Buenos días hijo querido.
Te saludo en otra mañana donde la lluvia cae cual si fueran
etéreos cristales muriendo al chocar con las superficies duras, encontradas a
su paso.
Ello me permite recordar una visita a un museo, realizada
con tu compañía,.
De los techos de altura enorme pendían luminarias y objetos de decoración.
Quedamos fascinados con un artefacto confeccionado con
delgados hilos de metal, finalizando en esferas de cristal de roca facetadas a
la que todos los turistas lograba abstraer su atención.
¿Has podido recordarla mi tesoro?
Nunca antes habíamos visto algo tan bello capaz de disparar
las emociones y porque no alguna lágrima generada en los sentimientos ante
semejante aparición.
Todo aquello relacionado con el arte llegaba a conmovernos
de manera difícil de describir.
El hombre al dejar volar su creatividad, la expresa mediante
piezas artísticas.
Creo que de todo el salón donde se exponían otras bellezas,
esos cristales etéreos fueron capaces de capturar la mayor cantidad de fotos.
Las luces del flash daban a las esferas los colores de la
naturaleza.
Por ello elegí esa vista con la intención de despertar tus
recuerdos a los que no deseo imaginar dormidos, en la eternidad.
No es factible regrese a los espacios visitados con vos.
Preciso desesperadamente darte uno de los tantos besos que
tengo guardados para vos.
¿Por qué se nos negó la posibilidad de estar juntos para
siempre, en esta vida o en tu hábitat?
Tu hermano de la vida me llamó ayer desde Estambul.
Produce satisfacción siempre te recuerde con afecto.
Un ser integro que no conoce la palabra traición.
Es agradable sea tan humano y en medio de lugares soñados
siempre hay una evocación y culto a la amistad.
Te agradezco haber heredado a tu amigo del alma.
Desde tu ausencia se ha convertido en el amigo fiel a quien
se cuentan los avatares de la vida.
Humano que sabe escuchar y comprender.
Sobran los dedos de una mano para encontrar seres mágicos
como él.
Ha tomado una cantidad increíble de fotos para que sus
amigos las podamos disfrutar.
Memorioso recuerda cada centímetro caminado por el planeta.
Para nada egoísta los comparte con las personas que quiere
de verdad.
La persona que junto a su esposa fueron los primeros en
visitarte en la institución sanatorial
manifiesta sus deseos de partir para reunirse con su esposa.
Los arbitrios del destino son los que decidirán.
Hoy tengo muchas disquisiciones para resolver.
Interrogantes que no recibirán respuestas, por ello te evoco
con amor maternal.
Hoy quiero dejarte una poesía, referente a ellos en
diferentes circunstancias de la vida.
“¿Te acuerdas de la tarde...?
Autor: Enrique González Martínez
¿Te acuerdas de la tarde en que vieron mis ojos
de la vida profunda el alma de cristal? . . .
Yo amaba solamente los crepúsculos rojos,
las nubes y los campos, la ribera y el mar. . .
Mis ojos eran hechos para formas sensibles;
me embriagaba la línea, adoraba el color;
apartaba mi espíritu de sueños imposibles,
desdeñaba las sombras enemigas del sol.
Del jardín me atraían el jazmín y la rosa
(la sangre de la rosa, la nieve del jazmín)
sin saber que a mi lado pasaba temblorosa,
hablándome en secreto, el alma del jardín.
Halagaban mi oído las voces de las aves,
la balada del viento, el canto del pastor,
y yo formaba coro con las notas suaves,
y enmudecían ellas y enmudecía yo. . .
Jamás seguir lograba el fugitivo rastro
de lo que ya no existe, de lo que ya se fue. . .
Al fenecer la nota, al apagarse el astro,
¡oh sombras, oh silencio,
dormitabais también!
¿te acuerdas de la tarde en que vieron mis ojos
de la vida profunda el alma de cristal?
yo amaba solamente los crepúsculos rojos,
las nubes y los campos, la ribera y el mar. . .”
Sabio el poeta permite recorra caminos insondables de su
mente.
Querido mío
¿Cuándo aparecerás en mis sueños?
Deseo abrazarte, sumergirme en la profundidad de tu bella
mirada, dando comienzo a una charla que nunca necesitó el don de la palabra.
No puedo dimensionar cómo te extraño.
Los legos dicen es porque no quiero, no me molesto en
responder a quien no ha pasado por instancias similares a la mía.
Hablan desde el desconocimiento del significado de la
pérdida de un hijo.
Solo quien atiende mi salud mental fue certera cuando me
dijo “Todos los duelos pueden superarse, el de un hijo nunca”
Es verdad.
Te pienso todas las horas del día.
Antes de entregarme al descanso ruego soñarte.
¿Por qué no puedo cristalizar esa utopía?
Te amo intensamente por ello siempre reiteraré mi letanía,
al solicitarte desde el fondo de mi alma, nunca olvides cuanto te quiere, mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=Dm8-0m3M8-c
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