Buenos días
hijo querido.
Al inicio de
este contacto maravilloso salió Helios luciendo sus dorados rayos, después de
una noche en que una fuerte tormenta produjo desastres.
Afortunadamente
tu mano estuvo aquí, protegiéndome.
Sos de los
pocos que conocen el terror que en mi
ánimo producen las tormentas.
Desde
siempre.
Nunca supe
el motivo generador de tanto temor.
Realizando
ejercicios de relajación con el propósito de alejar el miedo, viajé con la
imaginación a paisajes disfrutados en compañía de tu amor incondicional.
Estábamos en
una casa al pie de la montaña.
Desde allí
observaba tu caminata.
Pasos
agiles.
Pronto se
convertirían en ligeros hasta mutar a carrera.
Tu
entrenamiento diario.
Mientras
esperaba tu regreso9 con el ventanal abierto observaba ti tu rápida marcha.
Todo en tu
vida fue vertiginoso.
La partida
también.
Antes
esperaba mirando el paisaje.
Suave el
principio de la cadena montañosa, otorgaba paz.
Las flores
contenidas en el florero como si fueran un niño en brazos de su madre, emanaban
un perfume encantador.
Al costado
una taza de café para acompañar la lectura.
Te habías
convertido en un punto pequeño en un paisaje soñado.
Miré, mi
reloj.
Pronto
estaríamos juntos para charlar.
El libro
descansaba a mi derecha.
Lo cerré,
para mo olviarme hasta donde había llegado mi lectura, coloqué un señalador de
cuero con flores de nomeolvides, recibido de tus manos.
Siempre
conservé, ese trabajo realizado cuando
eras un niño.
Tenía tiempo
suficiente para preparar un jugo de cítricos para saciar la sed cuando
llegaras.
A partir de
ese instante el mundo era de nosotros dos.
Luego del
almuerzo saldríamos a caminar por la pintoresca zona.
Sin dudas el
otoño se estaba despidiendo para darle paso a días no tan cálidos.
El tiempo
fue de gran ayuda para que pudieras practicar tus deportes favoritos.
Si bien en
las cercanías había un curso de agua, la temperatura no era tan alta como para
nadar.
En ese
entonces ni en sueños pensábamos en el horror de tu ausencia.
Disfrutamos
cada instante con felicidad.
Bebimos la
vida con rapidez.
¿De haber
actuado con menos celeridad, estarías aquí?
Preguntas
que nadie se atreve a responder.
No se trata
por falta de respuestas, peor aún la indiferencia produce el mutismo.
¿Cuánto
tiempo puede durar la indiferencia?
¿Meses?
¿Años, tal
vez?
¿Quién se
comporta con tanta desidia no piensa que puede sucederle lo mismo que a mí?
¿Por qué
algunos seres terrenales son tan egoístas?
Interrogantes
que no saldrán de ese, estadío donde
todo pareciera confuso.
No lo es.
Para los
seres luminosos como vos no existe oscuridad que no puedan atravesar.
La vida a
veces se convierte en un alud capaz de sepultar a quien trata de evadirlo.
No tiene
demasiada relevancia.
Solo es
preponderante el estado de salud de cada humano y terrenal.
Sin saberlo
la muerte con total impunidad puede sorprender, llevándose al ser más amado.
Lamentablemente
de ese tema puedo hablar con conocimiento que jamás hubiese querido tener.
Nos tocó
vivir la peor
historia.
Juntos
ingresamos a un centro de salud, a los quince días saldría sola, abrazada por
la tragedia.
No es justo,
ni vale la pena vivir.
¿Para qué
continuar en soledad?
¿Por qué tu
insistencia para que siga viviendo cuando no lo deseo?
¿En el
momento que podamos reencontrarnos lo dirás?
¿Has llegado
ver al dios católico al que todos se aferran?
¿Por qué no
puedo verlo yo?
Ciega no
estoy, tampoco se endureció mu corazón.
¿Podrías
regalarme un poco de tu luz para que salga de tanta opacidad?
A nadie le
deseo viva entre tinieblas.
Es imposible
buscar verdad cuando los dilemas son tan punzantes y no se pueden resolver.
¿Por qué
nadie despeja mis vacilaciones?
¿Recibiré tu
ayuda en esta ocasión?
Quiero estar
con vos.
Es la única
certeza que tengo hoy.
Duele la
desidia, nunca como tu ausencia precoz.
¿Por qué te
llevaron con tanta celeridad?
¿Qué lugar
ocupa la dignidad de la muerte silenciosa, acosadora?
¿Has podido
ver su rostro cuándo te arrebató de mi lado?
¿Por qué
camina entre las sombras tenebrosas, eludiendo los sentimientos que lleva al
naufragio?
Cree
hundirlos.
No es
nuestro caso en particular.
Con nosotros
nunca podrá.
¿Conocerá el
significado de amor inconmensurable?
Es el que
nos une a los dos.
También a
otros hijos y sus madres.
No soy
egoísta.
El mismo
dolor hermana a muchas mujeres que han pasado un trance inexplicable sin saber
muy bien por qué.
La muerte
rompe los cariños consolidados.
Nunca supe
por qué.
Te amo hijo
querido.
Espero
resolver estos enigmas que alteran el pensamiento.
Siempre he
sido racional.
Con tu ausencia
no existe razonamiento que tenga validez.
Nadie puede
conformar a una madre rota.
Asó me
siento yo.
No solo
perdí a mi hijo sino a mi mejor amigo.
Desearía
volver a recorrer otros paisajes asida de
tu mano.
No solo
sentía paz sino seguridad.
¿Quién
determina la persona que debe morir?
No quiero
entristecerte.
Lamento
mostrarte con tanta crudeza mi estado de ánimo.
Volveré a
sonreír, el día que te vuelva a ver.
Mientras
espero con ansiedad, te pido, nunca olvides cuanto te quiere mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=SnLOww3fndE
No comments:
Post a Comment