Buenos días
hijo hermoso, te saludo en una mañana fría y soleada.
Esperando
aparezcan las nuevas restricciones.
Tristemente
nuestro país ocupa el cuarto lugar en cantidad de casos contagiados y
fallecidos.
Un espacio
que nunca deberíamos estar, si se
hubiera actuado con conciencia y una gran dosis de buena voluntad, sabiduría y
razonamiento, respetando una pandemia a nivel global.
La desidia
hoy arroja números espantosos.
No
inesperados.
Durante un
año de encierro nada se hizo para tomar
precisiones para esta segunda ola que recién empezó.
Como todos
los días de mi vida siempre expresaré la necesidad de darte un beso.
Demora
demasiado en llegar.
Quiero
compartirte un sueño.
Imposible
establecer el horario estoy mirándote siempre, despierta o vencida por el
sueño.
Mis ojos se
habían multiplicado cerca de tu hábitat, aún,
cuando no sepa con exactitud las
coordenadas que ocupás en el universo.
Presumo
estás allí en un mundo tranquilo y ordenado.
No solo
tengo premura por conocerlo, sino espero curses una invitación para poder
aparecer a tu lado y quedarme para siempre.
Utopías.
Alguna vez
podrán convertirse en realidad.
La
inmensidad del cosmos obligó a mis ojos a multiplicarse y así poder observar
cada estrella, constelación, destellos de sol o el brillo de la luna.
En esta
búsqueda desesperada, el paisaje armonioso cautivaba a quienes lo quisieran mirar.
Lejano un
cometa encandiló con su estelaridad.
No pude
encontrarte pese a la multiplicidad de ojos.
¿Dónde
estás?
¿Por qué
tanto oscurantismo cuando solo deseo saber cuál es tu espacio?
¿Te impiden
mostrarte para establecer una comunicación con tu mamá?
¿Cuál es el
secreto para poder conversar? Mis ojos atravesaron los nueve cielos, imaginados
por Dante.
En ninguno
de ellos pude encontrarte.
El silencio
no profiere alaridos como en suelo terrenal.
Conmueve
tanta quietud.
¿Por qué no
pude verte en la inmensidad?
A medida que
pasaban el tiempo, cada uno de mis ojos se
cerraba.
Otra vez la
imposibilidad de estar mirándote, siempre.
¿Sentí el
sabor acre de la derrota al despertar?
No.
Nunca dejaré
de buscarte,
En
algún instante desaparecerá la soledad
que se ha convertido en mi sombra.
No es para
nada grato tenerla a mi lado, prefiero
estés vos.
¿Cuándo
pasarás por mis sueños?
No importa
si no tenés deseos de hablar.
Quisiera te
acercaras para sostener tus manos entre las mías como antes.
Murmurarte al oído la intensidad del amor que hiciste
nacer desde el momento, supe en nueve
lunas y sus soles, sería la mamá del hijo y amigo más fiel que pude tener.
¿Querido a
qué se debe tu insistencia para que permanezca en suelo terreno?
He tenido
oportunidades de partir.
No se
concretaron por tu temprana intervención.
¡Deseo
estemos juntos para siempre!
Nada puede
mitigar el dolor producido por tu partida impensada.
En la tierra
fuiste cual ráfaga de aire puro y luminoso.
No dejes
continúe en sitios tóxicos.
Pocos
conocen, el hastío que significa estar
en medio de la incomodidad
no deseada.
Quisiera
entre muchas otras cosas tener la potestad de tener tu cariño para siempre.
Te percibo
en muchos detalles de la vida cotidiana.
No alcanzan,
las fotos que a diario acaricio.
Menos la
mirada que pareciera acariciarme desde un retrato.
Falta la
sonoridad de la voz o los silencios acompañando, cada uno de los pensamientos.
No era
necesario cuando estabas con vida estuvieras de manera constante a mi lado.
Sabía luego
de tus actividades regresabas.
Ahora por
más que espere los horarios semejantes, nadie inserta la llave en la cerradura.
No puedo
acostumbrarme a tu ausencia.
La mayoría
de las horas son tortuosas, conociendo no arribarás.
¿Cómo se
hacer para atravesar semejante situación?
Estoy
abatida.
Jamás
derrotada.
Siempre
serás el ser omnímodo, sosteniendo a su madre.
He llegado a
un punto en el que preferiría soltar las amarras que me atan a la vida.
Es mi deseo
demuestres tu amor fraterno cuando nos veamos en algún lugar.
Soltá mis
manos para que pueda partir hacia vos sin más dilaciones.
La ida sin
vos carece de sentido.
¿Por qué
quienes insisten en mi cautiverio, se niegan a ver las evidencias?
¿Qué hice
mal para seguir acá?
¿Qué me
falto hacer, para recibir una condena tan
pesada?
¿Cuál es el
idioma que ustedes podrían comprender?
¿Les produce
gozo la soledad de mi hijo?
Un ser de
luz, siempre rodeado de personas, amigos que lo querían de verdad y por
supuesto como todo ser humano, existían entes que no llegaron a conocerlo tal
cual era.
Esos que
denomino buscadores de defectos.
Siempre asumí
mi hijo los tenía, pese a ellos poco se notaban por la cantidad de dones que
trajo al mundo.
Te extraño
querido mío.
Nadie me
enseñó a vivir sin vos.
Exactamente
en cien días se cumplirán seis años de ausencia.
¡Intolerable!
De ser una
mujer fuerte pase a revistaren la calidad de despojo.
Te amo
chiquito, necesito me ayudes a transitar este sendero insondable.
Como nadie
quisiera precipitar el final.
No puedo
hacerlo.
Nunca
vulneraré tu memoria.
Hijo mío, te
pido, no olvides cuanto te quiere mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=WO7E6hR1KBg&list=RDUnQ2nFpsVr0&index=19
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