IMÁGENES

Buenos días mi tesoro adorado.

Puedo decirte ha comenzado el otoño con las jornadas acordes a la época.

La llovizna no cesa desde ayer.

Es mi compañera silenciosa para que mis lágrimas no se noten tanto.

No puedo ni quiero evitarlas. 

Son un pequeño tributo a la personita que más amé en esta y otras vidas. 

Por ahora ni puedo reconciliarme con el dios católico en el que todos creen.

Necesito pruebas o argumentos para volver a creer. 

Por ahora aquellos no aparecen para resolver ese misterio que aparentemente nunca se develará. 

La muerte, el saber qué acontece con nuestros seres queridos sin vida es de sumo interés para todos los que hemos sufrido pérdidas valiosas. 

Soy enemiga del ocultismo. 

De nada sirve cuando se intenta ir más allá de las peores tragedias que arranca de nuestro lado a los seres que más amamos. 

Hoy para este contacto elevador de la esencia propia, busqué imágenes cubistas, mostrando perfiles diferentes. 

Escapa a mi comprensión por qué ciertos terrenales rechazan a los seres diferentes por sus rasgos. 

La diferencia solo radica en el corazón de los egoístas. 

Poco importan los rasgos que se ven a simple vista como decía tu libro de cabecera 

“Lo esencial es invisible a los ojos”

Sabio el autor de ese texto. 

Poco importan los rasgos exteriores de un ser humano, prevalece el bagaje interior. 

En ocasiones es más que valioso. 

En esas bellezas perfectas que transitan por el mundo el interior carece de consistencia. 

¿Acaso es mejor una cara bonita con una sola neurona? 

Por ello el pintor cubista Pablo Picasso, las retrató acudiendo al corazón para que fuera quien dirigiera su pincel. 

La belleza artificial en la mayoría de las ocasiones no tiene el talento que poseen las mujeres con rasgos diferentes al común de las personas. 

¿Existe un patrón de belleza? 

No lo conozco. 

Resulta mucho más enriquecedor conversar con una mujer al que los necios consideran diferente. ¿Quién estableció esas diferencias capaces de lastimar a los demás? 

Seguramente alguien cercano a la irracionalidad. 

Nunca se han ocupado de mencionar los valores de esas personas que no deberían llamar la atención. 

El talento no se aloja en una cara bonita. Es un don que se trae al nacer. 

Nadie está obligado a pensar como yo. Les aseguro el envase es efímero. 

Adoro la pintura del catalán Pablo Picasso, de la misma forma que tengo favoritismo por el holandés que me quita el sueño con su arte tan dramático como si su vida por no haber sido correspondido por Eugenia. 

Ella era la prometida de un caballero británico. 

Cuando existe el amor verdadero la fama es poco relevante. 

De haberlo comprendido en aquel entonces Vincent Van Gogh, tal vez no se hubiese disparado un tiro en su sien. 

Tal vez la soledad elegida per-se, lo llevó a terminar con su vida de la peor manera. 

Nunca supe si quien se quita la vida por los motivos que fueren es cobarde o valiente. 

Mi concepción es ambivalente. Es caliente al tomar un arma para terminar con su vida. 

Se convierte en cobarde al no saber enfrentar aquello que haya cometido. 

No soy ejemplo de nada ni de nadie, como tampoco lo son la cantidad de madres que han tenido la desdicha de contar con un hijo muerto. 

Si por el amor ausente fuese nos hubiésemos suicidado para terminar con el martirio. 

Si seguimos en la vida terrena es para investigar qué hicimos mal para merecer semejante condena.

Sabemos nos perseguirá hasta el final de nuestra existencia. 

¿Qué nos faltó hacer para seguir gozando de su presencia? 

No cuento los días como una enajenada, tampoco soy amiga de los números. 

Detesto las estadísticas. 

Sin embargo sé, en tan solos tres días, se cumplirán dos mil, en los que he sido inhibida para darle un beso, tan solo uno, a mi hijo. 

¿Qué harían mis lectores en semejante situación? 

Estoy incapacitada en revertir esa situación que ha convertido en delgadas hilachas mi alma. 

Creí recomponerla, a medias con el nacimiento de una vida especial. 

Cometió una equivocación al aferrarme al cariño de un ángel. 

Me han colocado todas las vallas existentes y por existir para que pueda tener sus imágenes. 

¿Por qué? 

No lo sé. 

Duele el dolor y más cuando nace en la injusticia. 

Oxímoron. 

Nada tengo para agregar Tesoro de mi vida te amo con amor inconmensurable. 

La última frase es parte del primer cuento que nació por sentimientos que no se pueden adjetivar. 

Lo demás es la confirmación a cada uno de tus presagios. 

Inexorablemente se van cumpliendo. 

¿Qué espero? Nada si no estás aquí. 

¿Comprendés, por qué quiero irme de suelo terreno? 

Te amo hijito querido. 

Pese a ser tu madre he sido construida con maderas más frágiles. 

¿Cuál es la puerta para escapar del silencio y la desidia? 

Nunca olvides cuanto te quiere mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=Besb25n3va0