Buenos días hijo querido.
Te saludo en una mañana cálida y húmeda, preludio de las
lluvias que llegarán al atardecer.
Hoy te traje una fotografía, tomada en Cabo Polonio, de la
República Oriental del Uruguay, donde descansamos unos días para luego seguir nuestro
viaje a Brasil.
La forma de las piedras, llamó nuestra atención.
Islotes de roca que en su ir y venir, las olas van
desgastando, hasta otorgarle originalidad.
Erigidas sobre, el agua de tono turquesa tienen una belleza
especial. Desearía viajar en el tiempo y así recrear cada momento compartidos
en el ayer, cada día más lejano.
Gozabas de esos espacios donde podías nadar y realizar
cualquier deporte acuático que te hacía
feliz.
Los recuerdos de esas jornadas vivirán para siempre en mi alma y mente.
Tu felicidad la transmitías a mí, esperándote en la arena,
hasta que llegaba el momento de almorzar en las posadas cercanas a esas playas
maravillosas.
Momentos inolvidables que no regresarán, dado que el
arbitrario destino, nos separó, sin otorgarte la posibilidad de continuar a mi
lado cada minuto de paz y alegría, acompañándonos.
Mientras espero el instante de nuestro reencuentro, evoco el
ayer.
¿Dónde estás que no te puedo encontrar?
Jamás podrás imaginar, el dolor de la ausencia precipitada.
Al despertar ya no digo, un días más sino uno menos para
volverte a ver.
No siento conformidad enfrentado cada jornada, deseo cumplir
mi derrotero, que algunos sin saber llaman obsesión.
¿Es anormal querer con toda la fuerza del corazón querer ver
nuevamente, a un hijo que se fue de
manera prematura?
Nadie tiene respuestas para mis disquisiciones.
Solo vos estás capacitado para comprender mis sentimientos,
o las mujeres que han pasado por circunstancias similares.
El deterioro es una constante.
Desear llegar y no poder.
¿Por qué?
Sumo dilemas sin resolver.
Aspiro estar con vos, rápidamente y no separarnos, nunca más.
Para el día de hoy, elegí citas y frases de autores
reconocidos, para dejarlas en nuestro lugar de encuentro.
Cada uno de esos grafemas alude a las piedras en general.
Las dejo aquí, esperanzada en que puedas acceder a su
contenido
“Con las piedras que con duro intento lanzan las criticas,
bien puedes erigir un monumento». E. Kant.
«No dejes piedra sin
remover. Explore profundamente la belleza de su vida». Neil Gaiman.
«Podemos optar por
tirar piedras, tropezar con ellas, treparlas o construir con ellas».
William Arthur Ward.
«Siempre habrá rocas
en el camino delante de nosotros. Serán piedras de tropiezo o escalones; todo
depende de cómo los uses». Friedrich Nietzsche.
«Toma las piedras que el fracaso te arroja y construye
legados por los que el mundo siempre te recordará». Israelmore Ayivor.
«El fondo arenoso
relucía y las hermosas piedras del lago (azul de Leland, ágata, jaspe y piedras
de Petoskey)
Salpicaban, las profundidadeson como piedras preciosas
olvidadas». Viola Shipman
Con las piedras que les arrojamos, los genios nos construyen
nuevos caminos». Paul Eldridge.
«La vida es así. Algunos días son diamantes y otros son
piedras».
Jann Arden.
«Una piedra rodante
no acumula musgo, pero gana un cierto brillo».
Oliver Herford.
«Las piedras
angulares de un éxito equilibrado son la honestidad, el carácter, la
integridad, la fe, el amor y la lealtad».
Zig Ziglar.
«Todo cambia, incluso
la piedra». Claude Monet.
«Yo solo no puedo cambiar el mundo, pero puedo arrojar una
piedra sobre las aguas para crear muchas ondas». Madre Teresa.
«Sin piedras no hay
arco». Marco Polo.
«Escribe las
preocupaciones de hoy en la arena. Graba en piedra las victorias de ayer».
Max Lucado.
Tesoro de mi existencia, te amo y extraño, siempre un poco
más.
¿Cuándo aparecerás nuevamente en mis sueños?
Recuerda es la única posibilidad que poseo de para
entregarte los miles de besos, acumulados para vos. Necesito cristalizar la
utopía de estrecharte en cientos de abrazos que te corresponden.
Mis manos no quieren olvidar como se acaricia, al hijo que
hoy no está.
También debes venir en mi búsqueda, no se soporta continuar
en suelo terrenal.
Es muy incómodo estar, en un espacio que no nos pertenece,
donde no quiero permanecer.
Una madre debe estar, junto al hijo que acunó en sus entrañas durante
nueve lunas y sus soles.
El suelo terrenal no
es para mí.
¿Podrías ayudarme a llegar a tu lado?
¿Has encontrado una estrella cercana a tu hábitat?
Es allí donde debo establecer mi morada eterna.
Recorrer el cielo igual que hicimos en la tierra.
De tu mano todo será más fácil.
Sueño con nuestro reencuentro.
¿Existe o solo se trata de un mito?
A diario recibo tu energía y luminosidad para seguir. Pese a
ello es muy difícil hacerlo si no estás aquí.
Como es habitual en estos enlaces mágicos, en los que te
percibo junto a mí, he de reiterar, las veces que sea necesario mi pedido, por
favor nunca olvides, cuanto te quiere,
Mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=oeMLwPVvuVc
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