ABANDONO Y SOLEDAD

Te saludo en una mañana otoñal. Solo por un breve lapso de tiempo disfrutaremos de una temperatura relativamente baja si la comparo con el día de ayer, muy parecido al calor del averno del que tanto hablaron los poetas y el supuesto espacio donde vivió Hefesto en la época dorada de Grecia. Un hombre solitario cuya morada estaba ubicada en el fondo de un volcán donde afilaba las armas que se usarían en la guerras de aquel entonces. Vukcano quien le ofrecía alojamiento en las entrañas ardientes de la piedra, no era para nada complaciente con él. Exigía trabajara de sol a sol. Poco importaba su empleado en el futuro sufriera arsenicosis. Hefesto un hombre desprolijo, y encorvado por el contacto permanente con esa sustancia , tuvo la suerte de conocer a la deidad Afrodita, la más bella mujer de la edad dorada de Grecia. Sabiendo sus padres no permitirían un enlace con el dios del fuego, Hefesto, la raptó para luego convertirla en su esposa y vivir en un lugar alejado. Los recién casados vivieron en una casa disimulada detrás de las piedras de una caverna. Procrearon varios hijos con felicidad. Nadie debía saber donde se encontraba el matrimonio. Para ello cuando el salía a trabajar junto a la fragua en las profundidades del volcán, guardias cuidaban a la hermosa mujer y su descendencia. Eran felices en su mundo pletórico de amor. ¿Por qué esta introducción? En la clínica, donde naciste conocí una médica excepcional. Trabaja como pocas. Cuando tenía franco , algunos fines de semana, se dirigía en auto al Club Náutico de Tigre, para sacar su bote y salir a remar con destino a su casa situada en uno de los brazos del Río Paraná. Lugar paradisiaco, donde sus padres tienen una vivienda para pasar los fines de semana. Allí descargaba su ansiedad, propia de los profesionales de verdad. Espacio encantador donde las casas de los isleños eran todas muy parecidas. En primavera y verano es una delicia pasar por allí. La competencia de poseer el jardín más bonito, es un atractivo especial. Las plantas que más proliferan, son las hortensias en colores que fluctúan del blanco al azul. Después variedad infinita de otras especies alegran la vista del turista. Cada casa tiene su amarradero. Algunas viviendas son permanentes. En época de clases una lancha de pasajeros pasa, a buscar a los alumnos y maestros para llevarlos al continente y así comenzar la jornada escolar como los niños de la ciudad. Muchos compatriotas, han elegido vivir en la zona del delta, a la que se accede en lancha propia, de pasajeros o botes para ejercitar el deporte del remo. Nuestra médica con nombre de diosa griega, visitaba a sus padres cada quince días. Su medio transporte era un kayak. Para visitar a sus amigos del otro lado del cauce de agua utilizaba el bote de madera a remo. En la ciudad se cruzan las calles, en el delta las aguas. Quienes eligen convivir con la naturaleza han construido elegantes viviendas en las islas. Alejados de la detestable inseguridad. Afrodita ese atardecer antes que comenzara a esconderse Helios, remaba con todas las medidas de seguridad hacia el club para dejar su embarcación. Su kayak fue atropellado por un transporte de pasajeros. Fue tal el impacto que la delgada nave fue partida en dos mitades. Una pasajera no dudó, en arrojarse al agua para intentar salvar la vida de quien tantas veces hizo lo mismo con pacientes graves. En un avión sanitario, la trasladaron a la Clínica donde prestaba servicios. Tras una larga agonía la joven murió. El abandono y soledad se refleja en el bote que sus padres dejaron como testimonio junto al amarradero. Como todos los que hemos perdido un hijo, esperamos vuelva en algún momento para darles un beso. La doto que antecede esta conexión, la recibí de manos de la madre de la médica. Al verla después de tres años, la emoción fue indescriptible. Nos unen tres sentimientos, la soledad, el abandono y la ausencia. Me pareció interesante conocieras la imagen que tiene al bote como protagonista iluminado por la luna plateada. Los hijos no deben morir Asociando imágenes, esa vista me pareció conmovedora por eso quise compartirla con vos que sos el ser que más amo en todas las vidas existentes. No estabas a mi lado cuando ocurrió esta tragedia. Desde donde están, recibimos energía para seguir en suelo terrenal. Esta historia ocurrió en el final de la primavera del año dos mil diez y ocho. Está basada en un episodio real. He cambiado los nombres. No tengo por costumbre divulgar los ajenos, menos cuando se trata de personas que no están con nosotros físicamente. Podemos afirmar viven en nuestros corazones hasta que podamos reunirnos de existir esa probabilidad. No lo sé… Me causó conmoción la conversación, que mantuve ayer por la tarde. Algo imaginaba por ciertas actitudes. Una vez más te asiste la razón. Las máscaras comienzan a caer. Demasiado pronto para mi gusto. Las palabras en ocasiones no se precisan cuando de develar misterios se trata. Gracias a vos mi conciencia está en paz. Duele los mitos se conviertan en realidad. Es cierto, mi querido “Nada dura para siempre”. No soy ninguna excepción. Antes te pasó a vos, ahora es mi turno, como decías “No es rave má”. Qué orgullo para mi tener un hijo derrochando sabiduría, suelo ser más crédula. Me llevo bastante bien con el nuevo sistema operativo. Tranquila pues desaparecieron las alertas que distraían mi atención. Hijito querido, te extraño. No estaría mal visitaras mis sueños. He de repetir mi letanía, no olvides cuanto te quiere mamá. https://www.youtube.com/watch?v=pV-q1S9hixY