SOBREVIVIENTE

Estaban paseando por los bosques patagónicos, admiraban la vegetación, pequeñas flores amarillas formaban círculos al pié de los árboles, eran tan altos que apenas dejaban pasar los rayos del sol.

Era el lugar elegido para pasar un día de descanso.

Cerca del lago extendieron el mantel a cuadros, allí apoyaron la canasta de mimbre, los más pequeños intentaban sacar los peces plateados que aleteaban debajo del espejo de agua, los más grandes tomaban mate.

Aníbal, pese a tener el día libre en el baúl de la camioneta guardaba el uniforme, era brigadista.

Almorzaron cerca de la orilla , el calor invitaba a ingresar a las frías aguas.

Jugaron un picadito, todo era alegría.

Era hora de regresar el día había sido magnífico, recogieron todos los elementos que habían utilizado, solo quedarían sobre la gramilla miguitas de pan, serían el alimento de las gaviotas que acompañaban la estela espumosa que dejaban las embarcaciones.

En unos minutos saludarían al guardaparque , al bajar del vehículo sintió olor a quemado, despidió a su mujer e hijos, buscó el uniforme de brigadista.

Por radio se comunicaron con el resto de la brigada, el viento extendía los focos ígneos, trabajarían con palas y machetes para circunscribirlo, la lucha era cuerpo a cuerpo, rezaban para que lloviera, era más fácil pedirle a la naturaleza un poco de alivio, que esperar los aviones hidrantes.

La extinción duró varios días.

Aníbal sacaba fuerzas de donde no tenía, el fuego había transformado en cenizas las añosas lengas, algunos rescatistas habían perdido la vida.

Al inicio del bosque Juan con su guitarra cantaba llamando a la lluvia.

Entre el humo apareció su hermano, llevaba el casco en las manos, el pasamontañas negro solo dejaba a la vista la mirada de Aníbal, clara como el agua mansa, nublada por las lágrimas.

Antes de descubrirse el rostro para abrazar a su hermano escuchó los más lindos versos

"Cantando al sol,como la cigarra,

después de un añobajo la tierra,

igual que sobreviviente

que vuelve de la guerra."

Juan agradeció a Dios que su hermano hubiera sobrevivido al infierno.

Atrás el humo se elevaba hasta el cielo.

Abrazado a su hermano, una vez más agradecieron a la vida.