Buenos días
mi alma.
Habrás visto
ayer luego de finalizar un trámite exitoso, regresé a mi refugio en un remís.
Descendí
perfectamente.
Ese estado
solo duro, tres baldosas, pues caí de rodillas como estás acostumbrado..
Pensé por el
ruido de la rótula pensé se había
quebrado.
Como siempre
conté con tu energía para que ello no
ocurriera.
Siempre
relaciono mis caídas con vos.
Nunca
dejaste de asombrarte por las mismas,
Estoy bien.
Anoche
mientras mantenía hielo en la rodilla más afectada recordé un bosque fueguino,
visitado por ambos hace unos años.
Tal vez una
década.
Llamó
nuestra atención la forma de los árboles.
La entrada a
esos espacios es oscura.
El follaje
impide el paso de los dorados destellos de sol.
Nos
detuvimos para observar la primera variedad de las distintas especies que
pueblan el bosque soñado.
Fue para
esta época del año.
Antes de
transitar la alfombra crujiente de ojos
cuyo dueño es el viento, al primero lo había despojado de algunas.
Visto desde nuestra
posición sus ramas casi desnudas, para nosotros, firmaba la cara de una mujer.
Exactamente
el perfil de ella.
Los rasgos
demostraban tristeza.
Transcurrido
tanto tiempo no pude dejar de relacionarlo con los míos desde que se produjo tu
ausencia.
He perdido
la sonrisa.
No creas
tengo el rictus de las personas
amargadas por episodios fútiles.
No.
La imagen
del dolor del alma es otra.
No es fácil
explicarla con palabras.
¿Existe un
lenguaje capaz de describir cómo son las hilachas del alma, dejadas por la
muerte de un hijo?
¿Puedo pedir
me ayudes a encontrarlas?
Quizás en el
éter o cielo profundo, donde los poetas
decían moraban los muertos haya alguna que pueda describir con certeza esa
sensación de vacío, tan injusto como intolerable.
También necesito otra que sea más grande para dar las gracias.
Envuelve el
alma cuando el otro te escucha.
Lo hacías de
manera frecuente cuando notabas algún terrenal se encontraba totalmente solo.
Nunca
comprendí a los ingratos, a los que prometen a sabiendas no harán nada para
acompañarte.
“La vaguedad
de las palabras inciertas”.
Podría ser
el título de un tratado filosófico.
Seguramente
lo diversos criterios, lograrían se pudieran
escribir varios tomos.
¿Valdrá la
pena tamaño esfuerzo?
Desde mi
lugar solitario donde utilizo el tiempo para pensar alejada de las cosas sin
importancias diría que no.
¿Qué te
parece, si en lugar de un tomo
filosófico al que ninguno le rendiría
dedicación para leerlo, escribimos, no máximas sino algunos criterios?
Máximas inteligentes
fueron las que el general José de San Martín escribiera para su hija Mercedes.
La primera
de ellas es de alto impacto.
Sugería casi
en tono de impocición , el respeto hacia el otro.
Merceditas
era una niña cuando su padre le dejó ese legado maravilloso.
En aquellos
tiempos la comunicación con los hijos , capaz de trascender todos los tiempos
era escrita.
Nuestros
tiempos compartidos son los de verdaderos amigos.
No de
palabra sino amistad pura y sincera.
Es más fácil
llegar a los hijos cuando no existen diferencias propias de eras pasadas.
Hace poco, encontré una frase del poeta rosarino
Horacio Fontanarosa.
La puso en
boca o pensamiento de su creación, la traviesa niña Mafalda.
Decidí
adoptarla pues me gusto, dice
“Ignorar es
una forma de matar sin ensuciarse las
manos”
¿Desde tu óptica
es ofensiva?
Desde la mía
no.
No es ofensa
una reflexión puesta en boca de una niña traviesa como Mafalda.
Pese a ser
una nena, como todos los seres que no tienen maldad, deja enseñanzas.
Estuve
mirando otras.
Es
inteligente.
No dice nada
de las demostraciones de cariño habituales entre una mamá y su hijo.
Todos saben
que en el mundo de las entelequias nada es real.
Bien podría
producirse un cambio para que cumpla con mi mayor anhelo, darte un beso el
primero.
Para ya,
estar a tu lado en el éter o la eternidad.
Una del
autor de La Odisea, la otra de mi poeta favorito en “La divina comedia”.
Sé he
viajado demasiado lejos en el tiempo.
Los poetas
contemporáneos, no son ajenos a las situaciones que se viven en un país exótico
como el nuestro.
He leído
algunos.
Con sutileza
dejan trascender violencia verbal enmascarada.
¡Qué bueno sería conservando la tecnología poder
encontrar las palabras que utilizaron aquellos y hoy el amor fue reemplazado
por desdén.
La
ofuscación
Por disparos
que matan de verdad.
Es tiene un
solo nombre “Decadencia”
“Pérdida de
valores”
Cada uno es
artífice de su propio destino.
Busquemos un
espacio para reflexionar.
No soy ni
pretendo ser una falsa predicadora.
Desde mi
lugar, pese a la peor tragedia vivida, intento
que otros pongan un poco de voluntad para pensar en quienes tienen al lado.
De lo
contrario, sean sinceros y no tengan miedo de decir basta.
Es la única forma de ser libres.
Los invito a
realizar un ejercicio, dejen de lado las cosas materiales.
Lin Yu Tamg,
asombrado interrogaba, al hombre que
cantaba mientras arrojaba al mar las
cenizas de su amada:
¿Por qué
cantas en la despedida de tu esposa?
La respuesta
no tardó en llegar “Maestro pronto me reuniré con ella, nunca dejé de amarla,
de la nada venimos a ella volvemos”.
Hijito
amado, todos tus presagios inexorablemente se van cumpliendo.
Has sido un gran
visionario.
Creía.
Ya no y
duele.
Preciso verte,
en mis sueños.
No dejes la
melancolía pueda derrotarme.
Confieso sin
tener vergüenza, sola no puedo.
Llevame a tu
lado.
Mis
interlocutores están mudos.
La realidad
supera ampliamente los hechos.
Mi vida, te
amo y extraño.
Sentimientos incapaces de ser dominados por la cordura.
Por favor no
olvides cuanto te quiere mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=nWaUPbHeQdM
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