Friday, June 27, 2008

TRANSPARENCIAS






Por primera vez observó el sol, el exterior no era como lo imaginaba, se acercó al telescopio más potente notando que esa estrella que muchos en la tierra veían dorada o rojiza, era transparente.

La emoción lo invadía el espectáculo que veía era de una belleza infinita, el deseo de estar más cerca hizo que derramara las primeras lágrimas.

Realizó varias anotaciones, debía contar al mundo su descubrimiento.

Una interminable escalera de estrellas llevaban al centro de la esfera incolora.

No era un astro solitario, estaba poblado por seres que alguna vez habían vivido en la tierra.

Él también anhelaba estar ahí, acercarse a las imágenes que parecían flotar.

En un instante su cuerpo levitaba, ahora subía por la escalera luminosa que formaban las estrellas.

No sentía temor la sensación de plácida paz se había apoderado de su cuerpo, alrededor los coloridos planetas lo saludan.

En el último peldaño de la escalera, quedó paralizado ante tanta belleza.

En el interior del disco solar encontró personas que alguna vez había visto en su vida terrena, una mano amiga lo invitó a pasar.

Los más grandes se dedicaban a pulir las estrellas, los pequeños jugaban con fragmentos de ellas, bellas mujeres juntaban hilos dorados que el viento estelar quitaba de los rayos que formaban la larga cabellera del sol, esas hebras serían utilizadas para bordar los vestidos que cubrían la esbeltez de los cuerpos de las diosas que habitaban ese sitio.

El espacio era inmenso, todos vivían en armonía.

Se acercó a un anciano de larga barba, tenía el aspecto de un sabio.

Le contó que era astrónomo, dedicaba gran parte del día a la observación de los cuerpos celestes, cuando regresara debía contar sus vivencias.

El anciano posó sus manos en la cabeza de nuestro protagonista, explicándole que todos los que habían optado por conocer ese círculo transparente, no tendrían posibilidad de volver a la tierra, sitio que la mano del hombre, los intereses desmedidos y la soberbia habían contaminado hasta hacerla semejante a un infierno.

Lejos de entristecerse ayudó al sabio a incorporarse, juntos irían a observar el planeta madre.

Desde una sala miraban a los hermanos que ofrendaban su vida en luchas sangrientas y sin sentido, veían hombres y mujeres intentando trabajar, chicos en la calle que no asistían a las escuelas por innumerables conflictos.

A kilómetros de allí , veían el humo de bosques quemados, el mismo que mucha veces trató de ocultar a la mayor estrella del universo.

No tenía sentido regresar al caos.

El sabio prometió al visitante ayudarlo a volver cuando reinara la paz y concordia entre los hermanos que poblaban la tierra.

No comments: