Esa fue la forma que me saludaron muy temprano, no tiene nada especial, es mi nombre y orgullosa lo porto.
No imagines para mí atuendos volátiles o etéreos, esos que se parecen a las sombras que pintan los artistas para resaltar sus obras.
Huyo de las tinieblas, quisiera transformarme muchas veces en alegría para que tus días sean plácidos.
Evito los colores grises que se copian a las nubes que preludian las tormentas, nubes que según los matices pueden traer tempestades, tempestades que traen consigo destrucciones no queridas.
Te preguntarás si tengo amigos, la respuesta es muchos.
Solo decidí apartar de mi lado, aquellos que me producían llanto, aquellos que laceraban mi alma.
La Tristeza que represento percibe todos los estados de ánimo.
He compartido con Alegría más de lo que imaginaba o presentía.
Cedí mi lugar para que ella pudiera dibujar solo sonrisas.
Sonrisas que compartían los enamorados, no importaba si fueran amores lejanos o cercanos, lo importante era el amor que se prodigaban.
No creas que me ahogo en un vaso de agua.
La decepción precisa que se unan todos los mares del planeta para comprenderla, no creas que estoy exculpando mis errores, quizás hayan sido muchos, no tantos para provocar indeferencia.
Indiferencia que levanta muros infranqueables, muros que las palabras no son capaces de derribar.
Palabras que mal utilizadas producen daños irreparables.
Irreparables cuando no tienen causa justificada.
En mi vida he visto de todo, conservo la capacidad de sorprenderme.
Sorpresas gratas o ingratas, no soy tan experta como para juzgar el comportamiento de los otros.
No creas que me arrogo el derecho de juzgar a nadie, solo contemplo.
Contemplación que me pone delante de realidades no buscadas.
Creí demasiado, ya sé, es solo mi culpa.
Paseando por una playa de cualquier lugar del mundo, extasiada ante tanta belleza, maravillada ante las melodías de los ruiseñores, asombrada con el vuelo de las mariposas que en sus alas llevaban esperanza, decidí apartarme, es necesario cuando no se puede o quieren manejar los sentimientos.
Escuché demasiadas promesas, promesas vestidas con los matices de la utopía, utopías que pueden convertirse en realidad tangible.
Es hora de reflexionar para seguir viviendo en el mundo construido por los artesanos, soy conciente que no pertenezco a ese mundo de fantasías.
Podrás quererme u odiarme, eso escapa a mi entendimiento.
Quise pintar tu vida con los colores de la esperanza sin alejarme de la realidad que conmueve.
Descansa, no temas, pese a tus preconceptos seguiré existiendo.
No te preocupes por la soledad que arrebata mis sentidos.
Tal vez regrese, solo un Ser Superior sabe que no es tiempo.
Mis alas imaginarias han sido dañadas, quizás algún día puedan recuperarse.
Estoy segura que llegará el momento en que necesite aprender a volar nuevamente.
http://www.youtube.com/watch?v=2MhP7xkMU…
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