Buenos días hijo querido.
Te saludo en una mañana atípica, el cielo está cubierto por densos celajes, desde ayer
anunciaron lluvias que no arribaron.
Por ello para este contacto seleccioné imágenes soñadas de
uno de los lugares más vellos del planeta, la Isla de Japón.
Espacio maravilloso, destacado por la educación de sus
ciudadanos y la limpieza que se encuentra recorriendo la isla por la avenida de
los cerezos .
Profusión de pagodas construidas sobre parques inmensos donde las ranas de los
árboles florecidos, acaricia los techos de aquellas agregando color.
Casi todas las propiedades cuentan con hermosos jardines, ornamentados con diversidad de plantas,
obsequiando fragancias y color.
En casi todas existen lagos artificiales con pequeños puentes
arqueados para cruzarlos.
En ninguna falta la presencia de los cerezos en flor.
Recuerdo cuando se celebraron los juegos olímpicos en la
ciudad de Buenos Aires, la delegación japonesa antes de irse dejó sin que nadie
se los pidiera, las habitaciones utilizadas en completo orden y aseo.
Brillaron por su educación t compañerismo.
¡Cuánto debemos aprender de la cultura oriental!
No creen como algunos
argentinos, ser los mejores del mundo.
No estabas en la tierra cuando se celebraron aquellos.
Admiro la sencillez del pueblo oriental.
Hasta los emperadores utilizan atuendos como los de
cualquier compatriota.
De ninguna manera gastan fortunas en diseños de marca.
No son diferentes a quienes gobiernan.
El poder está lejos de celebraciones fastuosas, utilizando ropas
y accesorios importados que significan una afrenta hacia los que menos tienen.
El poder radica en la
firmeza y no en actitudes erráticas, la mayoría de las veces ofensivas para el
ciudadano que trabaja de sol a sol para sobrevivir.
Si estuvieras aquí, no dudaría en migrar hacia esas
latitudes.
Tu ausencia temprana apartó de mi existencia las ganas de
establecerme en otro lugar.
Debo estar para acompañar la familia chiquita.
Cualquier lugar donde se desconozcan las principales leyes
deja de ser el averno que nos toca pasar.
Dejo un poema que habla de mis arboles preferidos, los
cerezos en flor.
“VEINTE POEMAS DE AMOR Y UNA CANCIÓN DESESPERADA
Autor: Pablo Neruda
Juegas todos los días con la luz del universo.
Sutil visitadora, llegas en la flor y en el agua.
Eres más que esta blanca cabecita que aprieto
como un racimo entre mis manos cada día.
A nadie te pareces desde que yo te amo.
Déjame tenderte entre guirnaldas amarillas.
Quién escribe tu nombre con letras de humo entre las
estrellas del sur?
Ah déjame recordarte cómo eras entonces, cuando aún no
existías.
De pronto el viento aúlla y golpea mi ventana cerrada.
El cielo es una red cuajada de peces sombríos.
Aquí vienen a dar todos los vientos, todos.
Se desviste la lluvia.
Pasan huyendo los pájaros.
El viento.
El viento.
Yo sólo puedo luchar contra la fuerza de los hombres.
El temporal arremolina hojas oscuras
y suelta todas las barcas que anoche amarraron al cielo.
Tú estás aquí. Ah tú no huyes.
Tú me responderás hasta el último grito.
Ovíllate a mi lado como si
tuvieras miedo.
Sin embargo alguna vez corrió una sombra extraña por tus
ojos.
Ahora, ahora también, pequeña, me traes madreselvas,
y tienes hasta el alma perfumada.
Mientras el viento triste galopa matando mariposas
yo te amo, y mi alegría muerde tu boca de ciruela.
Cuanto te habrá dolido acostumbrarte a mí,
a mi alma sola y salvaje, a mi nombre que todos ahuyentan.
Hemos visto arder tantas veces el lucero besándonos los ojos
y sobre nuestras cabezas destorcerse los crepúsculos en
abanicos girantes.
Mis palabras llovieron sobre ti acariciándote.
Amé desde hace tiempo tu cuerpo de nácar soleado.
Hasta te creo dueña del universo.
Te traeré de las montañas flores alegres, copihues,
avellanas oscuras, y cestas silvestres de besos.
Quiero hacer contigo
lo que la primavera hace con los cerezos.”
Hijo de mi alma nunca podrás imaginar la necesidad que tengo
de darte un beso.
¿Qué haré cuando complete el cofre en el que los guardo?
Es imposible estar sin tu presencia amada.
Extraño al hijo querido y al amigo fiel.
Como nunca pensé necesito sumergirme en la profundidad de tu
bella mirada.
Carece de sentido continuar sin vos.
A esta altura de las circunstancias no es suficiente a
diario como si fuera un mandato solo
pueda mirar tus fotos acariciando, el frío cristal de la computadora.
Mis caricias son para vos.
Es necesario el abrazo de cada mañana.
Cuidarte para que no sufras en soledad enfrentarte a tu hábitat sin el amor de
quienes siempre te hemos querido de verdad.
Nunca comprendí el supuesto amor que se finge por intereses
abyectos.
Ello recibe el adjetivo “mezquindad”.
Te pido ayuda para llegar rápidamente a vos, tu compañía se
ha tornado esencial.
Te amo hijo querido.
Siempre en estos
contactos que nos acercan más te pediré por favor, nunca olvides
Cuanto te quiere, mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=ugF2VKXsUMg
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