Vida, te
saludo en una mañana tormentosa.
Así serán
los próximos tres días.
Para hoy
seleccioné una imagen perteneciente a una
casa en Atenas.
Como todas
está pintada de blanco inmaculado.
El azul
único de la zona, está en los jarrones apoyados, en cada peldaño de la escalera que lleva a
las playas del Mar Egeo.
En la época
dorada de Grecia, Homero al escribir:
“La Odisea”
Podía pasar
semanas escribiendo y describiendo, todo aquello que formaba su entorno.
No podían
faltar los paisajes, afirmaba, el mar, era de
color “vino oscuro” y el cielo de tono “bronce”.
En aquellos
tiempos no conocían el color azul, dado que no es primario.
Lo conocería
después de haber dejado su gran obra trascendiendo los tiempos cuando fue
ministro cuatro veces consecutivas, del territorio que hoy ocupa Inglaterra.
Cada
versículo es una pintura en su eximio
contenido.
Así fue que
en otros coñores que no son os primarios, como el celeste del cielo, el azul
profundo del éter donde afirmaba estaban los muertos.
Jamás, descalificaría a Homero u otra persona por sus
visiones generadas en la imaginación.
Pareciera
obligatorio ese azul, tan particular pues está en todas las viviendas,
En una
puerta, pared o en los macetones que
contienen planta con flores.
La cúpula de
la Iglesia Ortodoxa Griega, lleva ese color, culminando con ua cruz pequeñita.
No
necesitan esculturas fabulosas, para
rendir homenaje a la divinidad en la que ellos creen.
También por tradición ese azul tan atrayente, se encuentra
en los monumentos de los cementerios y en la bandera griega.
Antes de
llegar a territorio de Poseidón el dios de las aguas, se puede ver la silueta
del monte Athos, donde se reunían los pesadores para discutir sus teorías.
Si bien
podían utilizar la Acrópolis, ese espacio fue punto de reunión de las deidades
griegas cuando no querían compartir la privacidad de sus mansiones.
Allí
decidían el destino de los que se habían equivocado o los que pedían vivir en
el éter para estar cerca de sus hijos muertos, tal el caso de la diosa Eos,
madre de los cuatro vientos y El Rocío,
su hijo asesinado.
Si bien no
sufriste un episodio delictivo que diera
fin a tu vida con ella , me siento identificada pues ambas somos madres que han
perdido a su hijo.
Es la
divinidad del amanecer.
Dafne su
hermana, llegó al mundo, el mismo día
que vos consagrada como deidad del atardecer.
Ese era el
nombre elegido en el caso que hubieras nacido niña.
Un nombre
que me atrajo sin conocer la mitología griega como ahora.
Recuerdo
cuando solían preguntarme tus posibles nombres, me miraban como si fuera una extraterrestre
por haber elegido ese.
Las personas
deberían abstenerse de opinar sobre los nombres que una madre selecciona para
su hijo.
Es algo
personal.
Genes
heredados de tu abuelo materno que a su
perro lo había nominado con el nombre “Cuál”.
Más allá de
las ocurrencias de tu abuelo, me gustaría, no emprender un viaje a Grecia, sino
poder visitarte en el éter lugar en el que declaman descansan los, seres sin
vida.
Todas las
muertes deberían ser evitables.
De lo
contrario respetar las leyes naturales, deben ser los jóvenes quienes, despidan a sus mayores.
Solo pido se
respeten mis deseos, sobre todo un detalle, referente a los mismos.
A mi familia
chiquita no le gusta mencione el tema.
Suelo
reiterarlo, de esa manera creo evitar lo olviden.
Pese a la lluvia
que no es tan copiosa como habían anunciado, tengo que hacer un trámite después
del mediodía.
Viajo en
auto.
Espero no
haya cortes en el camino.
Algunos
reclamos son coherentes otros no tienen sentido.
Ayer, como
casi todos los días la Ciudad de Buenos Aires era un casi.
De todas las
personas que integraban las marchas, no se escuchó a una sola reclamar por
trabajo.
Rarezas de
nuestro país.
Mi mayor utopía
es estar a tu lado.
Quedaron
varias charlas pendientes en el camino.
¿Dónde
estás?
¿Existe el
segundo cielo o éter del que tanto hablaba Homero en “La Odisea”?
Sería de mi
agrado recuperar ciertas creencias.
Deben estar
apoyadas en argumentos sólidos de lo contrario seguiré integrando el mundo de los enigmas.
No creo sea
inasequible brindar una respuesta cuando la misma es necesaria, para evitar
perturbaciones pasibles a dañar el intelecto.
Nadie
imagina cuanto te quiero,
De la misma
forma te extraño.
¿Por qué no
aparecés en mis sueños?
Tesoro, te
amo, por ello siempre te pido, no olvides cuanto te quiere mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=5ZX-sBEgno8
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