EL PUENTE DE LAS ALMAS

Buenos días hijo querido.

Te saludo en una mañana templada, con un cielo límpido que permite ver los colores de la alborada despidiéndose para darle paso al sol.

Una de las personas que fue la primera en llegar durante el primer día de tu internación está yéndose  de la vida lentamente te pido lo recibas con todo el amor que le tuviste.

Cuando el destino lo disponga comenzará su tránsito  por el llamado puente de las almas.

Un espacio melancólico dado que está ubicado en el otoño de la tierra y jamás ha cambiado su aspecto.

Las ramas de los árboles  permanecen desnudas, sus hojas están  en los laterales formando una alfombra que solo pueden ver quienes caminan hacia donde está emplazado tu hábitat.

A los mortales solo nos permiten caminar unos pocos metros para luego regresar a suelo terrenal.

Impresionan su belleza y quietud.

Es mi deseo transitarlo hasta el final para encontrarme con vos y así concretar la utopía de darte un beso como antes.

En estos casi siete años de ausencia la realidad se trasformó, logrando conociera las brumas de la tristeza, anidada en el corazón.

Tanto terrenales como humanos algún día caminaremos sobre las maderas  hasta llegar a ese espacio enigmático  que deseo conocer en su totalidad para instalarme allí por toda la eternidad.

Imperiosamente preciso abrazarte, acariciarte como lo hace cualquier madre  con sus  hijos. Posibilidad que se me ha negado sin comprender por qué.

La realidad cambia de manera constante, tanto que impide razonar  el contenido de los sucesos más dolorosos que puede atravesar una mujer, extrañando a su hijo.

Sembrando  espesas capas de neblina donde debería brillar tu luminosidad.

¿Cuándo te volveré a ver?

¿Existirá esa posibilidad?

¿Por qué nadie hasta el momento haciendo uso de argumentos nos dice que hay más allá de la vida?

Nunca aceptaré eufemismos ocultando la verdad.

Solo los teólogos se animaron a decir, todos los misterios han de ser develados, exceptuando el de la muerte.

La iglesia católica habla de un mundo mejor.

¿Por qué no tienen pruebas para apoyar, sus afirmaciones?Solo Raquel un personaje bíblico rescató a su hijo fallecido para traerlo a la tierra desde la Constelación de Orión, en una carroza de cristal.

Jamás se le permitió relatar la travesía.

Esa instancia invalida,

 aquello,   que se afirma con vehemencia.

Quiero conocer el puente de las almas de tu mano.

¿Cuándo vendrás a buscarme?

No es mi deseo continuar en suelo terrenal.

Seleccioné para esta conexión un poema referido a los puentes pensando sería de tu agrado, ávido lector.

 

“La transfiguración

Autor: Luis Rosales

 

 

Siento tu cuerpo entero junto al mío;

 

tu carne

es

como un ascua,

fresca e imprescindible

 

que está fluyendo hacia

mi cuerpo, por un puente

de miel lenta y silábica.

 

Hay un solo momento en que se junta

 

el cuerpo con el alma,

y se sienten recíprocos,

 

y vivensu trasfiguración,

 

y se adelantan el uno al otro en una misma entrega,

desde su mismo origen deseada.

 

Siento tus labios en mis labios, siento

tu piel desnuda y ávida,

 

y siento,

 

¡al fin!

 

esa frescura súbita

como una llamarada

 

de eternidad, en que la carne deja

de serlo y se desata,

 

se dispersa en el vuelo,

 

y va cayendo

en la tierra sonámbula

 

de tu cuerpo que cede interminable-

mente cediendo,

 

hasta

que el vuelo acaba y ya la carne queda

 

quieta, milagreada,

 

y me devuelve al cuerpo,

 

y todo ha sido

 

un pasmo, un rebrillar y luego nada.”

 

Continuaré tu búsqueda.

Jamás el cansancio podrá vencer a  esta madre que clama por su hijo, desde el mismo instante en que partiste.

¿Dónde estás?

¿Cómo estás?

Mi sueño, por ahora imposible es estar con vos por toda la eternidad.

¿Podrías ayudarme a concretar esta entelequia?

Carece de sentido continuar.

Sé que cuando más se insiste, los logros se alejan.

A nadie le deseo este padecimiento semejante a una obsesión.

Bienvenida a mi ser si ella permite pueda verte otra vez.

Indica cual es el camino a seguir para cruzar el puente de las almas hasta el final.

Ilumina mi realidad.

Te amo hijo querido, tanto como te extraño.

Es preciso escucharte reír como antes.

Transformá el ayer en después.

Como es habitual en estas conexiones te pido por favor, nunca olvides cuanto te quiere, mamá.

 

 

 

https://www.youtube.com/watch?v=DxegNmfPYmk