Buenos días hijo querido.
Te saludo en una mañana nublada, anuncian lluvias para
morigerar los efectos de la ola de calor.
Morfeo la deidad de los sueños, me transportó a la ciudad de
Tokio.
Las viviendas tienen todas forma,
de pagodas, construcciones típicas del
lugar.
Caminaba por las pulcras calles un día soleado.
En el camino detuve mi marcha, frente a una pagoda de dos
plantas.
Poseía un buzón para dejar la correspondencia cuya base,
conservaba la forma de la construcción.
En la base que sostenía, el buzón, figuraba la dirección de
la propiedad,
Escrita en el idioma japonés.
Por sobre el buzón un cerezo de flores amarillas le otorgaba
un aspecto soñado.
Como en estado onírico todo es posible mi vestimenta era el
clásico kimono de seda, estampados con
pequeñas flores de cerezo.
El calzado eran las
sandalias que usan las mujeres
orientales.
Es increíble el aseo de las calles de los barrios.
No vi un solo papel arrojado en la vía pública, tampoco
envoltorios de golosinas, la pulcritud es para destacar.
Tan diferente a cualquier calle de Buenos Aires, donde pese
a tener lugares para arrojar esos residuos, pareciera la vereda es el destino.
Esa actitud recibe el nombre de desidia y falta de respeto
hacia quienes circulan por allí.
Tenemos demasiado que aprender de la cultura japonesa.
Para ellos el aseo es algo normal.
Deberíamos contar con personal que recorriera las calles de
los distritos y cobrarles multas a quienes no saben convivir con terceros.
Ese dinero serviría para realizar obras en los municipios.
El órgano más sensible de los terrenales es el bolsillo.
Después de abonar la primera infracción utilizarían los cestos colocados ubicados en
las esquinas de cualquier calle.
Tengo la costumbre de guardar en mi mochila los papeles de
los caramelos cuando viajo en auto.
Cuando llego a mi refugio, los saco para ubicarlos en el
cesto de residuos.
Poco duró el sueño transcurrido en suelo oriental, desperté
escuchando tu voz llamándome.
Cuando ello ocurre, la angustia es total.
Seleccioné frases de autores conocidos quienes refieren a
los buzones en general.
Como siempre mi deseo es dejarlas aquí.
“Lo que había deseado. Con una última mirada calle arriba y
abajo, salió del coche murmurando para sí que estaba paranoica y que era una
imbécil y que no tenía nada que temer. De todos modos, abrió el buzón con
cuidado como si temiera encontrar una serpiente venenosa enrollada en el
interior. Lo primero que vio fue el sobre blanco encima de un catálogo a todo”
—
John Katzenbach
“Bueno…, el viernes pasado, cuando los dos estábamos junto a
los buzones… - ¿Sí? Evie movió las cejas insinuantemente. - Me puse muy cerca
de él… - Ajá. - Y le dije, así, sin más: «Qué día más bonito, ¿verdad?». - ¿Y?
- Y eso fue todo. Bueno, me contestó que sí. Así que ambos estuvimos de acuerdo
respecto al clima.“ — Libba Bray,
“Casi no queda nada; sí, el amor vergonzoso entrando en los
buzones para llorar, o andando solo por las esquinas (pero lo ven igual)
guardando sus objetos dulces, sus fotos y leontinas y pañuelitos guardándolos
en la región de la vergüenza, la zona de bolsillo donde una pequeña noche
murmura entre pelusas y monedas.“ —
Julio Cortázar
“No me queda sangre, tengo noche en las venas, negra y
helada.“ — Mathias Malzieu
Estar casado significa que puedo romper el viento y comer
helado en la cama.“ — Brad Pitt
Hijo querido preciso aparezcas en mis sueños, la deidad de
los estados oníricos no puede traerte.
Así lo expresó cuando relaté la imposibilidad de soñarte,
sabe que necesito darte un beso, abrazarte y acariciarte, como en el ayer, tan
lejano.
Comprende mis necesidades de madre, más no está en sus posibilidades resolver mis
inquietudes, todas relacionadas con vos.
Sentí tristeza al escuchar su relato.
Las dudas se alojaron en mi alma.
¿Será verdad?
¿Por qué es tan difícil,
ansiar con cumplir mis funciones de mamá?
¿Los dioses griegos tendrán hijos?
Tu pérdida ha sido terrible. No verte en sueños, una ilusión
imposible de cumplir.
Por ello mi anhelo de abandonar este suelo tan hostil.
Carece de sentido permanecer en suelo terrenal.
Te ruego me ayudes a comenzar el ascenso rápidamente. ¿Podrías ayudarme en este caso especial?
Es muy difícil continuar sin vos cuando más preciso de tu
presencia.
Mi cielo adorado, como es habitual en estos contactos, he de
pedirte por favor, nunca olvides cuanto te quiere.
Mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=EvjxnCt6L5k
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