.
Ahora no hay flores silvestres de pétalos multicolores.
Tampoco me acompaña ningún pájaro entonado suaves melodías.
Aparecen las espinas en el medio de la montaña desvestida.
Muestra su duro corazón de piedra.
El agua ha desaparecido.
El viento silba con más fuerza intentando infundir miedo.
¿Eolo, deidad de los vientos, no comprendés,
mi hijo trae fuerzas renovadas para que continúe ascendiendo.
¿Podrías buscar como objetivo a una mamá entregada?
¿Dónde radica la esencia de este pedido?
No es mi deseo sigas perdiendo tu tiempo.
¡Sopla en algún lado donde seas bienvenido!
¿Escuché bien?
¿Estás pidiendo que busque otro derrotero?
¿Cómo es posible estés tan vacío de contenido?
Una madre que ama a su hijo, jamás claudica.
¿Por qué tanta necedad?
Falta poco para llegar a la meta.
¿Encontraré el cielo?
¿Qué hacer si no te encuentro?
La esperanza se renueva.
Falta poco para llegar a la cima.
¿Podrías calmarte Eolo?
¿Por qué sos tan, desprolijo?
¿Quién o quines levantarán las hojas de los árboles que has desnudado?
¿Ellos te temen?
No es mi caso.
Estoy dispuesta a enfrentar a quienes se opongan al reencuentro con el ser que más amo en esta y otras vidas.
¿Cuál es tu esencia para derribar todo?
¿Aprueban tus padres semejante comportamiento?
¿Dónde puedo encontrar tu estirpe?
¿Puedo pedirte algo?
No hagas pierda mis minutos valiosos.
Falta poco para llegar al fin de la escalera que lleva al cielo para poder reencontrarme con mi hijo.
No estoy exhausta.
Poseo la energía que me brinda el ser especial y lumino que es mijo.
¿Pretenden escriba, fue?
Nunca.
El amor de mi existencia está vivo en cada célula de mi ser.
No es.
Tratá de utilizar el tiempo presente.
¿No es de tu agrado?
Escapa a mi entendimiento.
Dueño de las más bellas siete letras que conforman tu nombre amado.
Estoy llegando.
Siento emociones imposibles de adjetivar.
En instantes podré verte.
Abrazarte.
Entregarte la carga de mi mochila.
Cuatro.
Tres.
Dos.
Amoroso estoy arribando.
Por favor extendé tu mano.
Necesito me sostengas para no caer al vacío.
Falta solo un escalón para concluir con mi derrotero.
¿Podés visualizarme?
¡Soy tu mamá!
¡Te amo tesoro de mi alma!
En el último peldaño de este ascenso soñado, aparece la estrella más grande del universo.
¡Encandila!
¡Hijito esperame!
Por favor tendé tus manos.
No permitas se diluya este intento.
El sol encandila la última parte de mi derrotero.
La oscuridad aparee,
Lloro por no poder visualizarte.
¿Podés escuchar mi clamor?
¿Sabías te amo con locura?
¿Podrías explicarme esos gritos desgarradores?
¿Pertenecen a otras mujeres que han perdido al hijo de sus entrañas?
¿Estoy desesperada?
No intentes salvarme de este derrumbe.
¿Estoy ciega?
¿Esos alaridos corresponden a las almas que nunca tendrán cura?
¡Hijito, no me dejes sola!
¡He venido a rescatarte de los brazos de la muerte para que estemos juntos!
¿No es posible?
¿Cómo hacer para detener las lágrimas nacidas en el espanto?
Te amo, ser esperado durante nueve lunas y sus soles.
Deseo reencontrarte para cumplir con las necesidades de una madre.
¿Podés escucharme?
No ha sido vano el intento de acercarme.
El sol obnubiló la vision.
No es capaz de quemar el amor incondicional que te tengo.
¿Podrías esperar mi arribo?
Recorreré todos los paisajes que anteceden a la escalera que lleva a los cielos.
Poco importa si nacen en mi espalda o están cautivas en mis sueños.
Nada es relevante cuando se ama al ser que trajo a la vida para que viviera, de manera loca.
Poco me importan los adjetivos que utilicen para referirse a mi persona.
El amor de una madre hacia su hijo es enorme.
No se compara con nada.
¡No me han vencido!
¡Continuaré mi derrotero!
¡Ayudame!
No olvides nunca, cuanto te quiere tu mamá.


https://www.youtube.com/watch?v=viUSBfh4kfI


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