LUMINISCENCIA POLAR

Voluntariamente, dejaré la imaginación me saque de mi refugio.
No deseo permanecer aquí.
Los recuerdos se corporizan quitándome la respiración.
En dos días se cumplirán cuarenta y seis meses de tu ausencia atroz.
Pensar en los cuatro años que nos separan produce el peor de los dolores que puede sentir una madre.
A medida que transcurren los días el peso de la soledad es más notorio.
La realidad muestra el rostro menos pensado.
No quiero asumir tu muerte.
Tampoco puedo evitarlo cuando mis dilemas tienen como respuesta la sonoridad del silencio.
Quiero imaginar estoy abordando un vuelo.
En poco más de tres horas llegaré a destino.
Los albures polares demoran en llegar.
Me espera una casa con las luces encendidas a mitad de camino entre el aeropuerto y la ciudad más austral del mundo.
Las luminarias brillan de manera particular.
Es por efecto de la gelidez del ambiente.
Ha nevado en las últimas horas, el frío se hace sentir.
Mi clima preferido cuando estábamos juntos.
Ya, no.
No puedo eludir encadenar los sucesos.
Cuando te despedí por última vez, tu carita parecía un trozo de hielo, que acercaba a mis labios en el momento de darte el beso final del adiós.
¿Es posible tapar con el manto del olvido, ese momento tan dramático?
Sería irracional intentarlo.
Los sentimientos están guardados en la mente.
El dolor acumulado en lo que queda del alma hecha jirones.
Ni bien entre a la vivienda apagaré las luces.
Solo dejaré encendidas las indispensables.
No es necesario iluminar la tristeza.
No cambará la penumbra del raciocinio, tampoco la del corazón.
Detrás de la casa los pinos en hileras serán mudos testigos del espectáculo que se desarrollará en esta época del año.
Las auroras australes encenderán el cielo con diversos colores.
El efecto colorido hará creer a las estrellas han cambiado su clásico atuendo diamantino.
Es tiempo de acumulación de radiación, producida por efecto de los vientos solares que desde la tierra no se llegan a observar por la distancia existente entre Gea, nuestra casa, y la estrella más grande del universo.
A medida que vaya liberando energía el cielo adquirirá tonos verdes como las esmeraldas.
Cambiarán en un instante a pinceladas púrpuras.
Gala en el firmamento.
Las bajas temperaturas intensificarán los colores más hermosos que se puedan imaginar.
Este fenómeno es conocido como Auroras Australes en el hemisferio sur y Boreales en el Norte.
Juntos las hemos presenciado en alguna ocasión, sorprendiéndonos.
Se hace difícil soportar el peso de la angustia.
La ansiedad por encontrarte alguna vez, intensifica la pesada carga.
Tengo la certeza que si estuvieras a mi lado, no dejarías de disparar la cámara de tu celular, capturando imágenes que no son visibles en otros lados del suelo terrenal.
Norte o sur.
Solo allí podemos apreciar las descargas de radiación.
No temas mi cielo, no voy a dar más explicaciones.
Menos de carácter científico. No corresponde.
Solo hay que abrir los sentimientos ante esa mágica presencia que nos permite soñar.
¿Cuáles son mis sueños?
Encontrarte para darte un beso.
Extender los brazos y cerrarlos en un abrazo.
Estoy cansada.
Aquellos mueren en la punta de mis dedos cuando deseo cerrar los brazos.
Tormento innecesario para quien sintió dicha plena al lado del ser más amado.
Nunca dejaré de preguntar ¿Cuál es el sitio donde estás?
¿Es cierto que al llegar a ese hábitat las cenizas vuelven a corporizarse?
¿Deseo escuchar las respuestas a tantos cuestionamientos?
Debo confesar sin pudor alguno que tengo terror del camino que transita el raciocinio?
¿Alguna vez con la peor dureza se despertará la conciencia para gritar que mi mundo es una entelequia que como tal niega la cruel realidad?
¿Hacia donde se dirige el alma o esencia de los muertos?
¿Se eleva hacia algún enclave?
¿Por qué las explicaciones que se brindan a través de las palabras de los teólogos, no son concluyentes?
Si no fuera auténtica podría divagar sobre ciertos sofismas.
No dudaría en cambiar viejos paradigmas.
¿Tendría poder de convencer a terceros?
¿Serviría esa postura o se trataría de mentiras disfrazadas?
No son de mi agrado las palabras con exceso de edulcorante.
Prefiero los razonamientos directos.
Loas mentiras no son el inicio de ningún camino por atravesar.
Tengo mil dilemas.
Lo reconozco.
En alguna oportunidad alguien a quien respeto, sugirió que si fuera a un grupo de oración, me sentiría mejor.
Al preguntar donde estaban esos espacios, el intelecto que me permite discernir, huyó despavorido.
Ello no quiere decir, no respete las creencias de otros.
Simplemente sostengo mis conceptos sobre la vida y la muerte que los legos, asimilan de una manera incomprensible.
Allá ellos y sus deducciones mononeuronales.
Hago referencia a los que se creen impunes para realizar valoraciones tan horrorosas como hirientes.
De esos entes que ni siquiera puedo calificar como terrenales, es mejor poner distancia.
¿Podrías acompañarme en esta aventura imaginaria?
Estamos en el sur de nuestro país.
Asidos de la mano contemplamos el más bello de los espectáculos.
El universo vestido de diferentes colores.
¿Serán las pinceladas de mi artista favorito?
Ni por un instante dejás de capturar vistas desde distintos ángulos.
¿Podremos elegir la más hermosa entre tantas?
Seguramente, no.
Las auroras polares iluminan el orbe.
El estado de satisfacción nos embarga a los dos.
¿Has visto esa estrella fugaz?
Dicen que hay que pedir un deseo.
¿Por qué no siento el calor de tu mano el la mía?
Abstraída en mis pensamientos no reparé en el instante que desapareciste.
Te busco con desesperación.
No es posible que también huyas de la imaginación de tu mamá.
¿Por qué los segundos dichosos son solo una quimera?
¿Por qué una vez más debo conformarme con tan poco habiendo tenido tanto?
¿No fueron capaces de dejar a mi descendiente a mi lado para observar los colores del universo?
¿Por qué siempre aparecen sin ser convocados?
¿Cuál es la potestad que les permite inmiscuirse en mi imaginación?
¿Hasta cuando deberé soportar tanta invasión?
¿Por qué eligen ser rechazados de manera constante?
Tesoro de mis entrañas, no es posible evitar la frustración.
Jamás pensé que estos entes tomaran por sorpresa la capacidad de imaginar.
Estoy cansada de luchar.
No te preocupes, ello no significa vaya a cesar en mis intentos.
Solo cuando tenga el pensamiento inmóvil dejaré de buscarte.
Te amo más que a nadie en este y otros mundos.
Por favor no olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=s0jzK4-O0to