ENTRE EL SOL Y LA LUNA

El centro de observación del universo está ubicado en una provincia sureña.
Esta noche se producirá un evento especial que solo podrá ser observado en esas latitudes.
Marcia debe manejar casi doscientos kilómetros para presenciarlo.
Carga en su camioneta lo indispensable.
La tarde primaveral será preludio de una noche serena.
Buscará un abrigo para que el frío no la sorprenda, elige una que combine con su atuendo informal.
Ajustados jean dejan adivinar las delineadas curvas de una silueta cincelada por un escultor.
El pulover de angora acariciara la piel, suave oculta la belleza que posee.
En el bolso cámaras fotográficas, videofilmadoras, dos celulares con sus correspondientes auriculares.
Al de pequeño diseño le falta carga, la misma se ejecutará en el viaje.
La ruta es solitaria no por ello despojada de hermosura natural.
Feliz evoca recuerdos, algunos han sido demasiado bellos como para dejarlos dormir en la memoria.
El crepúsculo la sorprende a pocos minutos de llegar.
Hacía mucho tiempo que no reparaba en los colores que adopta el cielo en ese horario.
Atardeceres calmos teñidos de rosados casi transparentes, violetas suaves anunciando la noche.
La chicharra indica que debe detener la marcha.
Un tren de pasajeros se acerca, en su interior lleva una preciosa carga, cientos de turistas y sus ilusiones.
Gigante la locomotora hacer rugir las bocinas.
Marcia observa las gramillas que crecen en los taludes cercanos a la estación ferroviaria.
Vestidas de dorados y ocres, erguidas, solo danzan para ella.
Unas pocas cuadras la separan del centro de observación.
Prenderá de su pecho la tarjeta que le permitará circular por el predio sin ninguna dificultad.
Los telescopios de última generación están ubicados en el parque.
Entre los canteros repletos de flores primaverales, decenas de jóvenes esperan un espectáculo que pocas veces pueden admirar.
Marcia ingresará al edificio, Pablo le ha reservado un lugar privilegiado.
Hoy no desea escuchar a ese ser tan atractivo como manipulador.
La excusa perfecta son los auriculares del celular.
La música la distiende, ésta entrega será diferente a otras, alejada de la pasión que produce la fusión de dos cuerpos encendidos.
Ríe, la emisora pasa sus canciones favoritas.
La interferencia no le permite escuchar el tema que alguna vez la hizo vibrar.
Agudiza el oído.
No puede creer el dialogo que se desarrolla.
El Sol le dice a la Luna, soy la estrella más grande del planeta, sin mi no habría vida, a mis pies se rinden los cuerpos desnudos que desean tener color.
La Luna le responde, no te envidio, soy fuente de inspiración de los poetas.
Tengo la posibilidad de aparecer como el cuadrante de un reloj y observar como se entregan al amor.
¿Tu puedes?
El Sol le responde, tu luz es mía, si me apagara dejarías tu belleza plateada, carecerías de destellos.
Lejos de asustarse la Luna replica, serás el astro más brillante, otorgarás vida a la vida, lo mío es diferente, propicio el amor.
Majestuoso el Sol le advierte que sin él no puede vivir
Desafiante la Luna le responde, no necesito de tí.
En las penumbras le doy cabida al más grande de los sentimientos.
Cansado de la discusión el Sol, la amenaza, por unas horas no podrán mirar tu luz, en este momento le pediré a la tierra que se interponga entre nosotros.
La Luna va desapareciendo del universo con una sonrisa, antes le contesta al Sol, no me inquietas, al contrario me haces un favor.
Observa esos dos que están en el edificio necesitaban un poco de oscuridad para entregarse al amor.

http://www.youtube.com/watch?v=pRZJstKez…