Buenos días
amor inmenso.
Este fin de
semana fue más tortuoso que otros.
A medida que
pasa el tiempo inconmovible, es más notoria tu ausencia.
Ayer luego
de establecer estos contactos en los que puedo soñar con imposibles, capaces de dejar el terreno de las utopías
como es el deseo infinito de darte un beso, estuve leyendo acerca del
comportamiento de nuestro cerebro.
Asó pude
conocer imágenes de pensamientos y conocer el lugar que ocupan.
Para ello
mostraron fotos de resonancias magnéticas.
Con el objetivo
de acceder a cada zona del cerebro
adquiera una tonalidad diferente.
Vía
intravenosa el paciente recibe una medicación, específica aconsejada por un neurólogo y así poder
estudiar, las neuronas componentes de la masa cerebral.
Seria
realizar un escaneo de la masa cerebral.
Esa misma
tarde, en una clínica muy conocida de la zona, realizarías esas prácticas.
Al paciente
le resulta útil ingresar a su conciencia.
A los científicos
que llevan a cabo esa práctica conocer un poco más de las reacciones, producidas en el cerebro, de acuerdo al estímulo que
reciben.
Un examen de pocos minutos de duración.
Posteriormente
quien se ha sometido a la prueba, en perfecto estado de conciencia, dado que el
medicamento intravenoso, no afecta el razonamiento, sino que ilumina las
distintas zonas cerebrales.
Teoría a la
que accedí con gusto, pues solo quedarían imágenes pocas veces investigadas.
El estudio
no posee contra indicaciones.
Durante el
mismo quien se presta al mismo está consciente.
Antes de
ingresar al espacio donde se encuentran los equipos, los médicos dicen en esas
Instancias
es necesario estar relajado, evitando formular preguntas.
Un dialogo
afectaría el resultado.
He sido
voluntaria para investigaciones que son
apasionantes.
Para los
profesionales, una gran ayuda para encontrar respuestas sobre ciertos males que
pueden dejar a un terrenal o humano en estado vegetativo.
Para el
voluntario saber un poco más de esa pequeña computadora que tenemos en la
cavidad craneana.
Cada
gabinete es individual.
Se
preserva la privacidad, de cada voluntario.
Antes de
comenzar el estudio las luces son más suaves,
igual al sonido de música para relajarse.
Cuando el neurólogo
considera se ha llegado al relax, da comienzo al escaneo de nuestro cerebro.
Pasados diez
minutos pasamos a ocupar un consultorio donde será evaluado el estudio y
podremos comenzar con las preguntas.
Curiosamente,
preferí esperar para luego preguntar.
De manera
didáctica, expreso las indas cerebrales estaban perfectas.
No había
indicios de futuras patologías.
Llamo su
atención el tamaño de las imágenes que ocupan los pensamientos en mi cerebro.
Pasé a
relatarle de manera breve, estos últimos casi seis años de mi realidad.
Asombrado
dijo conmovido:
“Ahora
encuentro explicación al tamaño de las
imágenes de sus pensamientos.
Observando
su mirada concluyo, el dolor no se
atenuó y el amor hacia su hijo sigue creciendo pese a la ausencia.
A una madre
en su situación, poco se puede decir.
Le aconsejo,
espere, el paso del tiempo para reencontrarse con su hijo”
Respondí que
era un enigma esa posibilidad dado no existen argumentaciones valederas,
capaces de sostener esa ilusión.
Comenté
había perdido todas las esperanzas, al punto de poner en duda mis creencias.
Agregando la imposibilidad de despertarte con un beso cada mañana, es una
tortura.
“Señora,
esas heridas es difícil cicatricen en
su totalidad.
Se forman
sobre ellas delgadas capas de piel, no alcanzan para restañar el dolor.
Es valiente
al continuar.
No dude en
pedir ayuda cuando lo necesite”
Supo estaba
haciendo terapia, considerando era necesaria, en temas tan dolorosos, como la
tragedia de ver partir a un hijo.
De su
escritorio sacó una tarjeta, entregándola.
“Cuente
conmigo para todo aquello que considere necesario.
Mientras sostenía
mis manos heladas, sugirió, siguieran creciendo, las imágenes de los
pensamientos.
Seguramente
las fuerzas y energía que muestra las recibe de ese ser,
No
perceptible a la vista, alojado en su corazón”
Nos
despedimos hasta otro estudio de pensamientos.
Siempre
concurrirás con tu mamá.
Decidí
volver a mi refugio caminado.
La brisa
otoñal, se adueñó de las hojas de los
árboles.
Están sin su
vestimenta.
Ellas vuelan
en libertad.
Las envidio,
desearía ser libre para llegar a vos rápidamente.
Satura
permanecer en suelo hostil.
La espera es
tan angustiante como tediosa.
No tengo
dudas sos el pilar en el que me puedo sostener,
El brazo
siempre dispuesto a levantarme cuando estoy por caer en las profundidades, del abismo siniestro donde se ha convertido en
reina la oscuridad.
No quiero
estar más en suelo terreno.
Todas las
horas son demasiado parecidas entre sí.
Puedo
soportarlas, por llevarte entre las hilachas de mi alma.
Entelequias
repitentes.
Quiero estar
con vos, en el espacio que sea.
Recrear el
ayer, cada día más lejano.
Abrazarte
para que nadie nos vuelva a separar.
Es
antinatural se mueran los hijos.
Los seres
yacientes no habitan en el inframundo como decía Hefesto, cuando cada mañana
bajaba a las entrañas del volcán, para repetir su trabajo en la fragua.
Afilar las
armas para las guerras que podían suceder.
Solo sirven
para que un par de locos, acumulen poder.
Nadie piensa
en las victimas, menos en el dolor de sus familias.
En las Islas
Malvinas faltan pocos fallecidos por identificar.
Ahora
gracias a la ciencia la placa de los sepulcros no dice “Soldado argentino solo
conocido por Dios”, la mayoría tiene identidad post morten.
Como doy por
sentado conocés, más que nadie mi
pensamiento sobre los muertos que figuran en una estadística, no agregaré nada
más.
Espero sus familiares
alguna vez puedan tener atisbos de paz.
Te amo hijo
querido, por ello no llego a entender, tu ausencia en mis sueños.
Hace mucho
clamo por ella.
No estás.
Querido en
nombre de las imágenes de mis pensamientos, en las que permanecerás más allá de
mi propio final, te pido, no olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=JcJuhNiPmzQ
No comments:
Post a Comment