SOMBRAS EN EL ESPEJO

Por fuera parecía un ángel,los ojos azules asemejaban al océano, como él, traviesa jugaba con las olas, llamaba al viento en busca de ayuda, sola no podía.
Quería sostener un amor a través de sentimientos no correspondidos.
Iracunda arrasa con todo, no tenía piedad, solo pensamientos oscuros.
La vida pasaba, los años dejaban su huella, pese a todo conservaba su cara bonita.
Codiciada por muchos hombres alimentaba las fantasías, pero el amor verdadero se había ido lejos.
Tan lejos que la había olvidado hasta convertirla en una sombra.
Gritó su desconsuelo, nadie osaría herirla, ella era poderosa o eso creía.
El espejo la devolvía a la realidad, tenía la cara surcada por arrugas, un rictus de amargura se apoderaba de su rostro.
Lloraba en silencio el tiempo perdido, nada hacía por remediarlo, hasta los recuerdos habían partido ante tantas muestras de intolerancia.
El silencio acompañaba la sombra reflejada en un espejo.
Estrelló un pote de crema sobre la lámina plateada.
No era ella.
El alma solitaria estaba reflejada en el espejo cuarteado por la ira.
Era ella y la soledad, nada podría revertir el presente.
En ese instante sonó el teléfono, una vez más el hombre que amaba con locura, desistía de la cita.
Lloró amargamente, rompió todo lo que estaba a su alcance, arrepentida preguntaba al silencio, por qué el destino no le había dado un hijo, un niño hubiera sido la extensión de un amor no correspondido, lo tendría para ella sola, se vería reflejada en su carita rosada.
Tenía amor para dar aún cuando no se diera cuenta.
Corrió a la playa, la cabellera castaña había dejado de convertirse en un manto protector, ahora eran raíces que indefectiblemente la llevaban a las entrañas del océano para mostrarle la muerte.
Sueños oscuros acunan los designios del destino, lejos de la visión humana serás parte del agua, que todo purifica.
Levántate y anda.