Sunday, April 29, 2007

LAS CUATRO ESTACIONES SIN ÉL

Hace trece (13) días que decidimos, hacer un paréntesis en nuestra relación, pese a que nos casamos hace (7) años.
¿Recuerdas fue el 17-11-1999?.
Dos días después el diez y nueve (19) consagraríamos nuestro amor ante Dios.
Luchamos contra el mundo por la diferencia de edades, mis padres se oponían a nuestra relación, decían que con el correr del tiempo las años que nos llevabamos serían más que notorios.
Nos amamos tanto que ninguno de los dos (2) advirtió que eso podría ser realidad algún día.
Recuerdo que juntos elegimos la pequeña iglesia de madera para la ceremonia religiosa.
Los bancos estaban adornados con flores y moños idénticas a las veintitrés (23) rosas que formaban mi ramo.
Cuando extendiste tu mano para llevarme al altar, nos miramos, allí pensé que el destino nos uniría para siempre.
La voz de la soprano entonando el Ave María erizaba nuestra piel de emoción, también la de los concurrentes, parecía un pájaro entregando esos gorjeos mágicos que nacían en su privilegiada garganta.
Detrás nuestro Milenia, una preciosa niña de tres (3) años divertida jugaba con nuestras alianzas.
Decidimos reunir a familiares y amigos en la casa que junto habíamos proyectado,en los jardines estaban dispuestas las mesas, cada una tenía como único arreglo una copa con una vela rodeada de cinco (5) flores, solo vos y yo conocíamos el significado.
Cómplices nos reíamos, en cada detalle estaba representada un fecha nuestra.
A la mañana siguiente abordamos un crucero, que nos llevaría a conocer otras tierras, duraba exactamente veintinueve días (29).
Recorrimos varios puertos, tus manos eran una extensión de mi cuerpo, nunca me soltabas, temías que cayera.
El sol doraba nuestros cuerpos, jugábamos en la arena, el encuentro de nuestras miradas convocaba al fuego, la luz de la primera estrella anunciaba la noche y sus misterios.
Fueron los días más felices de nuestras vidas.
Los destellos de la luna iluminaban cada proyecto.
Planificamos nuestra familia, primero nació Joshuá, lo amábamos, me divertía verlos jugar a la pelota, vos parecías más niño que él.
Una tarde de verano, te pedí que regresaras temprano quería que supieras que otro fruto de nuestro amor crecía en mis entrañas, seguramente nacería con las primeras flores de la primavera.
Hoy estoy sola, me revelo ante esta separación pero la acepto, en el fondo de tu corazón aún vive un niño que se pelea con los fantasmas que viven en tu imaginación.
El alma me cuenta que pronto regresarás a casa, la sonrisa de tus hijos junto a la mía te espera.
No tengas miedo, nada será diferente, solo el paisaje ha cambiado un poco, el otoño desvistió los árboles, en sus ramas hicieron nido las palomas .
Estoy segura que cuando nazca el primer polluelo, otra vez tu risa sonora le pondrá música a ésta, tu casa.Cuando el invierno anuncie su llegada, con el primer copo de nieve regresarás a nuestro lado.

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