Buenos días,
tesoro de mi vida.
Hoy para
esta conexión fantástica, seleccioné la imagen transformada en vigía de la luz.
La denomino
así, dado que desde cualquier lugar de París puede observarse la silueta de
hierro construida por el ingeniero Gustave Eiffel, en el año mil ochocientos
ochenta y nueva en la Ciudad Luz.
Con ese
nombre se conoce a la capital de Francia.
Con sus más
de trescientos metros de altura, durante cuarenta y un años fue el monumento
más alto del mundo.
La famosa
Torre Eiffel.
Tiene tres
noveles.
Se puede acceder
al último por la escalera o bien por modernos ascensores, colocados después.
Sé pensás
que hubiese contado los escalones y sonreís, ante mi costumbre de contar todo.
Desde el
último piso, se observa la ciudad en su
totalidad.
Los barcos
repletos de turistas navegando el famoso río Sena, la miran desde otra perspectiva.
Curso
pintoresco de agua con sus puentes cruzando la ciudad de un lado al otro.
La postal
generosa permite ver. Las catedrales de Notre Dame y la del Sacre Coeur.
Dos
maravillas arquitectónicas.
El mundo
paralizó sus corazones cuando hace poco tiempo
cayó la torre de la primera.
Las obras
artísticas, guardadas en su interior fueron rescatadas .
Imágenes de
valor incalculable.
La torre
Eiffel se calcula era visitada por más de siete millones de turistas
mensualmente.
¿Claude
Monet hubiera retratado a Camille, esposa y musa a orillas del famoso río
teniendo como fondo la torre?
Intuyo lo
mismo hubiera realizado Pierre Renoir,
de haber existido antes.
Símbolo de
una de las ciudades más bellas del orbe.
¿Por qué
traje ese monumento a nuestro encuentro diario?
Trazando un
paralelismo, sos un ser de luz, más allá del lugar donde te encuentres.
Imposible no
mencionar el arco de triunfo, ubicado en
los Campos Elíseos, espacio donde se halla, la residencia presidencial.
Francia
tiene belleza autentica, en cada una de
sus ciudades.
En la
campiña, no solo se cosechan los mejores vinos sino también se erigen los
monasterios, donde permanecen quienes desean seguir la carrera de sacerdotes.
Podría
nombrarte otros enclaves conocidos por su arquitectura como el antiguo palacio
de Versalles.
Especialmente
el salón de los espejos.
Allí se
celebraban los bailes de la alta sociedad.
No puedo olvidar
la atracción que ejercían los espejos hacia vos.
No porque
tuvieras la intención de emular un Adonis.
Tu brillante
imaginación querían conocer las historias detrás de un espejo.
Recuerdo
haber escrito bastante sobre ellos cuando estabas aquí.
En casi
todas, los protagonistas eran niños
traviesos, logrando pasar a través del cristal.
Allí la
madre se convertía en heroína al notar la ausencia, para liego rescatar su
mejor obra.
¡Cuánto
tiempo ha pasado desde que se desarrollan esas historias!
¿Por qué el
destino no permite las repita?
¿Por qué pese
a mis ganas de darte un beso cada mañana, puedo concretarla dirigiéndome a
rescatarte detrás de un espejo?
No tengo
dudas tendría los mejores argumentos para redactar mis mejores letras.
En cada
instante de esta existencia detestable, tu presencia la siento aquí.
Quisiera
cambiar, por amor maternal los designios
del destino, más resulta imposible.
¿Por qué?
¿Quiénes
eligen la vida de otros para alimentarse, no tienen nada para responder?
No debería
ser.
Sin embargo
te arrebataron de mi lado.
Nunca creí revistar
en la categoría de despojo.
En esas
condiciones queda una madre que tiene la desgracia de poseer algo indeseable,
un hijo muerto.
La sensación
de impotencia, no puede cuantificarse.
Nunca
admitiré, no estás.
No es
pasajero sino determinante.
Crece el
martirio cuando se sabe, no existe un posible regreso.
Tampoco
tengo la certeza de un reencuentro.
Nadie ha
dado muestras que ello podría concretarse.
¿Es tan
difícil decir la verdad ante la desolación?
No pidan
pueda acostumbrarme a no tenerte.
¿Cómo se hace
para seguir?
¿Por qué no
nos enseñan a vivir llevando la carga de un hijo sin vida?
¿Es normal?
Desde mi
pensamiento diría con firmeza, no.
Entonces en
este estado donde se amalgaman angustia y agobio no puedo dejar de preguntar
¿Qué hice mal?
¿Qué faltó
hacer?
Este
maremágnum de dilemas sin resolver debe ser respondido solo por humanidad?
¿A quién
preguntar sobre tanto dolor?
¿Por qué la
ausencia de un hijo es la peor?
¿Por qué el
ruidoso silencio?
Busco
dialogar con entes desconocidos.
Siempre he sido arriesgada.
Duele la falta de respuestas a tantas vacilaciones.
¿No pueden o
no desean decir nada?
Hijo querido
debería llevarte paz en estos contactos.
No se pueden
fingir aquello que no se siente.
Mi ser de luz
comprende el estado de desolación arrasadora que dejó su partida temprana.
No quiero
que sufra.
Imagino su
soledad y no puedo soslayar inquerir, algo tan sencillo
¿Es justo
padecer semejante,
dolor
separados?
Ni es mi
deseo sombras siniestras opaquen su luz.
Está solo.
Así lo
percibo,
No merece
ningún sufrimiento lo roce.
Es mi vigía
de luz.
¿Cómo se
revierte esta situación horrenda?
Permitan en
su hábitat, no reine la tristeza.
Menos la
soledad.
Para
cargarla estoy presente.
No infieran
sufrimiento a quien pasó barbarie.
Te amo hijo
querido.
Mi deseo es
acompañarte sin asfixiarte.
La
impotencia se agiganta al pensar en tu soledad.
Imposible
permanecer indiferente, cuando se trata del mejor hijo y amigo.
Chiquito sabés
estoy con absoluta disponibilidad.
Te ruego
aparezcas en mis sueños.
Hace mucho
no escucho me llames mamá.
Pueden parecer
detalles insignificantes, para los terrenales desconocedores de la peor de las
tragedias.
Te amo hijo
querido.
Me gustaría
escribir y describir el mundo al que por derecho sos acreedor.
Las
circunstancias sobrepasan el intento de ser.
Hijo de mis
entrañas, he de repetir por siempre mi letanía, no olvides cuanto te quiere
mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=6Pncw5mWX_E&t=89s
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