LEJANO AYER

Hola hijo querido.

Te saludo en una mañana calurosa.

Hoy se cumple otro mes de tu partida.

En mi ser pareciera ocurrió ayer.

Lejano, pero presente hasta el último día de mi vida.

La imagen que antecede a esta conexión no es nuestra.

Jamás te expondría.

La elegí porque se trata de una madre, despidiendo a su hijo antes de ir al colegio.

Muchas veces, esa tarea la hice yo, deseándote  suerte, para esas horas que estaríamos  separados.

Vos estudiando y en mi caso ejerciendo mi otra pasión, escribir.

En ese entonces eran cuentos alegres para ser publicados en uno de los diarios más leídos e importantes de  nuestro país.

Situación que me permitió trascender, las fronteras de nuestra patria.

Fuiste vos, como siempre quien descubrió mis letras estaban impresas en un diario.

Me llamaste por teléfono para que votara un cuento que saldría publicado en la revista dominical de ese periódico. Al leer el titulo te contesté, no podía hacerlo dado era de mi autoría  y el reglamento estricto. Como debe ser, no permitía, el autor se votara asimismo.

Inmediatamente, comenzaste con una catarata de preguntas, la más importante era por qué motivo, no te había dicho nada, simplemente por pudor.

Recuerdo tu enojo pasajero.

Los domingos eras el primero en levantarte para ir a buscar la revista.

Tu bello rostro mostraba felicidad.

Desde el momento de tu ausencia, me alejé de todos los espacios en los que escribía.

Tampoco publiqué ningún libro, respetando era un proyecto compartido.

Carecía de sentido, hacerlo sin vos.

Hoy todos esos recuerdos revolotean en mi mente.

Han tratado de convencerme para que lo hiciera.

La respuesta fue y  será la misma una contundente negativa.

¿Para qué escribir libros, que no podías leer en tu hábitat?

Desde entonces solo escribo para vos, recordando el lejano ayer.

Todas las historias son para vos, también compartidas con los lectores que a diario me regalan minutos de su precioso tiempo, con el objetivo de leer estas charlas entre una madre y el mejor regalo que me dio la vida.

No estás físicamente,

Vivís,  alojado en mi alma para siempre.

Quizás en otras vidas, podamos concretar nuestros sueños de libros publicados.

Hoy no dejaré frases es un día de evocación permanente.

Repetirte deseo verte en mis sueños para entregarte todos los besos que no he podido darte.

Los abrazos cálidos.

Las caricias que murieron en mis manos vacías, nadie puede interpretarlas, mejor que nosotros dos.

Preciso ayuda, para salir del mundo terrenal.

Es agobiante continuar donde no se quiere estar.

Episodios que solo conocemos los dos.

Decirte millones veces, cuanto te amo y extraño.

Ser de luz que me sostiene en los momentos aciagos.

Intuyo desde tu morada ves sin asombro todos los acontecimientos que han pasado, rozándome.

Es raro que ate un acto en el que no te dejan hablar, lo sientan por la palabra empeñada, en tu lecho de muerte.

No juzgo a nadie en particular.

Simplemente en silencio dejo el agua correr.

Solo Dios puede arrogarse el derecho de juzgar a terrenales o humanos.

Tesoro de mi existencia, te amo y extraño de una manera difícil de adjetivar.

Sos mi vida.

A tu lado recompondré a esta mujer rota por el dolor, de haberte perdido de manera temprana.

Mientras ello acontece, he de reiterar mi petición, por favor nunca olvides cuanto te quiere,

Mamá.

 

 

 

https://www.youtube.com/watch?v=NwMpKMQh1rI