BRINDIS MUSICAL

Buenos días mi tesoro. En la eterna búsqueda para que estas conexiones te resulten gratas y a la vez sean portadoras de algunas palabras, no solo para expresarte mi amor inconmensurable sino para contarte sucesos pasibles de ocurrir a cualquier ser terrenal o humano. Si hubiese más de los últimos el padecimiento proferido por los injustos se hallaría en vías de extinción. Caminando como es mi costumbre, aminoré la marcha de la caminata sorprendida por un ente con apariencia terrena, desde su auto le gritaba de la peor manera, a un joven era un negro con otras palabras irreproducibles, quien había bajado a la calzada para ver si venía, el medio de transporte que lo llevaría, a la escuela. Quien demostraba xenofobia aguda, tenía espacio suficiente para continuar su camino. Debo aclarar, el color de la piel es un elemento sin relevancia. El estudiante merece respeto y el acusador tenía del tono de los insultos pintada el alma. Adivino tu sonrisa. Muchas veces ayudaste al otro sin mirar si tenía el alma verde, roja o blanca. Cuando te preguntaba quien había sido capaz de arrancarte lágrimas de impotencia, ante las groserías de algún vivillo. Jamás, supe quién te maltrataba, El secreto te lo llevaste a la muerte. Actitud que alabo. Ese silencio autoimpuesto al que solo respondiste con tu clásico “No es grave mamá”, sirvió para que tu luz creciera de manera desmesurada opacando al o los que intentaban herirte con palabras carentes de argumento. ¿Cuándo llegue a tu lado develarás aquello que has callado? Mejor no, sería atribuirle demasiada importancia. So la muerte fue capaz de llevarse ese secreto doloroso, no seré yo, quien remueva recuerdos desagradables. El tema es que soy demasiado curiosa. ¿Puedo realizar una propuesta? ¿Es muy loco imaginar un brindis musical para el reencuentro? Me gustaría poner el enlace de un tema que te gusta. No lo hago pues los dueños del sitio no respetan los signos de puntuación como corresponde y no me gusta la escritura quede aún más desprolija. Es el mismo que imaginás, tenía pensado colocar un link con tu cantante favorita. Pasaría desapercibido entre tantos grafemas. Todo por ahorrar espacio. Sería hermoso regresar a las publicaciones anteriores al veinticuatro de agosto del año pasado, donde los textos quedaban prolijos. ¿Por qué no aparecés en mis sueños? Te espero siempre para darte un beso. Hace hoy mil novecientos noventa días que no puedo regalar caricias como lo han las madres que tienen a sus hijos con vida. No es mi deseo agobiarte con tantas preguntas, menos sientas presiones por pedirte participes en mis estados oníricos. Sucede tengo muchas ganas de verte. Deseo analicemos por qué algunos hombres solo saben escuchar el tintineo de las monedas de oro, o el sonido de los aplausos, mientras que a nosotras solos nos interesa el llanto o el sonido maravilloso de la risa. Muchos valores quedan escondidos o directamente no se llegan a ejecutar aquellos que fueron transmitidos por los padres. No puedo acostumbrarme a la insolencia gratuita, no de los jóvenes sino de algunos adultos vociferando desde sus autos sin utilizar el raciocinio. No requiere de virtuosismo o dones especiales. No está bien degradar al otro. Sola o con la compañía de unos pocos no puedo reformar conductas impropias. Formo parte de las mujeres que aún cree, es el esfuerzo de cada día quien nos hace mejores. No se puede transitar la vida molestando al que trabaja. Tampoco alcanzo a entender cómo en un país tan generoso con la tierra donde está ubicado, se prefiera mantenerse con ayudas sociales y no invirtiendo el tiempo en ser independiente con trabajo genuino. Esos terrenales que obstaculizan con sus cortes, el crecimiento de quien estudia y trabaja solicitando aumento de planes sociales. Qué pensarán esos niños que jamás, han podido ver s sus padres trabajando y los ven cortando calles. ¿Por qué se ha perdido la cultura del trabajo? ¿No se dan cuenta son utilizados de manera miserable? ¿Desde dónde estás has podido apreciar el desorden en las calles? Resulta complejo, vivir en una tierra donde los conflictos proliferan a diario. Antes eran los hombres de cualquier edad quienes arrojaban objetos contundentes a las autoridades, ahora también son las mujeres. Pareciera que el dialogo fue suplantado por una fuerza primitiva. Te amo más que siempre. Mis halagos no son vanidad de una madre desconsolada por la ausencia del hijo. Espero pronto poder concretar mis utopías. El tiempo transcurre ignorándome. Saben de mi deseo de no permanecer más aquí. No escuchan mis reclamos. Como siempre en cada uno de estos enlaces, he de pedirte no olvides cuanto te quiere mamá. https://www.youtube.com/watch?v=eiDiKwbGfIY