DESTINO, VENECIA

Marcia es una enamorada de la naturalza, si tuviera que elegir alguna de sus maginíficas expresiones, sin dudas optaría por el agua en cualquiera de sus manifestaciones.
Hace dos meses recibió su título de licenciada en turismo.
Su meta no era abrir una agencia de viajes en un bonito local plagado de folletos.
Siempre quiso vivir nuevas experiencias.
En un futuro lejano tendrá su propio local, por ahora prefiere planificar viajes a lugares soñados.
Desde su casa, ubicada en un lugar paradísiaco que pocos conocen, cumple una rutina que jamás abandonará.
Caminar por la playa, no importan las inclemencias del tiempo, el viento gélido se transforma en tibia caricia, le permite hacer volar la imaginación, la he conocido en un viaje y les aseguroque no es poca.
Comunicativa, sociable, es capaz de arrancarle palabras a las piedras, la risa es contagiosa, nadie dudaría en conformar parte de un viaje.
El viento desordena los rulos de su cabellera, con una mecha hará un sostén evitando que la brisa se lleve alguno.
Habla con los seres animados e inanimados.
Observa el mar.
Turbulento arrastra las aguas azules, la espuma de las olas una y mil veces fenecen en la playa.
Primavera extraña.
Brisa que muta a desenfrenado viento.
Sonríe.
Le cuenta al océano que en una semana visitará a un integrante de la familia acuosa.
El Adriático la espera.
El chárter espera en la pista.
Rugen las turbinas.
Los pasajeros más rezagados abordarán la nave.
El destino, soñado.
Viaje sin turbulencias.
Tranquilo.
Nubes blancas como copos de nieve saludan a los pasajeros
El amanecer los encontrará en Venecia.
Otoño.
Hasta el cielo se ha vestido de colores ocres y dorados.
Despierta Febo.
Brisa suave esfuma las nubes.
Grandiosa aparece la estrella más grande.
Sacuden la cabellera imaginaria, lentamente ascenderán al cielo.
Un rico café y masas típicas calmaran la ansiedad y el hambre de los turistas.
Por la mañana el paseo será formal, la noche traerá sorpresas.
En pocas horas estarán en Mantua, todos llorarán de alegría y tristeza al ver la imagen del amor eterno.
Dos amantes decidieron partir juntos, los esqueletos muestran al mundo que murieron abrazados.
Conmovedoras imágenes se alojarán en la mente de aquellos que han amado o aman.
Regreso al hotel.
Ruta sinuosa.
Árboles pudorosos se desnudan de su vestimenta dorada.
Pocas flores en los canteros.
Los pasajeros de este viaje tendrán tiempo para prepararse, el festejo nocturno los espera.
El lugar elegido para la cena es un hotel antigüo.
La consigna es vestirse con atuendos de época.
En las habitaciones encontrarán los disfraces.
Suaves y coloridos terciopelos acariciarán los cuerpos de las féminas.
Escotes generosos bordados con cristales mostrarán las curvas.
Pelucas y máscaras completarán los atuendos.
El baile de disfraces será un éxito.
Los acordes de una canción conmueven a Marcia.
La máscara que luce su compañero de gala no puede ocultar la mirada del hombre que más amó en su vida.
Inútil esconder la identidad cuando la mirada es tan intensa y conocida.
Se retirarán antes de la fiesta.
No habrá góndolas, modernos táxis cruzan los canales.
Primorosa luna resplandece en el firmamento.
Él le regala una estrella que prende en su cabello.
Dama plateada, gigante, será testigo de la consumación de un amor que promete ser eterno.

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