DESCANSANDO EN LOS LIBROS

Buenos días hijo querido.

Te saludo en otra mañana lluviosa y fresca.

Hace días el cielo no deja de llorar, aún, cuando debo reconocer que en horas del mediodía aparece el Astro Rey, intentando, las nubes se alejen con la potencia de sus dorados destellos.

A esa hora, inicio mis caminatas hacia la vera del Río de la Plata.

Ayer encontré,

una mujer muy bella tratando de alcanzar las nubes del cielo.

Los había apilado uno sobre el otro, como si fuera una torre de libros.

Los había colocado de manera tal, que pudiera utilizarlos como peldaños y descansar en el último escalón.

Es la imagen elegida para el encuentro de hoy, dado que nunca había atravesado una situación  similar y todo lo bello me gusta compartirlo con vos.

Los libros son fuente de riqueza y conocimiento.

También para algunos lectores, son fuente de inspiración, otros adquieren aprendizaje y algunos lo toman como eje para cumplir sus sueños o recordar, momentos felices de la vida.

Al tomar una fotografía para que fuera la imagen de este encuentro. pensé  que esa mujer podía haber sido una deidad griega decidiendo bajar a la tierra con el propósito de conocernos.

El rostro y la vestimenta de tono blanco me llevaron a pensar de ese modo.

Quienes nos hemos dedicado a interesarnos por la cultura griega, cuna de la sabiduría, sabemos que utilizan ese tipo de atuendos, despojados para no hacer diferencia con aquellos que  las siguen o mi caso, han ingresado a la historia de muchos protagonistas de la cultura griega, hace miles de años.

Actitudes que ponto serían adoptadas por los romanos de aquellos años.

Resulta interesante, acceder a esos conocimientos a efectos de comparar a sus protagonistas.

No solo para comparar sino para aprender.

Hoy elegí frases y cutas de autores célebres, quienes en sus letras aluden a los libros, en general.

Las dejo en nuestro lugar de encuentro de cada mañana, para que puedas acceder a su contenido.

 

“«Un buen libro es aquel que se abre con expectación y se cierra con provecho»

, Amos Bronson Alcot

 

«Las personas libres jamás podrán concebir lo que los libros significan para quienes vivimos encerrados»,

 Ana Frank.

 

«Ante ciertos libros uno se pregunta: ¿quién los leerá? Y ante ciertas personas uno se pregunta: ¿Qué leerán? Y al fin los libros y las personas se encuentran»,

 André Gide,

 

 «La lectura de un libro es un diálogo incesante, en el que el libro habla y el alma contesta».

 André Maurois,

 

«Gastar dinero en los libros es una inversión que rinde buen interés»,

 Benjamín Franklin

 

«Una habitación sin libros es como un cuerpo sin alma»

Marco Tulio Cicerón

 

 «El leer sin pensar nos hace una mente desordenada. El pensar sin leer nos hace desequilibrados»

Confucio,

 

«No hay dos personas que lean el mismo libro»,

 Edmund Wilson,

 

«Más libros, más libres»,

 Enrique Tierno Galván,

 

 «Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro»

, Federico García Lorca

 

 «Allí donde se queman los libros, se acaba por quemar a los hombres»,

 Heinrich Heine

 

«Donde se quiere a los libros también se quiere a los hombres», 

Heinrich Heine

 

“Un clásico es un libro que nunca ha terminado de decir lo que tiene que decir»,

Italo Calvino

 

«Los libros son como los amigos, no siempre es el mejor el que más nos gusta»,

 Jacinto Benavente

 

 «Los libros son las abejas que llevan el polen de una inteligencia a otra»,

James Russell Lowell,

 

«Los libros nos dan consejos que no se atreverían a darnos nuestros amigos»,

 Jean-Nicolas Bouilly

 

 «Por el grosor del polvo en los libros de una biblioteca pública puede medirse la cultura de un pueblo»

 John Steinbeck

 

 «De los diversos instrumentos del hombre, el más asombroso es, sin duda, el libro. Los demás son extensiones de su cuerpo. El microscopio, el telescopio, son extensiones de su vista; el teléfono es extensión de la voz; luego tenemos el arado y la espada, extensione

s de su brazo. Pero el libro es otra cosa: el libro es una extensión de la memoria y de la imaginación», Jorge Luis Borges

 

«La lectura es para la mente, lo que el ejercicio es para el cuerpo»,

Joseph Addison

 

Tesoro de mi vida, te amo y extraño intensamente.

Resulta penoso no hallar nuevos vocablos para expresarte mi amor incondicional hacia vos.

Nada es suficiente para describir el amor de una madre hacia el hijo que ya no está.

¿Cuándo pasarás nuevamente por mis sueños?

Es la única  posibilidad que poseo para entregarte todos los besos que tengo acumulados para vos.

Necesito ayuda para cristalizar mi mayor utopía, estrecharte en el abrazo más tibio e interminable.

Tendrá principio, nunca final.

No soporto un segundo más sin tenerte.

Agobian las esperas insensatas.

Llevame con vos.

Mis manos a diario piden reanudar las caricias interrumpidas por la  voracidad del destino impío.

No tengo intenciones de seguir estando en suelo terrenal.

Es demasiado complicado seguir estando en un sitio en el que no se desea permanecer.

Mi espacio está junto a vos.

Amigo fiel, ser de luz, ha llegado el momento preciso, para erigir mi nuevo refugio en una estrella cercana a tu hábitat.

¿Cuándo  vendrás a buscarme?

No demores.

Añoro tu voz llamándome.

El sonido de tu risa era música, para mi ser.

A tu lado los sentimientos grises, no existían.

Hace falta tu luminosidad.

¿Configura un delito ama a un hijo?

¿Hasta cuándo seguiré cautiva?

¿Podrás reconocerme al llegar?

¿Por qué nadie tiene respuesta para mis dilemas?

Hijo de mi vida, amigo noble y fiel, como es costumbre en estas conexiones maravillosas que tanto nos acercan, al punto que puedo sentir la fragancia de tu perfume favorito, hasta  el último día de mi existencia, de  reiterar mi pedido, por favor nunca olvides cuanto te quiere,

Mamá,

 

 

 

 

https://www.youtube.com/watch?v=65sxcgTeqiY