EXTRAÑOS PÁJAROS

Hace muchos años vivió en un lugar del planeta un científico con ideas tan avanzadas que no podía aplicarlas en el laboratorio para el cual trabajaba.
Marcos siempre se había destacado por su actividad, no eran pocos los que querían contratarlo.
Sabían de su inteligencia y métodos a través de las publicaciones en diferentes revistas de ciencia que se conocían a nivel mundial.
Concurría a todos los simposios internacionales que se llevaban a cabo en cualquier lugar del mundo.
Hombre misterioso siempre entraba a brindar conferencias con una carpeta, los continuos viajes habían desgastado las cubiertas de cuero negro, apenas se notaban las iniciales enlazadas del nombre y apellido, alguna vez esas letras góticas supieron brillar.
Hoy partirá rumbo a un país escondido en la selva amazónica, será el último viaje, con lo obtenido por esta charla podrá montar su propio laboratorio.
En el aeropuerto se niega a mostrar la carpeta aduciendo que tiene información confidencial, cansado de discutir deja que la misma pase por el escaner, allí quedarán capturadas, fórmulas, cálculos, ecuaciones que nadie entenderá.
Silvina está cansada, la jornada ha sido ardua, es la primera en llegar, la última en retirarse.
Un impulso la lleva a mirar la cinta del escaner otra vez, no entiende mucho o casi nada de números, sin embargo su hermana menor podrá descifrar el misterio.
Mientras Marcos recibía menciones honoríficas y otros premios, en otro lugar del mundo las hermanas trataban de conocer el contenido de sus números y letras.
El científico tiene un día libre antes de abordar el avión que lo traerá de regreso.
Alquila un jeep para internarse en la selva.
Jamás había visto un lugar tan majestuoso.
Ärboles frondosos abrazados impedían el paso del sol, fotografió las orquídeas silvestres que pendían de las ramas, bajo sus pies crujía la hierba.
Flores silvestres por doquier.
Un paisaje inolvidable, no era lo que estaba buscando sabía que ese era el hábitat de cientos de especies.
El colorido de las plumas de los pájaros mezclado con el follaje conformaban un paisaje espectacular.
En la cajuela del vehículo estaba el maletín.
Extrajo varias jeringas, necesitaba el ADN de esas especies tan hermosas, su intención no era reproducirlas sino perpetuarlas en la memoria y en el futuro.
Acomodará las muestras en una heladera que viajará en le bodega del avión, ha fraguado documentación explicando que se trata de cepas para una vacuna, agrega gel congelante.
Aborda el vuelo sin dificultad, el sueño pareciera que está a punto de cumplirse.
No esperaba que esa tarde Silvina lo visitara en su nuevo laboratorio, sospecha de la mujer.
Concertarán una cita para el día siguiente.
Sabe demasiado,la hermana también.
Jamás mató a nadie.
Aplicará en ambas fórmulas que las convertirán en pájaros de piedra.
Al atardecer cuando el crepúsculo decida morir en el pantano las colocará en la plaza de la pequeña ciudad.
Se ven hermosas, parecen naturales, hay que acercarse demasiado para notar que son formaciones pétreas.
Así procederá con el resto de las muestras de ADN.
Pájaros de piedra de belleza innegable no emitirán ningún gorjeo, solo el murmullo del viento logrará el efecto visual que pueden desplegar sus alas.
Han pasado muchos años.
El primer infarto sobreviene, es trasladado inmediatamente al hospital.
La enfermera que lo cuida todas las horas del día lo admira, el sentimiento se convierte en amor.
Marcos con voz apenas audible le cuenta de sus experiencias.
Ello aumenta la ternura y el amor de la mujer.
El monitor refleja la sensibilidad del corazón del hombre que quiere partir.
Antes que la línea se convierta en plana, la enfermera se inyectará el ADN de uno de los pájaros.
El cuerpo inerte descansa en la camilla, ha sido extubado.
En el dintel de la ventana un pájaro de belleza intensa, despliega sus alas de piedra para recibirlo y ayudarlo a partir.

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