Buenos días
hijo querido.
Utilizando
como vehículo la imaginación te invito a pasear por París.
Podemos
abordar varias épocas.
¿Te parece
iniciemos nuestro viaje en el Palacio de
Versalles?
Con ropa de
gala ingresaremos al salón de los espejos.
Tu imagen
luminosa se reflejará en ellos. Multiplicándose para que todos puedan admirar
tu elegancia vestida en un esmoquin de
color gris.
Por ser
joven, no necesariamente debe ser del conocido negro.
Elegiré un
vestido verde oscuro, para estar en composé, con el joven más elegante de una velada
especial.
En los
jardines palaciegos continuaremos nuestra conversación en la que contarás de
todos tus proyectos a futuro.
El mozo que
atiende las mesas acercará a las nuestras finas copas de cristal, conteniendo
burbujeante champán.
El cielo es
un manto rutilante de estrellas encendidas, de allí brillante se cuelga la luna
mostrando el orgullo de su cara de plata.
Entiendo no te
agradan esas ceremonias. Por ello tu invitación para asistir a una obra de
teatro.
Previamente
pasaremos por el hotel para cambiar nuestros atuendos por algo más informal.
No poseo
preferencia por ninguna obra en especial.
Acepto tu
acertada selección.
Una comedia
interpretada por excelentes actores para cambiar el humor de quienes buscan las
obras teatrales para olvidar las tristezas.
En nuestro
caso en ese instante esa palabra está alejada de nuestro léxico.
¿Qué más se
puede pedir?
Hijo y mejor
amigo disfrutando de la noche parisina.
Como es
costumbre a la salida del teatro
elegiremos un restó pequeño para cenar.
Las luces de
la Torre Eiffel, permanecerán, encendidas hasta que el sol comience a
despertar.
Sólicito
preguntás,si estoy cansada, ante mi negativa, decidimos llegar al hotel
caminando.
Rápidamente
, delineásm la excursión
para media mañana .
Pasearemos
en catamarán por el Río Sena.
No dejarás
de fotografiar los monumentos.
Te pido realices tomas de la Basílica del Sagrado
Corazón u más allá encontraremos, Notre
Dame.
Turistas de
varios países comparten ese momento de magia único.
Avisamos al
guía,, finalizaremos allí nuestro viaje pues deseamos recorrer las calles
empedradas de París.
Nos dice
pasemos por la agencia de turismo a retirar la diferencia del viaje a nuestro
favor.
Optamos por
obsequiársela.
Los puestos
de diarios y revistas, son diferentes a
cualquier otro conocido.
También se
dedican a la venta de flores, tomás una de color rosa con el tallo esbelto para
regalármela.
Cuando nos
cansemos, elegiremos un lugar para almorzar.
Allí
seguirás elaborando infinidad de proyectos.
Los festejo
con ilusión.
Es hermoso
compartir las joras al lado del hijo amado.
Un taxi nos
dejará en la puerta del hotel.
Me pedís
descanse pues por la noche nos espera un concierto.
¡Siempre
pensando en mi bienestar!
Un hijo
poseedor de la esencia de Helios.
Terminado el
concierto como todas las noches buscamos un lugar para cenar.
Por un
instante tus ojos se entristecen.
Apoyando tu
mano sobre la mía, decís
“No es grave
má”.
Será la
primera vez que escuche ese axioma de tu
creación.
Tengo la
sensación de un puñal inserto en mi corazón.
¿Por qué no puedo leer tis pensamientos como siempre?
¿Has tenido
un presagio?
Cambiás de
tema para no preocuparme.
Como estamos
relativamente cerca del hotel.
Regresamos
caminado por el borde del río Sena.
Los puentes
con sus arcos ofrecen un espectáculo majestuoso al reflejar por efecto de los
faroles, la estructura en las aguas.
Al notarme
inquieta, comprás, un periódico.
En el primer
árbol que encontremos, pasarás a sostenerlo
como si fuera la tela de un pintor de época, sonriéndote escucho decir:
“Soy Claude Monet, señalándome decís, ante un
público imaginario, ella es Camille.
Olvidó la
sombrilla. Igual la pintaré luciendo las cintas en sus sombreros.
Puedo
retratarla sin que tenga la sombrilla pues al conocerla, utilizaré la
imaginación.”
Tu
creatividad me arranca una sonrisa.
Mañana, con
las luces del crepúsculo abordaremos el avión que nos traerá de vuelta a
nuestra ciudad.
Noto tu
palidez mientras estás entregado a la vigilia.
Hace tiempo
no podés conciliar el sueño profundo.
No estás
dormido, con claridad expresás:
“Nada dura para siempre”
Otro de tus
axiomas favoritos,
Con la
sonrisa más linda solicitas intente dormir.
Llegaremos a
destino en las primeras horas de la
mañana.
Nada escapa
a tu entendimiento.
Sonreímos
cuando te das cuenta no estoy descansando sino que solo tengo los ojos
cerrados.
“No vale mamá,
la consigna es dormir pues quedan varias horas de viaje,
No intentes
engañar a tu hijo, haciéndote la dormida.
Nunca duermo
del todo.
No debería
asombrarte, siempre he sido así.
Eternamente
en París o volando a nuestra casa”.
La azafata
nos pide ajustemos los cinturones en pocos minutos el pájaro plateado posará
sus alas para posarse en el aeropuerto.
Mientras
sostenes mi mano para descender, no
dejás de sonreír.
Como siempre
intentas los otros te vean bien.
Ser
As generoso hasta
el final menos esperado.
Te extraño,
desde aquel entonces no puedo olvidar tu mirada nublada por la tristeza.
Fue una
fracción de segundos.
Jamás la
olvidaré.
Por siempre
guardaré los sueños que no llegaste a
cristalizar.
Permanecen
intactos mis deseos de darte un beso.
Abrazarte
como antes, ahora.
No soporto
la soledad.
Tu ausencia
fue socavando el alma.
El amor
continúa siendo inconmensurable.
Las dos
últimas palabras conformaron el título del primer enlace después de tu partida.
¿Por qué
tengo que escribir a alguien tan vital?
¿Por qué tu
vida se apagó?
¿Cuál fue el motivo para impedir fuera tu compañera
de viaje como siempre?
¿Por qué te
arrebataron de mi lado?
¿No se dan
cuenta no tiene sentido vivir con un hijo muerto?
Nunca lo
transformaré en recuerdo.
Está vivo en
mi alma u en cada célula de mi ser.
Te amo hijo
querido.
No me
enseñaste a vivir sin vos.
Siempre he
de pedrte no olvides cuanto te quiere mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=beyNIBqdHTw
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