Buenos días, hijo querido.
Te saludo en una mañana soleada pero ventosa.
El sol comenzó a brillar en todo su esplendor.
En sueños, nuestras manos asidas como antes, comenzaron a
pasear por el cosmos.
Los planetas como si fueran de juguete, por el tamaño,
enlazaban nuestras manos.
De ninguna manera iban
a soltarse.
Hace mucho tiempo,
no sentía la tibieza de las mismas. Algarabía para mi
corazón, triste desde tu partida.
Un sueño extraño.
Sentí tu mano asida a la mía, más no pide ver tu rostro para
darte el beso que es parte de mis desvelos.
Son tuyos mi corazón, es necesario estén posados en tus
mejillas por siempre.
¿Fuiste vos quien pidió el sistema planetario rodeara,
nuestros dedos entrelazados.
Suceso que jamás llegará a rozar el terreno del olvido.
Es hermoso nuestras manos se encuentren en la inmensidad.
Un momento donde despertaron la ilusión u esperanza.
En ese instante, debió detenerse el tiempo.
Para que la felicidad no nos abandonara.
Solo podré regresar a ese estadío, el día que pueda
emprender mi propio ascenso.
¿Cuándo llegará ese
momento?
¿Por qué se hace esperar tanto?
Seguramente está cansado de mis frecuentes peticiones.
Las seguiré repitiendo, hasta concretarlas.
Si pudieran estar en mi cuerpo, un segundo, notarían, están
dentro del averno.
¿Para qué sumar más
heridas a las que tengo?
¿Esos entes poseen
sentimientos?
Podría afirmar que no, de lo contrario no arrancarí.an a los
hijos del lado de su madre.
¿Qué sucedería si las historias fueran inversas?
¿Han nacido de una mamá o los crearon solo para hacer el
mail a quien sufre el peor de los tormentos?
Nunca comprenderé a
quien tiene avidez de vidas ajenas.
Si una sola pesa por los sortilegios del destino:
¿Pueden imaginar el sobrepeso por quedarse con existencias
ajenas?
Es triste no poder reclamarle a nadie por tu partida tan
temprana como injusta.
¿Atenderán los reclamos de quienes han perdido a sus seres
queridos?
¿Te das cuenta por qué he dejado a un lado las creencias
inculcadas cuando era una niña?
¿Cuál será el evento que los conmueve?
No quiero conmociones ni piedad, solo pretendo me devuelvan aquello que se
llevaron sin que conozca el destino.
¿También está vedado
conocer ese destino?
¿Por qué son permisivos ante actos aberrantes y quienes
hemos sufrido una pérdida enorme, nos dejan en medio del desamparo?
Al no encontrar respuestas a quien las formulo, intento
buscarlas en la letra de pensadores y poetas.
Las de hoy son frases para reflexionar del escritor Mario
Benedetti.
“1. La seguridad de saberme capaz para algo mejor, me puso
en las manos la postergación, que al fin de cuentas es un arma terrible y
suicida.
2. La incertidumbre es una margarita cuyos pétalos no se
terminan jamás de deshojar
sobre la incertidumbre.
3. No vayas a creer lo que te cuentan del mundo, ya te dije
que el mundo es incontable.
4. Un abogado con cartera puede robar más que mil hombres
armados.
5. Algunas cosas del pasado desaparecieron pero otras abren
una brecha al futuro y son las que quiero rescatar.
6. No hay que prometer nada porque las promesas son
horribles ataduras, y cuando uno se siente amarrado, tiende a liberarse, eso es
fatal.
7. Cuando tengo preocupaciones, miedos o una historia de
amor, tengo la suerte de ser capaz de transformarlo en un poema
8. También siento un leve resquemor frente a lo cursi, y a
mí lo cursi me parece justamente eso: andar siempre con el corazón en la mano.
9. Que el mundo y yo te queremos de veras, pero yo siempre
un poquito más que el mundo.
10. Sus labios eran una caricia necesaria, cómo podía haber
vivido hasta ahora sin ellos”
Conociéndote, se disfrutás del arte escrito.
Casi todos tienen poder de síntesis.
En determinadas circunstancias es necesario explayarse para
que los lectores intuyan cómo siente quien está escribiendo.
Te extraño.
Mo me enseñaron a vivir sin tu presencia.
De haberlo hecho me hubieran bochado en esa materia.
Jamás hubiese aprendido a vivir sin el dueño de mi alma
toda.
Ellos desconocen la capacidad de amor que tiene una madre
hacia su hijo.
Sería irrisorio enseñaran a vivir su ausencia.
No es posible.
Son los hijos quienes deben despedir a sus mayores.
¿Quién se hace responsable de las muertes equivocadas?
Te amo hijo querido, lo digo a diario.
Necesito estar presente en tus recuerdos.
Si de verdad existe el reencuentro será más fácil ocurra
entre nosotros.
En este punto surge otra catarata de dilemas que nadie ayuda
a resolver con argumentos.
Hijo querido otra vez he de pedirte, por favor, nunca
olvides cuanto te quiere mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=gq0g6QPEqYg
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