Hola hijo querido.
Te saludo en una mañana brillante, diferente a la de ayer
donde el cielo lloró acompañando mi tristeza has que decidió vestirse con los
colores del crepúsculo.
Desde la ventana observaba, posada en una flor una mariposa
frágil que había perdido el color de sus alas, antes coloridas como el
arcoíris.
Mariposa nocturna que no dejaba de aletear buscando el tono
brillante de siempre que la lluvia se había llevado, para luego devolverlas y
ella volara entre las flores de mi jardín
buscando el néctar de aquellas para sobrevivir a un destino sin color.
Siendo niño disfrutabas sosteniéndolas entre tus dedos para
luego dejarlas en absoluta libertad.
Ayer comenzó una guerra entre Rusia y Ucrania.
Un sin, sentido
total.
Al presidente ruso poco le importan las vidas que se
perderán, por capricho que debió haber sido reemplazado por dialogo y todos
estarían en paz.
Solo hacía falta pedir vía diplomática un permiso a Ucrania
que tiene salida al océano Atlántico.
Las personas de bien consiguen sus necesidades a través del diálogo.
Lejos de la muerte que azotará a cientos de inocentes cuya
autoría se debe a un ser siniestro.
Casi todos los países han pedido un dialogo en paz entre los
presidentes.
Lamentablemente el nuestro y tres o cuatro administrados por
dictadores se han llamado al silencio.
Actitud incomprensible cuando la vida de terceros depende de
los misiles que se dispararán.
Perdón, no es mi intención opacar este contacto.
Quizás en tu hábitat no exista la beligerancia.
La mariposa nocturna volaba de flor en flor.
Compadecida la luna con sus destellos de plata logró
volvieran los colores a las alas de aquella.
Especies que se ven poco en la ciudad.
Cuando llegue el otoño migrarán a espacios más cálidos, si
su vida efímera se los permite.
Nunca como hoy para repetir tu axioma preferido, sonrío al
recordar tu “Nada dura para siempre”
Verdad que no es posible negar.
En la eterna búsqueda de letras que te ayuden a transitar la
soledad, quiero dejar una poesía de autor español con el amor de siempre.
“MARIPOSAS
Autor: Manuel Gutiérrez Najera
Ora blancas cual copos de nieve,
ora negras, azules o rojas,
en miradas esmaltan el aire
y en los pétalos frescos retozan.
Leves saltan del cáliz abierto,
como prófugas almas de rosas
y con gracia gentil se columpian
en sus verdes hamacas de hojas.
Una chispa de luz les da vida
y una gota al caer las ahoga;
aparecen al claro del día,
y ya muertas las halla la sombra.
¿Quién conoce sus nidos ocultos?
¿En qué sitio de noche reposan?
¡Las coquetas no tienen morada!…
¡Las volubles no tienen alcoba!…
Nacen, aman, y brillan y mueren,
En el aire, al morir se transforman,
y se van sin dejarnos su huella,
cual de tenue llovizna las gotas.
Tal vez unas en flores se truecan,
y llamadas al cielo las otras,
con millones de alitas compactas
el arco iris espléndido forman.
Vagabundas, ¿en dónde está el nido?
Sulanita, ¿qué harén te aprisiona?
¿A qué amante prefieres, coqueta?
¿En qué tumbas dormís, mariposas?
¡Así vuelan y pasan y expiran
las quimeras de amor y de gloria,
esas alas brillantes del alma,
ora blancas, azules o rojas!
¿Quién conoce en qué sitio os perdisteis,
ilusiones que sois mariposas?
¡Cuán ligero voló vuestro enjambre
al caer en el alma la sombra!
Tú, la blanca, ¿por qué ya no vienes?
¿No eres fresco azahar de mi novia?
te formé con un grumo del cirio
que de niño llevé a la parroquia;
eres casta, creyente, sencilla,
y al posarte temblando en mi boca
murmurabas, heraldo de goces,
«¡Ya está cerca tu noche de bodas!»
¡Ya no viene la blanca la buena!
¡Ya no viene tampoco la roja,
la que en sangre teñí, beso vivo,
al morder unos labios de rosa!
Ni la azul que me dijo: ¡poeta!
¡Ni la de oro, promesa de gloria!
¡Es de noche… ya no hay mariposas!
¡Ha caído la tarde en el alma!
Encended ese cirio amarillo…
¡Las que tienen las alas muy negras
Ya vendrán en tumulto las otras,
y se acercan en fúnebre ronda!
¡Compañeras, la pieza está sola!
Si por mi alma os habéis enlutado,
¡Venid pronto, venid mariposas!”
El poeta clama por el arribo de las mariposas.
Desde mi lugar clamo por verte y así concretar el anhelo de
darte un beso.
Pedirte aparezcas en mis sueños.
Ha pasado demasiado tiempo sin poder verte.
Le comentaba a tu prima mi mayor anhelo y ella contestó,
vendrás cuando menos lo espere.
Te pido ilumines sus palabras, para que las entelequias sean
realidad tangible.
Desespera la ausencia, pese a ello nadie me verá arrodillada
por este castigo inmerecido.
Tal vez esos entes no sepan que un hijo debe crecer al lado
de su madre, como ocurre siempre.
¿Por qué pasó?
¿Qué hice nal?
Asumo los débiles jamás responderán.
Lo mejor para una madre es estar con su hijo de manera
armoniosa.
Es la única manera en que concibo la maternidad.
Ni en sueños delirantes, pensé podías faltarme.
Ignoro cómo llegué
hasta hoy.
Intuyo sos parte importante de mi estadía en suelo terrenal.
Hijo quiero estar a tu lado eternamente.
Conocés te amo con intensidad.
Nadie pudo enseñarme a vivir sin tu presencia añorada.
Te amo ser de luz, por ello no dejaré de pedirte, por favor,
nunca olvides cuanto te quiere, mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=_UbI8aHf4_I
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