Buenos días hijo querido.
Te saludo en una mañana diáfana, el celeste del cielo solo
se ve opacado por el humo, producto de los incendios forestales, existente en
la mayoría de nuestro país.
Eolo no duda en traerlo a las ciudades ubicadas lejos del
fuego, a veces por la sequía y otras por
la desidia provocada por los terrenales, quienes no duda en arrojar las
colillas de cigarrillos sin apagar.
En mis recuerdos está un viaje realizado a la provincia
meridional de Córdoba, en la ciudad de Ascochinga, en el río del mismo nombre están ubicadas las
famosas tres cascadas.
Saltos de agua cristalina que mueren en el agua.
El parque que las rodea está repleto de flores que le dan al
espacio una belleza singular.
Muchas veces escalamos el cerro de color verde debido al
follaje de los pinos que lo adornan.
Teníamos curiosidad
por saber dónde comenzaban las famosas cascadas. Sorteando las piedras
observamos aquello que buscábamos.
El curso de agua es tranquilo hasta que se encuentra con la
bajada de los cerros provocando un espectáculo único.
¡Cuántos caminos nos vieron pasar asidos de la mano!
Nunca regresé al lugar ni a cualquier otro visitado con vos.
Sin saber si en tu estado el alma puede evocar la vida
anterior a la partida que no tiene explicación.
En los instantes
donde pienso han pasado a tu lado Mnemosine junto a Perséfone
adueñándose de tu memoria y recuerdos, estás imposibilitado para evocar.
Duele el dolor.
Duele tu ausencia que nadie podrá reemplazar.
Desearía regresar en el tiempo para revivir todo aquello que
nos unió.
Viajes recorriendo cada rincón de
Necesito recomponer mi alma herida por tu ausencia añorada.
Imposible esas heridas sanen mientras no se produzca, el
ansiado reencuentro.
Las imágenes están guardadas en mi mente y corazón.
Quiero pensar lo mismo te ocurre a vos.
¿Cómo saber o conocer tu hábitat?
Debo haber cometido errores insalvables para recibir el peor
de los castigos.
No tenerte es un martirio al que no puedo acostumbrarme.
He tratado sin éxito cambiar el contenido de estos enlaces.
No puedo.
Siempre estás en mi mente.
De ello no tengas dudas.
¿Quién te impide aparecer e mis sueños?
¿No saben mi mayor deseo es darte un beso?
Quiero sepas nunca tomaría una decisión capaz de vulnerar tu
memoria.
Ideas pensadas cuando estoy cautiva en un sitio donde no
deseo estar.
Como es habitual en estos contactos quiero dejarte un poema
de una escritora que tampoco está en suelo terrenal.
“AGUA
Autor: Gabriela Mistral
Hay países que yo recuerdo
como recuerdo mis infancias.
Son países de mar o río,
de pastales, de vegas y aguas.
Aldea mía sobre el Ródano,
rendida en río y en cigarras;
antilla en palmas verdi-negras
que a medio mar está y me llama;
¡roca lígure de Portofino,
mar italiana, mar italiana!
me han traído a país sin río,
tierras-agar, tierras sin agua;
saras blancas y saras rojas,
donde pecaron otras razas,
de pecado rojo de atridas
que cuentan gredas tajeadas;
que no nacieron como un niño
con unas carnazones grasas,
cuando las oigo, sin un silbo,
cuando las cruzo, sin mirada.
Quiero volver a tierras niñas;
llévenme a un blando país de aguas.
En grandes pastos envejezca
y haga al río fábula y fábula.
Tenga una fuente por mi madre
y en la siesta salga a buscarla,
y en jarras baje de una peña
un agua dulce, aguda y áspera.
Me venza y pare los alientos
el agua acérrima y helada.
¡Rompa mi vaso y al beberla
me vuelva niñas las entrañas!”
Extraño tu risa, la impronta parta resolver dificultades con
responsabilidad.
Aprendí gracias a vos a poner distancia de los seres
tóxicos.
Siempre supe cuánto te habían lastimado.
Una madre y amiga fiel conoce la mirada de su hijo.
Muchas veces sonreías para tranquilizarme, en tu interior
podía sentir el daño causado con intencionalidad.
No puedo disculpar a quienes te hirieron sin razón.
Detesto las farsas, también te ocurría a vos, con la
diferencia que utilizabas en todo
momento la diplomacia.
Otro motivo para admirarte.
Al tener un carácter explosivo, eso no lo pude asimilar.
Cuando hablamos con tu verdadero amigo y comento algunas
cosas que me pasa me dice “Usted es indómita”
Es cierto no retrocedo un solo paso cuando se cometen
injusticias.
Dirigidas a mí o a las personas que no saben defenderse
porque tienen temor a las represalias.
Reclamando con respeto y firmeza aquellas, no existen.
Te amo ser de luz.
Nueve lunas y sus soles te trajeron a mis brazos, duró poco
la tranquilidad.
Como siempre en estos contactos, he de pedirte con el
corazón en la mano, por favor, mi cielo nunca olvides cuanto te quiere, mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=iP5IzA1wmTc
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