Buenos días querido hijo.
Te saludo, en una
mañana con el cielo cubierto por densos celajes, ocultando a Helios que se ido a descansar.
Puede ser preludio de la lluvia esperada con ansiedad y así
morigerar los efectos de una temperatura demasiado alta para esta hora.
Temprano salí al jardín de mi refugio poblado de flores y
fragancias.
En un rincón encontré una especie desconocida por mí, cuyas flores eran de tono oscuro.
Rápidamente pensé en
enviar esas flores para tu cielo con el propósito, te lleven mi mensaje de amor
maternal.
Hubiese querido alcanzártelas, entiendo que por ahora mi
alma no puede ascender a esos espacios desconocidos por los humanos y
terrenales, oportunidad otra vez negada, para que pueda cristalizar mi utopía
de darte un beso y quedarme a tu lado
eternamente y de esa manera concluir tanta conversaciones pendientes desde tu ausencia inesperada e injusta.
Al entrar tomé el celular para enviarle un mensaje a tu
hermano de la vida.
Hoy se cumple un año de la partida de su papá.
Con voz queda, respondió, estaba por entrar al Palacio de
Versalles u conocer su interior, algo que no pudo concretar en viajes
anteriores por la cantidad de turistas que a diario lo visitan.
Sé que tomará fotos del Salón de los Espejos son que lo haya solicitado.
No me pareció coherente recordárselo en una jornada dolorosa para él.
¿Lo has visto cerca de tu hábitat?
Te pido lo acompañes para que no sienta la soledad.
Si llegaran las flores para tu cielo, ruego las compartas
con quienes te antecedieron y precedieron en el camino a ese sitio, por
ahora vedado para mí.
¿Acaso no saben no es mi deseo estar en suelo terreno?
¿Cuándo será comprendido por esos seres dueños de la vida de
los terrenales y humanos que deseamos partir?
Encontré una poesía, deseo compartirla con vos.
“Elevación
Autor; Charles Baudelaire
Por encima de los estanques, por encima de los valles,
de las montañas, de los bosques, de las nubes, de los mares,
más allá del sol, más allá del éter,
más allá de los confines de las esferas estrelladas,
espíritu mío, te mueves con agilidad,
y, cual buen nadador que se emociona con las olas,
surcas alegremente la inmensidad profunda
con inefable y masculina voluptuosidad.
Echa a volar muy lejos de estos miasmas mórbidos;
ve a purificarte en el aire superior,
y bebe, como un puro y divino licor,
el claro fuego que llena los espacios límpidos.
Detrás de los tedios y las vastas penas
que con su peso entorpecen la brumosa existencia,
afortunado aquel que puede con un ala vigorosa
alzarse hacia los campos
luminosos y
apacibles;
él, cuyos pensamientos, como las alondras,
hacia los cielos alzan por la mañana un libre vuelo,
¡quien se eleva sobre la vida y entiende sin esfuerzo
el lenguaje de las flores y de las cosas mudas!”
Letras de un poeta admirado por todos aquellos sorprendidos
ante el buen decir.
Quiero verte en mis sueños, escuchar tu voz.
Nada conforma a una madre que ha perdido su mayor tesoro.
El amigo más fiel.
No es suficiente saber estás tatuado en mi alma.
Con el objetivo de no lastimarte, estoy aprendiendo a
reprimir el llanto.
En ocasiones puedo lograrlo, en otras se hace difícil
contener semejante caudal de lágrimas.
Hoy mi angelita guardiana, fue a realizar un trámite por mí.
No sabe el favor que me hizo.
Siempre le comento que aún no encontré, la palabra capaz de
remplazar “gracias”.
De no hallarla seguramente
la inventaré.
En otros idiomas también es simple, cuando se trata de
agradecer actos invaluables.
Es un ser de luz como vos.
Generosa, siempre tratando de cubrir las ausencias más
dolorosas, espejo en el que muchos
deberían reflejarse y así tener un mundo soñado
Tesoro te amo intensamente, de la misma forma que extraño tu
presencia física.
Hijo querido como es costumbre reiteraré mi pedido, por
favor nunca olvides cuanto te quiere, mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=RNK2Mk2Auuo
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