Otra mañana
desapacible para establecer este
contacto que nos une más allá de la muerte.
Un sendero
solitario por el que me desplazo con la intención de encontrarte para darte un
beso.
Esa será mi
búsqueda
permanente.
Mi único
derrotero.
No importa el tiempo que tarde con tal de estar
a tu lado para siempre.
La cinta
asfáltica es nueva.
Posee
lomadas para hacerlo más atractivo.
A los lados
los colores del otoño, comienzan a caer de la rama de los árboles.
Carece de
carteles indicadores, señalando hacia dónde se dirige.
Mo hacen
falta.
Mi corazón
intuye, ese sendero solitario, me dejará en las puertas de tu hábitat.
En ese
instante sublime podré abrazarte tal lo hace una madre cuando su hijo sale de
viaje.
Una hoja
solitaria posada en esa ruta silenciosa, no hace más que indicar, voy por el
camino correcto.
¡Qué dichosa
estará mi alma en el instante del reencuentro!
¿Sucederá?
Sí.
En esta
ocasión las percepciones, no pueden fallar o causar desilusiones.
Sé no será
fácil el encuentro.
Cuento con
la recepción de tu energía para que se produzca.
Sueño de
noche u día para que las utopías muten a realidades.
Las más
hermosas.
Estar
nuevamente juntos.
Poco
importan los kilómetros., que nos separan.
El amor
incondicional de una madre a su hijo puede acortar todos los caminos.
El amor
maternal tiene ramas como esos
árboles que puedo ver al costado de la
ruta.
Pueden
extenderse has rodear con su escaso
follaje de otoñoa un hijo y su madre que la muerte inimputable separó hace caso
seis años.
¿Hasta cuándo
resistiré sin tomar atajos.
Imposible
saberlo cuando prevalece, preservar tu memoria.
Ayer le
contaba a tu hermano del alma, a quien le regalaste la máscara sonriente del
teatro, algo que guardé mucho tiempo.
Preguntó de
dónde había sacado fuerzas para salir de una enfermedad letal como la que padecí
el año pasado.
Solo
respondí fue tu energía quien no permitió que fuera a tu lado eternamente.
Lo demás es
solo de nosotros y no veo la necesidad de realizar una revelación cuando todo
es tan claro.
mientras
tanto sigo manejando.
Se
terminaron las lomadas de la ruta.
Después de
un trecho largo, totalmente recto.
El camino
asciende.
¿Hasta dónde
llegará?
Imposible
saberlo cuando en na ruta nueva faltan señales.
No hay otros
vehículos que la transiten.
Solo la hoja
desprendida de las especies que ahora por la altitud veo pequeñitas, sigue
adherida al baúl de mi auto.
Ha cambiado
el paisaje.
No existe
más flora que la silvestre que crece a la vera del sendero solitario.
Celajes
blancos pasan de manera ininterrumpida.
Parece que
las estoy viendo desde la ventanilla de
un avión.
Es como si
observáramos las nubes del cielo desplazándose de manera continua.
Con sorpresa
observo el tablero del auto, hasta hace un rato señalaba la falta de combustible.
Solo veo
nubes al costado del camino.
¿Estás aquí?
¿Por qué no
puedo advertir tu presencia?
La única que
circula por este solitario sendero soy to.
De vez en
cuando una rosa apare en algún lado-
No tengo miedo.
¿Hacia dónde
llegaré?
“Mamá no te
asustes.
Esta ruta
llega a mi hábitat.
No hagas más
preguntas.
Estoy
inhabilitado para responderlas.
Te extraño
mami, preciso de tu compañía y abrazos.
No te
apures, llegará el momento que podamos estar juntos.
Eso creo, aún cuando de chico preferimos obviar temas
pertenecientes al terreno de los mitos.
No sabemos
hasta dónde llega la verdad en los que están sustentados.
Mientras
tanto no pierdas la capacidad de soñar con esa probabilidad de encontrarnos.
Te quiero
mamá, nunca lo olvides”
Hijo mío,
una vez más coincido con tus pensamientos.
Ignoro hasta
dónde llega el solitario sendero.
No estoy cansada
pese a las horas que llevo manejando.
Seguiré
hasta que los designios del destino ,detengan mi marcha.
Dentro del
dolor por acercarme cada vez más a los seis años de tu partida, gracias a vos
sigo de pie.
Te amo hijo de
mis entrañas, por ello siempre he de pedirte no olvides cuanto te quiere tu
mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=Rscy-8FE214
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