Thursday, June 05, 2008

DOBLE VIDA

El Doctor Merengue fue un reconocido abogado, culminó sus estudios obteniendo medalla de oro y diploma de honor.
Al poco tiempo de recibirse gana una fortuna en un juicio millonario, con ese dinero compró una mansión en las afueras de la ciudad.
Esa noche le propondría matrimonio a Adela, su novia de toda la vida, una mujer delgada, sobria, elegante, dotada de una belleza especial.
La ceremonia religiosa se concretó en los jardines de la residencia, viajarían al exterior por pocos días, Él comenzaba a cimentar su fama de profesional descollante.
Al regreso conformaría su estudio en el ala delantera de la casa, una biblioteca gigante provocaba la envidia de todos los amigos.
Adela se ocupaba de dirigir a los empleados que la asistían en el mantenimiento de la vivienda.
Como siempre el atildado Doctor vestía un traje negro, una cadena de oro cruzaba su abdomen prominente, sosteniendo el reloj de bolsillo que guardaba en el chaleco.
La vida se desarrollaba en forma normal, asistían a conciertos y veladas con los amigos, Adela lucía como una modelo los trajes largos.
Todos querían tener como invitados al matrimonio afortunado.
Una tarde Adela sorprendió a su esposo, quería ser ella quien le acercara el café de la tarde.
Los expedientes descansaban en el escritorio, el abogado elegía los casos que fueran más rentables.
Cuando se acercó, Adela observó la pila de casos, estaba orgullosa de su pareja, hasta que vio una revista escondida entre los papeles, no podía dar crédito a lo que se presentaba ante sus ojos, desde la revista Rico Tipo, mujeres pulposas, casi desnudas, regocijaban la mirada de su marido.
Ofuscada se retiró del estudio, se preguntaba cómo un hombre aparentemente serio, podía deleitarse mirando esas revistas.
El Doctor Merengue siguió a la mujer, intentaba explicarle que esas revistas habían llegado de casualidad, utilizó todos los recursos para convencerla, ella no le perdonaría nunca a un hombre que ante los ojos de todos era serio semejante vulgaridad, jamás perdonaría la doble vida de su compañero.
Esta vez el Doctor Merengue no pudo convencer a la mujer que rápidamente le solicitó el divorcio, viviría tranquila por el resto de sus días.
El Doctor Merengue siguió con una vida disipada, llegó a conocer a Adriana, una de las modelos que posaba para la revista.
En poco tiempo Adriana consiguió un piso en una de las zonas más elegantes y caras de Buenos Aires, el accedía a todos los caprichos de su nueva pareja, compartían una cuenta para que cubriera sus gastos, se sentía más joven, disfrutaba esta nueva etapa de su vida.
Una tarde llamaron al departamento de la mujer, un ordenanza del banco le notificaba que debía concurrir a la entidad con el propósito de enterarse de algunas irregularidades.
A la mañana siguiente llegó con puntualidad a la institución, intentó hacer valer su fama de abogado de ricos y famosos.
El banco fue inflexible, hacía tiempo que la cuenta que compartía con Adriana giraba en rojo, de nada valieron sus argumentos, menos su intención de cubrir el dinero faltante, había perdido prestigio, tantas veces había utilizado un doble discurso que nadie creía en sus palabras.
Comenzaron a cerrarse todas las puertas, la curvilínea Adriana se alejó del departamento que compartían, no sin antes llevarse las obras de arte que lo engalanaban.
El Doctor Merengue terminó sus días solo, en la más absoluta miseria.A
dela rehízo su vida, se mudó a otro país, al Doctor Merengue,a veces lo encontraban en el kiosco de diarios mirando las mujeres que le sonreían desde la tapa de la revista.

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