Hola hijo querido.
Te saludo en una mañana calurosa, con el deseo de la llegada
del otoño.
Temprano en mi caminata diaria encontré una vela diferente,
el pabilo no estaba encendido, en su lugar había una gota de agua con la forma
que tienen las velas tradicionales, más la luz suspendida era agua.
Busqué mirar si tenía las clásicas lágrimas de cera, las
mismas estaban conformadas por gotas de agua semejantes al llanto de una mujer.
Tomé una fotografía con la intención de dejarla como imagen antecedentes de esta
conexión.
Contacto en el que trato de encontrarte para darte el beso
soñado, ejerciendo las funciones básicas de una mamá que extraña a su hijo,
como todas aquellas a quienes nos sustrajeron la mejor de nuestras obras.
Esperaría saliera el Astro Rey para saber quién había dejado
allí.
Inmediatamente recordé, muy cerca vive una estudiante de bellas artes que suele dejar esos pequeño tributos cuando cree
no alcanzó la perfección, con la intención algún caminante lleve los objetos
que deja en la vereda de su refugio.
Nunca había visto una vela tan diferente a las
tradicionales.
Ello la hacía llamativa, nunca sabré porque la descartó.
En un comercio cercano comentaron el suceso, en ese momento
entró una joven mujer desconocida a realizar sus compras como cualquiera de los
clientes esperando ser atendidas.
Allí, anunció ella
era la autora de la vela con llama de agua.
Solo comento cuando entre los seres terrenales encuentren el
entendimiento, esa vela se encenderá tal cual las otras que conocemos.
El agua mutará a fuego con el propósito de iluminar s todos
los que precisen luz en sus corazones.
La explicación fue tan breve como profunda, abonó sus
compras, saludando a todos los clientes con una voz musical como la tuya, cuando
esbozabas tus pensamientos.
Tu imaginación invitaba a reflexionar.
Las palabras de la joven también.
Como ella espero el
razonamiento abarque a todos los que tienen una vida desarrollada en la
oscuridad, ello impide utilicen el razonamiento para compartir lejos de los
intereses capaces de opacar el inició de
relaciones con sus iguales.
Seres atormentados que nunca sanarán mientras sus almas estén
cautivas en la mezquindad.
Hoy quiero dejarte un poema de un autor español referente a
las velas.
El título de la poesía aparecido en la red, tiene un gran
significado para los dos.
¿Será una señal?
“Octubre, 16
de Vicente Gallego
Despierto. Pesa el sol sobre mi rostro
y la arena ha tomado mi forma levemente.
Incorporo un momento la cabeza
y el cielo es todo mi horizonte,
un cielo de ningún color sino de cielo,
de cielo que yo veo en una vela,
la vela diminuta que recorta
y fija el universo en su contraste.
Y luego el mar,
el mar bajo la vela, ese mar que es inmenso
pues llega hasta mi vientre y no concluye.
Entre el cielo y el agua me detengo un instante,
y después me acomodo hasta quedar
sentado por completo.
El mar entonces me abandona, se retira,
y la arena se moja, avanza, se seca y se calienta
confluyendo, en un
punto y acercándose a mí,
pero un cangrejo cruza en ese instante
y mis ojos se van con el cangrejo,
y el cielo se hace rojo en su coraza,
y el mar se pierde y nada pesa.
Y al fijar la mirada atrapo el universo,
completo y detenido en su pasar efímero
a lomos de un cangrejo que lo arrastra,
sin saberlo, un segundo.
Y pienso que en las grandes creaciones
vida y arte no alientan en lo extenso,
sino en ese detalle que despierta
nuestro asombro.
El crustáceo se oculta
y nos apaga el mundo.”
Nada es casual en el sendero de la vida.
Los arbitrios del destino. Va dejando señalas o marcas
imperecederas.
Necesito verte en mis sueños, hace mucho que no puedo
visualizarte en ellos, pese a mi pedido constante, cuando llega la hora de
descansar.
Descanso dedicado a
recordarte con el amor más profundo que habita en el alma de una madre,
desesperada por reencontrarse con el hijo ausente.
Sé no es de ti agrado, solicite me ayudes a partir.
No tengo a quien solicitar me lleve a tu lado.
Por ello siempre recurro a vos.
Llegaré.
Es mi única certeza.
Desearía saber cuándo alcanzaré mi derrotero.
Por ahora nadie responde.
¿No tienen nada para decir?
¿Hasta cuándo sus caprichos
seguirán considerándome un rehén?
No se han dado cuenta no deseo continuar en suelo hostil?
Te amo más que siempre.
Mi búsqueda no cesará.
No llevaré velas de agua sino encendidas para no equivocar
el camino.
Mientras tanto, en cada uno de estos enlaces reiteraré mi
solicitud, por favor, hijo de mi alma,
nunca olvides, cuanto te quiere, mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=eiDiKwbGfIY
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