Buenos días
hijo querido.
Te saludo en
una, mañana fría, pareciera el verano se despidió.
Aquí estoy
esperando se produzca el momento de darte un beso.
Quise dejar
una imagen de una flor ausente.
Las
conocimos en los Esteros del Iberá, en
una de las provincias del litoral.
El fuego de
los incendios forestales en el mes de enero, no solo arrasaron con la superficie
del diez por ciento de la provincia de Corrientes, sino que los esteros desaparecieron bajo las
llamas abrazadoras de un lugar precioso que conocimos en uno de nuestros
viajes.
Eran flores
exóticas y acuáticas que nación de un disco flotante parecido a una luna de
color verde.
Más adelante
te contaré, la leyenda de tan bella flor.
Desaparecidas
por la desaprensión del fuego probadamente intencional.
Las pérdidas
fueron cuantiosas.
No solo
afectaron el curso de los esteros sino
la flora y fauna del lugar.
También en
su locura ígnea desaparecieron tierras de cultivo, ganado y viviendas de quienes trabajaban la tierra.
Han de pasar
muchos años y lluvia para que esa franja pueda recuperarse.
Es extraño
no haya ningún detenido, cuando fueron filmados por las cámaras de seguridad, existentes en los campos de la
provincia.
Nunca
entendí por qué se combate a quien da trabajo cultivando la tierra, para todos
los ciudadanos de nuestro país, agro exportador.
Los políticos
u el ministro de medio ambiente pasaron más de veinte días después.
Recibimos
ayuda de países vecinos, sobre todo aviones hidrantes, tan necesarios para
evitar tanta destrucción.
A ese
panorama inesperado debe agregarse la sequía que no solo afecta nuestro país
sino al territorio de la República Federativa de Brasil.
Intuyo desde
tu hábitat se podían observar las lenguas de fuego y el humo tapando las
transparencias del cielo azul.
A nadie le
importa por razones políticas los desastres naturales, pese a que en este caso
el fuego fue intencional.
¿Hasta dónde
pensarán llegar con la inacción de una provincia gobernada por un opositor?
La paranoia
llegó para quedarse durante un tiempo más.
Cumplo con
lo prometido dejándote la leyenda de una de las flores más bonitas existentes
en el planeta.
“LEYENDA DE
LA FLOR DEL IRUPÉ
Autor:
Hipólito Azema
El Irupé es
una planta acuática que crece principalmente en el río Paraguay y sus afluentes
de la Mesopotamia argentina. Es un gigantesco plato verde (que puede medir
hasta los dos metros de diámetro) y debido a su tamaño y flotabilidad, muchos
pájaros se posan y hasta anidan en ella. Sus flores son majestuosas y pasan muy
rápidamente del blanco al rojo. De noche se cierran y al amanecer explotan los
capullos. Sus frutos son llamados “maíz del agua” porque contienen unas
semillas enormes que sirven de alimento a pájaros y hombres.
Hay una
leyenda guaraní que cuenta el nacimiento de la flor del Irupé. Según narra,
Irupé era una joven muy bella, que amaba a la luna y la veía como un muchacho
hermoso. Trepaba a los árboles para extender sus brazos lo más alto que
estuviera a su alcance y de esa manera tratar de abrazar a su amor imposible.
También subía a montañas y peñascos, todo lo que hiciera falta para
conquistarlo. Como nunca llegaba, la joven guaraní enloquecía lentamente.
Una noche,
Irupé vio su imagen reflejada en el río y notó que detrás de ella, pero muy
cerca, estaba la luna. Se tiró al agua para poder, por fin, tener a su ser
amado en los brazos. Se hundió y las corrientes se la llevaron. Nunca más
regresó. Tupá, el dios del bien para los guaraníes, se compadeció de ella y la
convirtió en una planta con forma de luna, enorme y majestuosa, que siempre
mira hacia el cielo, conectándose con su amor ideal. De noche, cuando lo tiene
al alcance, guarda sus flores, pero de día, cuando no puede verlo, las
despliega para lograr que, al caer la tarde, su amor vuelva por ella,
encandilado por su belleza.”
Son
necesarios en la tierra convulsionada por diferentes factores, seres luminosos
como vos.
Dueño de
características que hicieron no fueras uno más.
Ser de luz
alcanzando sueños.
Muchos no
llegaron a concretarse.
Faltó
tiempo.
Nadie puede
reemplazarte en las hilachas de mi alma desamparada.
¿Sabías
deseo llegar a tu lado?
No puedo
seguir esperando, las entelequias se conviertan en realidad.
¿Podrías
prestarme ayuda para, arribar a tu lado?
Tristemente
he comprobado sola no puedo continuar donde no deseo estar.
Duele tu
ausencia querido hijo.
Martiriza
pensar, tal vez no se pueda concretar.
¿Cómo y en
qué espacio te encontrás?
Sé rei8tero
mis sentimientos, es verdad, sucede la impotencia me dice a cada instante “Los
hijos no deben morir”
Repleto de
certezas tu axioma favorito, “Nada dura
para siempre”.
Ello me
lleva a concluir,
¿Qué hago
aquí, acompañada por la silente soledad?
Te pido
aparezcas en mis sueños para obtener pinceladas de plenitud.
Te amo hijo
querido.
Te extraño
más.
Hijo añorado
te pido por favor, nunca olvides cuanto te quiere mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=YPyPdwo1Bdg
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