LA VOZ DE LA CONCIENCIA

Siento una atracción profunda por los paisajes marítimos.
Majestuosos me recuerdan días no lejanos.
Desde el ventanal observo el maravilloso paisaje, escasas gaviotas se divisan, ellas han madrugado para despedir los barcos de los pescadores.
Inmenso, un fiordo muestra su figura recortada, alto, pese a la temporada invernal viste con distintos colores de verde,como siempre sus pies se sumergen en las profundidades del océano.
Siente orgullo de su magnificencia, sin que nadie se lo contara sabe que ha sido fuente de inspiración para los poetas.
Representa a todos aquellos que no han perdido la capacidad de soñar.
Sé que tiene voz, con sabiduría las manos imaginarias con las que ha sido dotado, supieron detener a los que alguna vez creyeron que terminando sus vidas encontraban la solución a sus padecimientos.
He visto sus brazos sosteniendo cuerpos, conocedor de las reacciones de los mortales los sostuvo en el aire, quería que sintieran el vértigo de estar en las alturas, mientras los acunaba les hacía entender que no hay traición en el mundo que se deba pagar con una vida.
Implacable el viento otoñal ha desvestido algunas especies.
Busco abrigo para atemperar el frío gélido.
Veinte minutos de caminata me llevarán a la cúspide, si tuviera que explicar e qué sitio se encuentran las puertas del cielo, afirmaría que allí están.
No hay palabras para describir tanta belleza.
Abstraída en silenciosa contemplación, percibí que no estaba sola.
Esquiva a la mirada, no a los sentimientos supe que la Conciencia se había sentado a mi lado.
Miles de preguntas nacían en mi mente antes que las palabras.
Sentí un abrazo tibio que me permitió preguntarle en qué me había equivocado en los últimos meses.
Te aseguro que noté una sonrisa complaciente dibujada en el rostro etéreo de Conciencia.
La voz que respondía a mis interrogantes era tan suave y melodiosa que creí que los ángeles habían bajado a nuestro encuentro.
Escuchó atentamente todos mis pensamientos expresados con la palabra.
¿Le pregunté por qué no me contestaba?
Entendió que debía desahogarme para que ella diera sus conclusiones.
Le comenté la decepción, la desilusión que me habían provocado episodios por mi no propiciados.
Jamás hubiera establecido pausas con los seres que había aprendido a amar y respetar más allá de la distancia.
Tuvo paciencia milenaria, cuando finalicé mi exposición una voz nacida en el alma solo me dijo: Deberás aprender a ser como un orfebre al que le lleva tiempo construir su obra, no te entregues cuando del otro lado no perciban que lo haces con sinceridad.
Nadie en la vida terrena necesita del perdón tardío de sus iguales.
Llora el tiempo que creas necesario, no ocultes tus lágrimas, no ahogues un grito desesperado en tu garganta, solo conseguirás profundizar las heridas.
Disfruta de cada momento como si fuera el último, ten cautela, sabes que como Conciencia vivo enrejada en un lugar de tu corazón.
Por último, sé tu misma, no dudes en consultarme, en cualquier sitio que te encuentres estaré para escucharte.



http://www.youtube.com/watch?v=pe6zSd5tGVA