Friday, August 24, 2007

UNA CASA ESPECIAL

William Shakespeare, cansado de la niebla londinense, le sugirió a Anne su amada esposa, que hicieran un viaje intergaláctico, quería descansar y que sus tres pequeños hijos conocieran lugares diferentes.
Después de un largo viaje fijaron su nueva propiedad en el planeta más alejado de la tierra, ese sitio le daría larga vida a toda la familia.
Así fue como llegaron a Misantropus a kilómetros luz de la tierra, el lugar tenía suaves elevaciones que se parecían a las cadenas montañosas que en sus ratos de ocio escalaba con su mujer.
Todo era más fácil, nada estaba contaminado, allí decidió escribir la novela más trascendente de la literatura universal, Romeo y Julieta, para homenajear a los herederos de dos familias muy conocidas del escritor.
El lugar que habitaban era ultramoderno, la luz del día duraba más horas, la casa espacial estaba dotada de vidrios que otorgaban la oscuridad necesaria para el descanso.
Sus hijos jugaban con las estrellas, Anne que era muy habilidosa, utilizó meteoritos para convertirlos en un recipiente que albergaría las estrellas fugaces que siempre estaban en la puerta de esa morada tan especial, William en otro espacio escribía la historia que había prometido a sus amigos.
Imaginó a los jóvenes conociéndose en la adolescencia, en el mismo instante que despertaban al amor, disfrutando de las geografías de sus cuerpos, hasta que en el momento preciso fueran una sola alma que atraería la pasión.
Una vez terminada la historia la encuadernó con destellos que pidió prestados a la luna.
Pronto pasaría una nave, el comandante gustoso se ofreció a llevar el regalo, llevaba un plano que indicaba dónde estaba situada la antigua Verona.
Los hijos del escritor crecían en armonía, había llegado la hora de dejarlos partir a concretar sus sueños, ahora dedicaría el tiempo a vivir el amor pleno con Anne, despojado de los sentimientos que seguían poblando el planeta tierra, en sus vidas todo transcurría en paz, se prodigaban amor sincero, ése que desconoce la maldad que empañan los celos,que ignora vidas pasadas teñidas de gris, intentando obtener lo prohíbido sabiendo que no nos pertenece, destruyendo quizás sin querer los sentimientos de terceros, amor intenso que creció con años de convivencia, nada podía mancharlo.
Quería sorprender a su mujer, pronto cumplirían otro aniversario como regalo le ofrecería visitar Verona, un lugar de la península itálica, rodeado de mares de aguas azules, sitio que antes había elegido para situar a los protagonistas de su historia de amor.
Cuando llegaron se mostraron sorprendidos, el tiempo había transcurrido dejando su huella.
Enormes edificios se levantaban al costado de un río de aguas cristalinas, todos miraban a la pareja, sorprendidos por su vestimenta, ello los llevó a visitar una tienda para cambiarlas por otras adecuadas a la época, mientras Anne probaba elegantes vestidos, el se detuvo delante de una vitrina, allí estaba la historia que había escrito con tanto amor, solicitó al vendedor le permitiera mirar las páginas.
No daba crédito a lo que leía, la dulce Julieta había muerto envenenada, igual suerte corrió Romeo, ofuscado intentó explicar quien era, nadie le creía, habían pasado casi seiscientos años.
Nunca supieron quien modificó la historia de amor que William había creado, desistieron de la compra, juntos regresaron al planeta elegido, en ese lugar tan lejano, nadie se atrevería a cambiar el contenido de sus escritos, con el tiempo la humanidad conocería la verdad de su obra.
Romeo y Julieta se amaron incondicionalmente, solo los separó el paso de los años que de su mano trajo la muerte.

No comments: