Buenos días
hijo amado.
Te salido en
una mañana con mucha bruma.
No es
posible visualizar los pisos más altos de
los edificios de la ciudad.
La noche
anterior estaba despejada.
Una
multitud, de estrellas brillantes como casi siempre estaba colgada del cielo.
Un grupo de
ellas, sostenía una mariposa.
¿Cuánto tiempo habrá aleteado sus alas para llegar a
las puertas de la eternidad?
Hubiera
viajado con ella para estar cerca del
ser más amoroso que conocí.
No es tiempo
fue su respuesta cuando insistí para que me llevara lejos de aquí.
¿Por qué la
espera se dilata tanto?
¿Por qué un
castigo tan desproporcionado ante un supuesto delito que ni recuerdo haber
cometido?
¿Cuál es la
excusa de la necedad para permanecer en este silencio incomprensible?
La existencia
de las mariposas es breve como fue tu
realidad.
No es la
primera que he visto en la cúspide de una de constelaciones.
No deseo
observarlas desde suelo terreno, quiero estar con vos para cumplir la utopía de
darte un beso. Ironías del destino al decidir por mí, sin previa consulta.
Destino
muchas veces autoritario.
En ocasiones
déspota malversando almas.
Destino, te
sugiero te ocupes de aquellos que te convocan.
Nunca te he
llamado.
¿Para qué
venís?
El poeta
Rubén Darío, también escribió sobre esos seres especiales como las mariposas.
¿Compartimos
sus letras?
“DIVINA
PSIQUIS
¡Divina
Psiquis, dulce Mariposa invisible
que desde
los abismos has venido a ser todo
lo que en mi
ser nervioso y en mi cuerpo sensible
forma la
chispa sacra de la estatua de lodo!
Te asomas
por mis ojos a la luz de la tierra
y prisionera
vives en mí de extraño dueño:
te reducen a
esclava mis sentidos en guerra
y apenas
vagas libre por el jardín del sueño.
Sabia de la
Lujuria que sabe antiguas ciencias,
te sacudes a
veces entre imposibles muros,
y más allá
de todas las vulgares conciencias
exploras los
recodos más terribles y oscuros.
Y encuentras
sombra y duelo. Que sombra y duelo encuentres
bajo la viña
donde nace el vino del Diablo.
Te posas en
los senos, te posas en los vientres
que hicieron
a Juan loco e hicieron cuerdo a Pablo.
A Juan
virgen y a Pablo militar y violento,
A Juan que
nunca supo del supremo contacto;
a Pablo el
tempestuoso que halló a Cristo en el viento,
y a Juan
ante quien Hugo se queda estupefacto.
Entre la
catedral y las ruinas paganas
vuelas, ¡oh,
Psiquis, oh, alma mía!
-como decía
aquel
celeste Edgardo
que entró en
el paraíso entre un son de campanas
y un perfume
de nardo-,
entre la
catedral
y las
paganas ruinas
repartes tus
dos alas de cristal,
tus dos alas
divinas.
Y de la flor
que el
ruiseñor
canta en su
griego antiguo, de la rosa,
vuelas, ¡oh,
Mariposa!,
¡a posarte
en un clavo de Nuestro Señor!”
¿Qué
pensarán las mariposas de la necedad?
¿Es posible
solo los seres luminosos puedan admirarlas en su total dimensión?
Muchas veces
se pierde el tiempo intentando hacer razonar al ingrato y desagradecido, quien
luego de haber agredido, malversando estados de extrema violencia, vuelve a
dejar mensajes sin razón.
Llegan a través
De
notificaciones.
Mi celular
está guardado bajo siete llaves para los entes que manifiestan bipolaridad.
Es cierto no
soy médico pero un ente con el carácter cambiante, padece la enfermedad.
Nunca se dio
cuenta no permito subestimen el intelecto de nadie.
Cuando
ocurre con el mío, paso a quien agravia al terreno de la no existencia.
No tengo la
potestad de perdonar y de tenerla no la usaría con los que caminan por la
tierra enmascarados.
Detesto la
toxicidad.
No dependo
más que de quien soy para seguir en este mundo exótico.
No puedo
tomarlo como normativa de un juego del que jamás quise participar.
Sigo
esperando poder verte sin más dilaciones.
Quienrs me
conocen saben ni deseo para no estar en suelo terreno.
Te amo
inmensamente, por ello siempre te pido no olvides cuanto te quiere mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=G08LU698LbA
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