Buenos días hijo querido.
Te saludo, en una mañana calurosa.
Continuamos en medio de una ola de calor que lleva varias
jornadas con alerta roja.
Cercano a mi refugio han procedido a la apertura de otro
vivero, el que visité en la tarde de ayer.
Para mi sorpresa, encontré pequeños arbolitos de cerezos,
mis flores favoritas.
Adquirí uno, de flores color marfil.
Esta tarde el jardinero, procederá a plantarlo, después de
cortar el césped.
Es un ejemplar pequeño, que pronto crecerá.
Me gustaría estuvieras aquí, para notar su belleza y la
fragancia de flores delicadas.
Era el último que quedaba en ese comercio.
Tenía otros con floración rosada.
No necesita cuidados especiales, solo debe recibir poco sol
para no marchitar las flores de cuatro pétalos y riego abundante cuando tiene
sed.
Sería de mi agrado tener un ejemplar de cada color, para
ello el jardín debería ser más grande.
Produce bienestar, encontrar uno que tenga otro tono que no
sea el clásico rosado.
Espero crezca vigoroso y desde tu hábitat, puedas observarlo con placer.
Hermoso ser de luz, de esta especie nadie podrá cortar sus
ramas floridas, tal cual te gustaba, a vos.
Nunca supe por qué no te gustaban las flores cortadas de su
planta.
Cuando llegue a tu lado será otra pregunta para formular.
Estuve a punto de comprar la conocida flor “Ave del paraíso”
o sterlizia, es su nombre original.
Por ahora desistí de la compra.
Trae a mi mente, recuerdos de la primera casa, que habitamos
en esta ciudad.
Quizás, no lo sé, alguna vez adquiriré esa flor.
¿Existen jardines en el lugar donde estás?
Espero verlos pronto cuando me reúna con vos.
Otro sueño, demorado en cristalizar.
¿Podrás reconocerme?
Huye cuando veas aparecer, a las deidades griegas Perséfone y Mnémisine.
Una quita los recuerdos y la segunda la memoria.
Anhelo la tuya esté intacta para que sepas llegó, tu mamá.
Viaje dilatado por los arbitrios del destino.
Estando juntos podría habernos llevado a los dos, evitando
transite por el calvario de no tenerte.
Jamás imaginarás el significado y peso de tu ausencia
temprana, tan dolorosa para quienes te amamos con amor sincero.
Como debe ser.
No permitiré nadie intente vulnerar tu memoria.
Para hoy seleccioné algunas citas de autores reconocidos
quienes en sus letras, mencionan a los cerezos.
Las dejo en nuestro lugar de encuentro cotidiano, esperando
sean de tu agrado.
““Quiero hacer contigo lo que la primavera hace con los
cerezos.” Pablo Neruda
“En Japón cuando
florece el cerezo la gente va al campo alegre, a ver la flor del cerezo, se
sienta bajo los árboles y hacen fiesta. Son felices. Bebiendo sake y mirando
las flores. Cuando florecen las plantas producen una oxigenación y esto produce
aire puro. Si hay mucho aire puro nos ponemos contentos y bebemos sake.”
Masanobu Fukuoka
“El lugar se encontraba a cierta distancia de las montañas.
Las flores de la ciudad ya habían desaparecido, puesto que era a finales del
tercer mes, pero en las montañas los cerezos estaban en plena floración, y
cuanto más se alejaba Genji, más encantadores resultaban los velos de bruma.”
Murasaki Shikibu
“Cerezos en flor y
recuerdos de seres queridos. Todos tan lejos de aquí.” Masaoka Shiki
“Me dejaré morir en
tu silencio, que de noche me diste de comer los frutos del cerezo en tu alcoba
de sombras sangrantes de perfume y nada más deseo.”
Clara Janés
“El cerezo y otros frutales son duros, y de ellos se obtiene
magnífica leña. Sirven para fabricar objetos duros, como, por ejemplo, ruedas
dentadas para molinos de agua. ¡Lástima que se utilicen para postes!” John
Seymour
“La primavera se
aleja duda en las tardías flores del cerezo.”
Yosa Buson
“Caen las flores del
cerezo y entre las ramas aparece un templo.”
Yosa Buson
“En las tardías flores del cerezo duda La primavera que
termina.” Yosa Buson
“Esas flores de
cerezo que tanto me embelesaron desaparecieron de la tierra.”
Kobayashi Issa
“Yendo a mirarlas, Las flores del cerezo en la noche Se han
convertido en fruto”
Yosa Buson
Tesoro de mi vida, te extraño y te amo cada día un poco más.
Mi sol, brindas energía, sos el amigo más fiel.
Hijo querido, no es mi deseo permanecer en suelo terrenal,
rodeada de personajes que es mejor olvidar.
¿Por qué continúa mi cautiverio, sin que nadie pueda
argumentarlo?
¿Quién sabe cuándo termina mi ciclo vital?
Produce hartazgo, digan no es mi momento.
Debería alcanzar con mi súplica diaria.
No quiero permanecer un solo segundo más, donde me siento
incómoda.
Resulta un sacrificio, despertar sin escuchar tu voz, llamándome.
Nada debo hacer en la tierra.
Si resultara un desafío, con el propósito que tome atajos
para llegar a tu cielo.
¡No lo acepto!
¿Podrías ayudarme a lograr esta espera finalice de una vez?
Hijo de mi vida, como siempre he de reiterar mi pedido,
generado en el amor más puro, es el existente, entre una madre y su hijo, por
favor, mi cielo nunca olvides cuanto te
quiere,
Mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=8eKJ4ySt_Xw
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