Hola hijo
querido, te saludo diciendo lo mucho que te quiero y extraño.
La necesidad
de darte un beso es imposible de dimensionar.
¿Cuándo
podré cumplir con ese sueño?
Deseo
compartir con vos mi estado onírico donde pude verle el rostro a Poseidón.
Ubicada en
la zona costera, en una mañana de primavera, en un instante comenzó a soplar
una leve brisa.
Luego se
convertiría en viento.
Ello ayudó a
la formación de una ola diferente a las otras que moría en el mar, formando una
media curva, pude ver el rostro del Dios de las aguas.
Seguramente
le pedía al cielo siguiera reflejándose en el agua para no perder su color.
El tiempo se
detuvo en su juventud.
Si
contáramos cada día transcurrido,
hubiese encontrado, un anciano con rasgos marcados por las líneas que otorga la
vejez.
Al notar mi
cara de asombro, con vos humana saludó
“Buenos
días, soy Poseidón el Dios de las aguas”
Lo imaginé,
has sido importante en la vida de mu hijo.
“Es verdad,
ese muchacho que hoy no está más que en tu corazón, dedicaba mucho tiempo a mostrar
su destreza como nadador.
Cuando parecía
estar en peligro, era to quien lo empujaba hacia la costa, donde desesperada lo
esperabas.
¿Por qué
tenés miedo al agua?
Soy elemento
líquido, quienes naufragan en mi
superficie son los que desafían la vida, enfrentándose a la muerte.
Desconocen
que con ella nadie ha podido.
En ocasiones
es generosa, se lleva terrenales y humanos en un segundo sin hacerlos padecer.”
Puedo dar
fe, el ser que más amo en la vida, sufrió martirio y dolor.
Era yo quien
debía partir.
“Lo sé.
Todo se
desencadenó rápidamente.
Eso sucede
cuando hay elegidos,
Son seres
diferentes.
Fácilmente
identificables por la luz que suelen derramar.
No te
preocupes en el lugar que se encuentra está bien.
Tu
curiosidad es imposible de satisfacer.
Sé de tu
angustia u pesar,
Es posible
alguna vez encuentres resignación.
Conociéndote,
digo que para ello falta mucho.
Solo Cronos
puede saber el tiempo que demandará en que puedas aceptar tu hijo no está en
suelo terreno·”
Nunca
aceptaré tener un hijo muerto, es tan feroz como anormal.
Era yo quien
debía partir.
Lo traje a
la vida para que viviera y fuera el quien despidiera a su mamá.
“Estimo no
desconocerás que al nacer, todos llegamos a la tierra con un libro.
Posee
nuestra fecha de nacimiento, algunos datos que nos identifican.
El resto de
las páginas está en blanco.
Será completado
a las cero hora de cada día, hasta que la muerte nos venga a buscar.
Nadie sabe
cuándo sucederá.
Te inquieta
demasiado, de lo contrario no preguntarías el tiempo que te falta para irte de
suelo terreno.
Ni yo que
soy el Dios de las aguas, puedo ayudarte, pues no lo sé.
Nadie podrá
anunciarte, ña fecha u hora de ese evento, simplemente vendrá.
Nada debe
preocuparte.
Tu hijo
sufre al no poder brindarte la respuesta que esperás”
Ello provoca
mi desesperación, no es mi deseo seguir en un mundo hostil.
Nadie
merece, semejante destrato.
A ello no
puedo acostumbrarme.
Detesto
vulneren la memoria de mi hijo con actitudes paganas.
No lo merece,
como todos los seres de luz a todos quiso ayudar sin saber que post morten,
sería atormentado.
“No te
preocupes.
Tu hijo es
inteligente y a ciertas veleidades, conoce como ignorarlas.
Da vuelta la hoja.
Es posible
no encuentres respuestas a los actos miserables, a las actitudes nacidas en la ignorancia que no saben más que
agraviar, pues carecen de argumentos.
Comprendo no
es de tu agrado subestimen tu intelecto.
Lo hacen por
ese motivo.
No pierdas
tiempo,
Hace
bastante pasó con tu hijo y lo viste llorar, sin poder contener las lágrimas de
impotencia.
Deja sea
Cronos quien se encargue de esa tarea.
Diste todo
desde el amor proyectado por tu hijo”.
Te asiste la
razón visto desde esa óptica.
Por mi hijo
y su memoria nunca he contestado los agravios.
Entendiendo
existen otros caminos y recursos para modificar la situación.
El tema ha
sido recurrente.
No me sirve
de nada el pedido de disculpas por un ataque histérico que no provoqué.
Conservo la grabación del teléfono.
Esa reacción intempestiva no se corresponde con
la realidad.
“He sido tu
testigo de tu accionar correcto.
No te
tortures por algo que dejó de ser importante.
Deja sean
los especialistas quienes traten los trastornos de conducta.
Hazlo por
ese joven, feliz de nadar en mi territorio.
Del cielo he
tomado mi color.
Cuando está
gris o a pinto de llover las aguas son grises o plateadas.
En el lugar
que se halla tu hijo, también puede mostrar sus habilidades acuáticas.
No olvides
que tengo amigos en todos los espacios, en el firmamento y en el cosmos
también.
Despliega
tus alas para volar en esa escuadra de gaviotas que veo siempre.
No sientas
vértigo, pdrás acostumbrarte.
Un deleite
conocer a la madre de un eximio nadador”
Gracias
Poseidón tomaré todas y cada una de tus sugerencias.
Deseo lo
mejor para mi hijo, más allá del espacio donde se encuentre.
Trataré de
evitar las lágrimas que tanto lo conmovían.
Siempre fue
de los humanos que buscaban paz y placidez para sus iguales, más allá de
pensamientos erráticos
Continúa
desplazándote, sobre superficies acuosas.
Es tu
esencia.
Ha sido fructífero el intercambio mantenido con
Poseidón.
Pese que a
veces se muestra barvío con esta madre fue comprensivo.
Guardaré
para siempre sus sugerencias.
Te amo hijo.
Deseo
desplegar alas imaginarias para llegar a tu lado.
Nada tengo
que hacer en suelo terrenal.
En tu
hábitat o cerca del mismo podría entregarte tantos besos postergados.
Te prometo
llegar cuando suelten mis amarras.
Hijo hermoso,
te pido nunca olvides cuanto te quiere mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=P23Bdp6tu4c
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