Buenos días hijo querido.
Te saludo en una mañana otoñal, soleada y fresca, el tiempo
que me gusta a mí.
Ayer en las primeras horas de la tarde, Laura vino por mí,
para pasear en su camioneta.
La intención era despejarse, de un tema comercial que aqueja
su inmobiliaria.
Mo tenía rumbo fijo, por lo tanto decidió nos alejáramos,
varios kilómetros de mi refugio.
La ruta solitaria
tenía a su costado, un antiguo ramal ferroviario, ambas pensamos se
trataba de uno de los tantos por los que suele transitar trenes de carga.
Nuestra sorpresa fue, hallar a una joven mujer, con una
maleta y una flor de girasol.
Llamó nuestra atención escuchar, el sonido de una vieja
locomotora alimentada a carbón.
El humo dibujaba volutas de humo oscuro que adquiría un tono
gris al elevarse al cielo.
Laura detuvo la camioneta pues en ese sitio no existían
andenes, algo que dificultaba el ascenso.
La joven tuvo suerte.
En esos lugares campestres, el guarda de la formación, ayuda
a las mujeres y niños a subir a cada vagón y es allí, donde se adquiere el
boleto ,hacia el destino seleccionado.
Muchos ramales ferroviarios, fueron levantados en la década
del noventa, para darle prioridad a otros medios de transporte, más caros, por
decisiones que en aquel entonces le convenían al gobierno de turno.
En los pueblos del interior de nuestro extenso país siguen
circulando los trenes, más modernos.
Estamos a años luz de tener trenes de alta velocidad, como
existen en los países del primer mundo.
Con Laura nos preguntamos hacia donde viajaría la joven del
vestido rojo y el por qué llevar entre sus manos una hermosa flor de girasol.
Esa visión fue suficiente para cambiar su humor.
Los problemas dejan de serlo, cuando se tiene la posibilidad
de charlarlos con otra persona, que te quiera y comprenda.
El resto del tiempo, conversamos sobre los avances en el
jardín de infantes, del pequeño Indra.
Estuviste presente en todo momento.
Laura aprendió a quererte, aún, cuando no te conoció.
Sentimientos de otra mamá.
Hablamos en cada ocasión que nos vemos, de los regalos que
nos hace la vida, la pena cuando esos obsequios se alejan de nuestro lado por
los arbitrios e insensatez del destino.
Nos detuvimos en un café a merendar y luego emprender, el
regreso a nuestros hogares con el alma satisfecha, por haber hallado solución a
la situación por la que pasaba.
Para la fecha encontré frases de autores reconocidos,
referidas al significado de viajar en tren.
Las dejo en nuestro lugar de encuentro, siempre ilusionada
con tu acceso a ellas.
“«Ser como un tren; ir en la lluvia, ir al sol, ir en la
tormenta, ir en los túneles oscuros! Ser como un tren; concentrarse en su
camino e ir sin dudar!». Mehmet Murat ildan.
«Conducir el tren no establece su rumbo. El verdadero
trabajo es poner la pista».
Ed Catmull.
«Los trenes siempre
llegan a su estación. La pregunta es ¿cuál tomar?»
Mehmet Murat ildan.
«Sería más sencillo,
si el tren fuera sólo un medio para mover gente. Pero el tren también es
fotogénico, nostálgico y divertido, una fuente de empleo e impuestos, el
orgullo de cada Cámara de Comercio, y algo en lo que cuelgas correo y coches
exprés en un extremo y un coche de negocios en el otro».
Andrew Dow.
«La única manera de
estar seguro de tomar un tren es perder el que tiene delante».
Gilbert K.
Chesterton.
«¡Perder un tren sólo es doloroso si corres detrás de él!
Del mismo modo, no coincidir con la idea de éxito que otros esperan de ti sólo
es doloroso si eso es lo que estás buscando».
Nassim Nicholas Taleb.
«Somos el tren y las vías son el camino que siguen nuestras
vidas. El control en el despacho está Dios, y está supervisando cada uno de
nuestros movimientos y coordinando lo que sucede».
Joshua Robinson.
«Si tu tren está en
el camino equivocado cada estación a la que vienes es la estación equivocada». Bernard
Malamud.
«Si un tren no se detiene en tu estación, entonces no es tu tren».
Marianne Williamson.
«Nuestra vida es un
viaje constante, desde el nacimiento hasta la muerte. El paisaje cambia, la
gente cambia, nuestras necesidades cambian, pero el tren sigue moviéndose. La
vida es el tren, no la estación».
Paulo Coelho.
Tesoro de mi alma, te extraño y te amo cada día un poco más.
Recuerda pasar nuevamente por mis sueños, así puedo
cristalizar la utopía de entregarte todo los besos que no te di.
Estrecharte en el abrazo. Más extenso y cálido que espera
ser realidad.
Mis manos desean acariciarte como antes.
Lo más importante es que vengas por mí.
No es mi deseo perpetuarme en suelo terrenal.
Espacio adverso, desde tu ausencia temprana.
Mi lugar está junto a vos, amado ser de luz, amigo fiel.
¿Cuándo vendrás en mi búsqueda?
Deseosa de vivir en una estrella cercana a tu hábitat,
siempre reiteraré mi pedido.
Con el amor que siempre nos unirá, en cualquier tiempo y
espacio, por favor, nunca olvides cuanto te quiere,
Mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=TtPQ3Jky-28&t=87s
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