Buenos días hijo querido.
Te saludo en una mañana muy calurosa.
Nuestro país está bajo los efectos de una ola de calor,
incluyendo el sur donde las temperaturas han ascendido, a valores que no se
recuerdan en los últimos cincuenta años.
Ayer al atardecer, fui hasta la localidad de Tigre, en
compañía de una amiga, con el propósito
de visitar los astilleros, que se encuentran allí.
Uno de ellos se dedica solo a fabricar yates.
Uno de ellos estaba, anclado al, Río Paraná, a punto de ser
botado, para comenzar a navegar.
El bautismo del navío se realiza, haciendo estallar en la
proa una botella de champagne.
El momento más emocionante es cuando el capitán, imparte la
orden de levar, el ancla para dar inicio
a la navegación.
Quienes se, encuentran en el muelle aplauden y agitan
pañuelos de mano, para despedirlos.
En ocasiones son acompañados por otras embarcaciones, por
unas millas.
Generalmente hasta que llegan, a río abierto.
Al arribar a otros puertos el ancla, es sumergida, en la
profundidad de las aguas, para detener la embarcación, episodio que sucede, en
cada puerto a fin de adquirir víveres, para continuar el viaje, hacia el
destino elegido.
Casi siempre se dirigen a la República Oriental del Uruguay
o la República Federativa de Brasil. Navegando en las aguas del mar.
En el instante que levan, el ancla produce emoción.
Nuestra experiencia marítima fue viajar, en catamarán, en
una excursión por los lagos del sur de nuestro país,
En un momento te levantaste de la butaca, como tardabas fui
a buscarte, estabas en la terraza de la nave y un señor muy amable, te acompañó
a descender, mientras mi rostro bronceado estaba pálido por el miedo de verte
en las alturas.
Muchachito valiente a nada le temías.
Afortunadamente, no heredaste de mí, ni el vértigo, y los miedos al agua, como a
los elevadores
Prefiero subir la escalera y no hacerlo por ascensor.
Siempre has sido libre como los pájaros.
Jamás pensé volarías tan alto sin tener la posibilidad, de
regresar a mi lado.
Para la fecha elegí algunas frases de autores reconocidos,
quienes aluden en sus letras a las anclas.
Como siempre las dejo, en nuestro lugar cotidiano.
““Los hijos son las anclas que atan la vida a las madres.”
Sófocles
“Un barco no debería
navegar con una sola ancla, ni la vida debe ser vivida con una sola esperanza.”
Epicteto
“El barco de nuestros
sueños deben estar anclados o de lo contrario se perderán.
Laurence Galian
“Eran sus ojos el
ancla más linda que ataba mis sueños.”
Homero Expósito
“Perder nuestra conexión con el cuerpo es quedarnos
espiritualmente sin hogar. Sin esta ancla, flotamos sin rumbo fijo, azotados
por los vientos y las olas de la vida.”
Anodea Judith
“Una vez que hayas encontrado tu ancla, nunca la sueltes,
pase lo que pase.”
John Marrs
“El pasado es un ancla con el sufrimiento escrito en la
cuerda. No vivas allí. Libérate.”
Marcos Millar
“La esperanza es el ancla de nuestra vida.”
Lailah Gifty Akita
“A menos que el
hombre se ancle al verdadero amor; ¡el hombre siempre se desplazará en medio de
la nada!”
Mehmet Murat Ildan
“Hay peregrinos de la eternidad, cuya nave va errante de acá
para allá, y que nunca echarán el ancla.
Lord Byron
“Dar la felicidad y
hacer el bien, he ahí nuestra ley, nuestra ancla de salvación, nuestro faro,
nuestra razón de ser”
Henri-Frédéric Amiel
“Todo lo que
necesitas es un ancla que te mantenga conectada a la tierra de forma segura
cuando el resto de tu vida se salga de control.
Katie Kacvinsky
“La esperanza es el ancla de nuestras almas. No conozco a
nadie que no necesite esperanza: joven o viejo, fuerte o débil, rico o pobre.”
James E. Fausto.
Vida mía te amo y extraño de una forma difícil de dimensionar.
Tesoro ven a mis sueños.
Debo entregarte los besos que tengo, guardados para vos.
Mantengo la esperanza de poder estrecharte en un abrazo
infinito.
Poder despertar la pasión dormida, de acariciarte como
antes, cuando la familia estaba completa.
Ha llegado una etapa donde no es suficiente acariciar tus
fotos.
La sensación no es la misma, que pasar mis manos sobre la
tibieza de tu piel.
Son muchos los sueños que quiero cumplir.
¿Tendré, esa posibilidad?
Sos imprescindible en esta realidad que me toca vivir.
Quiero abandonar suelo terreno.
Resulta incómodo continuar, sin saber por qué. Sigo retenida
donde no deseo estar.
Mi espacio está cercano a tu hábitat,
No he sido juzgada para recibir, semejante codena.
Seguir en suelo terrenal carece de sentido, si me faltás
vos.
¿Podrías ayudarme a llegar a tu morada?
Cada día que pasa te extraño un poco más.
Desearía, no despertar otra vez.
Es muy triste seguir, sin tenerte.
Hijo de mi existencia, como en todas estas conexiones, que
nos acercan tanto, he de suplicarte, por favor nunca, olvides cuanto te quiere,
Mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=Oc9zsEyf594
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