Buenos días
hijo querido.
Te saludo,
en una mañana calurosa, anticipo de las altas temperaturas que se esperan para
esta jornada.
Deseo
contarte un sueño.
Una mujer
estaba en absoluta, soledad en el amanecer de un día de verano.
El sol
despertaba en el horizonte, ella quería tenerlo entre sus manos.
Era tan
enorme su anhelo que el Astro Rey por un
instante, se posó sobre sus manos extendidas, para producirle satisfacción o
ella ansiosa creyó tenerlo, rogando por una vida mejor.
Siguió
arrodillada, sobre las arenas blancas, mientras Febo continuaba su ascenso, en
una jornada tranquila, en la que solo se escuchaban sus lamentos, sosteniendo a
la estrella más grande del universo.
El viento de
una noche demasiado cálida me despertó, añorándote como siempre, desde que no
estamos compartiendo el mismo sitio.
Más que un
despertar tranquilo, a diario ingreso en la pesadilla de no tenerte desde hace
más de siete años.
Para la
mayoría de los terrenales y humanos, Febo es vida.
Para mí es
un calvario del que no puedo escaparme para llegar a tu lado.
Llega un
momento de la realidad, que nos toca transitar, donde nada nos conforma.
Máxime
cuando se trata de haber perdido el mejor regalo que nos hizo la vida.
Desde
entonces cuesta demasiado, volver a sonreír.
Estoy
parecida a las máscaras, representando al teatro.
Como bien
imaginas mi rostro es la copia de la tristeza.
Nada convoca
mi atención.
Mi memoria
siempre está junto a vos.
No importa
si estoy sumida en un sueño profundo o acabo de despertar.
Si tuviera
la potestad de elegir, optaría por estar entre las estrellas con el propósito
de acercarme un poco más, a la que se encuentra tu hábitat.
Todo pierde
su magia ante los recuerdos que viven por siempre en mi mente.
No pienso en
desalojarlos.
Ellos me
mantienen con algo de racionalidad para evocar el pasado que no regresará.
La mujer de
la playa quería sostener el sol en sus manos, pudo cumplirlo.
En cambio mi
utopía hasta el momento, no se cumple y
es tenerte nuevamente, en este refugio que no llegaste a conocer.
¿Por qué?
Soy una
mujer dolorida por tu ausencia irreemplazable.
Nada se
compara con tu luminosidad.
Es muy
difícil continuar en soledad.
Es cierto
tengo a la familia chiquita, más no alcanza para llegar al estado de plena
felicidad.
Cuento con
amistades que te quieren casi tanto como yo.
No es
suficiente.
Arrebataron
en un segundo al ser de luz que más quiero en esta vida y en otras, que
pudieran existir.
Siempre
serás el eje de esta realidad que eligieron otros por mí.
Para la
fecha seleccioné, algunas cotas donde sus autores aluden al Astro Rey.
Como es
costumbre, las dejo en nuestro lugar y así soñar llegan a tu morada.
“«Que veas
el sol donde otros ven sombras y oportunidades donde otros ven obstáculos».
Anónimo
«Crea tu
propio sol». Anónimo
«Trae el sol
al lugar donde entres». Latika Teotia
La
inspiración viene en paquetes ordinarios, desde el brillo de la luz solar a
través de un bosque de sombras hasta la inocencia de la sonrisa de un niño.
Emilee Day
«Un cumplido
es un sol verbal». Robert Orben
La gloriosa
lámpara del cielo, el sol». Robert Herrick
El amigo en
mi adversidad que siempre apreciaré más. Puedo confiar mejor en aquellos que
ayudaron a aliviar la oscuridad de mis horas oscuras que en aquellos que están
tan dispuestos a disfrutar conmigo el sol de mi prosperidad. Ulises S Grant
«La risa es
el sol que aleja el invierno de la cara humana». Víctor Hugo
«Tus
pensamientos y tu percepción del mundo influyen en todo lo que haces, y en todo
lo que eres, y en todo lo que puedes ser. Si ves el sol, sientes el sol,
entonces te sientes bien. Pero si tu enfoque es sólo en las nubes y el cielo
oscuro, entonces puedes encontrarte un poco sombrío.» Catherine Pulsifer
Mantén tu
cara hacia el sol y nunca verás las sombras». Helen Keller
Que el sol
de la comodidad brille a través de la oscuridad de la desesperación
Proverbio
irlandés
«El sol
enciende las nubes debajo de él como si ellas, y el agua misma, estuvieran en
llamas.»
Anthony T.
Hincks
«Algunas
cosas anticuadas como el aire fresco y el sol son difíciles de superar.» Laura
Ingalls Wilder,
Hijo querido
te amo y extraño siempre un poco más.
¿Cuándo
vendrás a mis sueños?
Es necesario
pueda entregarte todos los besos que no
te di.
Estrecharte
en in abrazo es una ilusión, espero cristalizar la misma a la brevedad.
Quitemos del
mundo de las entelequias, las caricias que no has recibido en tanto tiempo.
Una vez más
te pido ayuda para salir de este mundo equívoco, en el que no deseo seguir.
¿Para qué?
Pudiendo
estar a tu lado, sigo cautiva donde no deseo estar.
Es más que
difícil intentar continuar.
Carece de
sentido esta separación arbitraria, nunca elegida por mí.
Hijo de mi
alma, como siempre en estas conexiones, donde imagino son tus manos, las que
escriben en mi lugar, he de reiterar mi petición.
Por favor
chiquito amado, amigo fiel, nunca olvides cuanto te quiere,
Mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=aBYAByd38m0
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