Buenos días hijo
querido.
Te saludo en una mañana diáfana.
En horas de la madrugada he tenido un sueño que deseo
compartir con vos.
Estaba caminando por un bosque, iluminado por la Luna.
Selene había descendido del cielo, en su fase cuarto creciente, a descansar, para luego ascender
nuevamente en horas del atardecer.
Los lugareños al verme tan sorprendida, ante semejante
belleza, contaron, es el sitio que elige cuando está invisible a los ojos del ser humano.
Tendida sobre un manto de hojas, la Luna utiliza esos siete
días en que no podemos verla, con el propósito de buscar hierbas mágicas y así
estar siempre hermosa, colgada en el firmamento con su corte de estrellas y
constelaciones y algún cometa que surca velozmente su espacio habitual.
Sueño placentero, al pensar que toda mujer necesita
tratamientos de belleza, para luego mostrar su rostro radiante, a todos quienes
deseen admirar su espectacularidad, en la bóveda azul.
Nunca antes había tenido un sueño tan placentero.
Sucedió como si estuviera habitando el bosque desde hace
mucho tiempo.
Por las características del sitio, pienso que asida a tu
mano en alguna ocasión, caminamos por allí.
El satélite de la tierra, aún, cuando no le gusta la llamen así, es casi
tan perfecta como el Astro Rey.
Quien también descansa cuando las jornadas, aparecen
nubladas o el cielo derrama sus lágrimas, sin cesar.
Los estados oníricos que producen confort, logran cambiar el
ánimo de terrenales y humanos, para enfrentar las horas que vendrán.
Casi siempre deparando sorpresas inesperadas.
En circunstancias agradables, en otras no tanto.
Instancias para ponernos a prueba, por imposiciones del
destino y su inefable compañero Cronos, manipulando el tiempo de terrenales y
humanos.
He decido no enfrentarme con ellos.
Ello no significa un acto de sumisión sino de disfrutar las pinceladas de paz que
aparecen a diario.
Tengo claro cuáles son mis objetivos y nada podrá cambiar.
El principal es encontrarme con vos rápidamente, sin demasiadas dilaciones.
En algún momento llegaré junto a vos, cumpliendo la utopía
más ansiada.
Agradezco no ser eterna.
Solo temo no me reconozcas al llegar.
Sí lo harán nuestras almas gemelas, constituidas por
nosotros dos.
Para hoy elegí citas de autores, quienes refieren a la Luna.
Las dejo en nuestro lugar de encuentro, con la ilusión, que
puedas acceder a ellas.
Intuyo así será.
“Cuando admiro las maravillas de una puesta de sol o la belleza de la luna, mi alma se expande en la adoración del creador.
(Mahatma
Gandhi)
Tres cosas no pueden ser ocultadas por mucho tiempo: el sol,
la luna, y la verdad.
(Buda)
Hay noches en que los lobos están en silencio y aúlla la luna.
(George Carlin)
Es un espectáculo hermoso y encantador contemplar el cuerpo
de la Luna.
(Galileo Galilei)
Me gusta pensar que
la luna está ahí, incluso si no estoy mirando.
(Albert Einstein)
La luna es hermosa sólo cuando la mente está buscando la
belleza y el corazón está amando.
(Debasish Mridha)
La luna vive en el revestimiento de tu piel.
(Pablo Neruda)
La sabiduría de la Luna es mayor que la sabiduría de la Tierra, porque la Luna ve el universo más cerca que la Tierra.
(Mehmet Murat)
La Luna, como una flor en el alto arco del cielo, con
deleite silencioso, se instala y sonríe en la noche.
(William Blake)
Hay un brillo del Sol y otro de la Luna; uno del fuego y
otro del agua. Todos fueron dotados de luz por Cristo, arquitecto del mundo.
(Miguel Servet)
Al claro de luna el ciruelo blanco parece un árbol en invierno.
(Yosa Buson)
Cuando sale la luna se pierden las campanas y aparecen las
sendas impenetrables Cuando sale la luna, el mar cubre la tierra y el corazón
se siente isla en el infinito.
(Federico García
Lorca)
Mi granero se ha
quemado. Ahora puedo ver la luna.
(Karl Marx)
En el majestuoso conjunto de la creación, nada hay que me
conmueva tan hondamente, que acaricie mi espíritu y dé vuelo a mi fantasía como
la luz apacible y desmayada de la luna.”
(Gustavo Adolfo Bécquer)
Tesoro de mi existencia, te extraño y amo de manera
incondicional.
Un amor difícil de describir, con palabras nuevas.
Las he buscado sin éxito.
No se han creado aún.
El amor maternal no es un sentimiento tan puro que
ningún vocablo, puede expresarlo en su
cabal dimensión.
Hijo amado, necesito pases por mis sueños.
Es la única forma que tendría, de entregarte, todos los
besos que tengo guardados para vos.
Necesito cristalizar y rescatar del mundo de las entelequias,
todos los abrazos que no has podido recibir, en más de siete años.
Mis manos no comprenden por qué no pueden derramar caricias
desde hace tanto tiempo.
Sos el único dueño de tanto amor.
Podríamos aprovechar la ocasión de ese encuentro fugaz, para
comenzar mi propio ascenso.
Es muy difícil permanecer, donde no se desea estar.
El agobio aniquila los mejores deseos, el mío es estar en
una estrella cercana a tu hábitat.
Cuando ello ocurra cesarán los reclamos.
Juntos podremos mirar, desde ese lugar enigmático donde
estás, la Luna escondida y a la vez recordar todos los momentos compartidos,
aquí en territorio de Gea.
Como es habitual, en cada una de estas conexiones, en nombre
del amor que nos tenemos, he de reiterar mi pedido, por favor nunca olvides cuanto
te quiere,
Mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=JWbrs-GNpoI
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